El número π (pi) es uno de los conceptos matemáticos más enigmáticos y fascinantes que existen. Este número irracional ha cautivado a matemáticos, científicos y filósofos durante milenios, ya que representa no solo una constante matemática fundamental, sino también un símbolo de los misterios del universo y la naturaleza misma de las matemáticas. ¿Qué es el número Pi? Pi es la relación entre la circunferencia de un círculo y su diámetro. Esto significa que, sin importar el tamaño del círculo, la longitud de la circunferencia siempre es aproximadamente 3,14159 veces el diámetro. Esta relación se simboliza con la letra griega π y se conoce desde la antigüedad, aunque su precisión y comprensión han avanzado a lo largo de los siglos. El número Pi es un número irracional , lo que significa que no puede expresarse exactamente como una fracción simple. Además, su expansión decimal es infinita y no periódica , es decir, sus dígitos no siguen ningún patrón repetitivo, lo que añade una capa d
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EL “REGALO” DE ARTE DE FERNANDO VII A WELLINGTON TRAS LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
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La Invasión Napoleónicafue un terrible desastre
para el patrimonio histórico-artístico español.
En su huida, José Bonaparte, que
ya previamente había expoliado las Joyas de la Corona Española, se llevó más de
doscientas pinturas de pequeño y mediano formato, fácilmente transportables,
escogidas entre las de mayor calidad de la Colección Real.
José Bonaparte
Reinado y huida de José Bonaparte
Lasabdicaciones de
Bayona, que tuvieron lugar el 5 de mayo de 1808 en el castillo de Marracq de la
ciudad francesa de Bayona, es el nombre por el que se conocen las renuncias
sucesivas de los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII al trono de España a
favor de Napoleón Bonaparte, quien a continuación cedería los derechos a su
hermano José Bonaparte, quien reinaría con el nombre de José I durante cinco
años.
Tras el breve y turbulento reinado de José Bonaparte, que
derivó en la Guerra de Independencia, se produjo la firma del tratado de
Valenciapor
el que se restituía en el trono a Fernando VII,el
Deseado, como monarca absoluto.
Sin embargo, este fue el comienzo de un tiempo de
desilusiones para todos aquellos que, como los diputados reunidos en las Cortes
de Cádiz, habían creído que la lucha contra los franceses era el comienzo de laRevolución
española.
Fernando VII
Por otra parte, las consecuencias materiales de la guerra
fueron desastrosas para España. A la gran cantidad de muertos y el asolamiento
de pueblos y ciudades se unieron la rapiña de muchos franceses y también de los
ingleses, cuya deslealtad puede verse ejemplificada en el bombardeo, ordenado
por Wellington, de la industria textil de Béjar que era competidora de la
inglesao
en la destrucción de la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro den Madridcuando
ya los franceses habían evacuado la ciudad.
Tras su salida de España, Bonaparte se trasladó a Estados
Unidos donde, gracias a la venta de las joyas de la corona española, se
construyó una mansión en Point Breeze (Filadelfia) lujosamente amueblada y con
una impresionante colección de libros raros y obras de arte. Allí residió sin
la compañía de su mujer, que cuidaba de sus hijas en Europa, pero con una
amante estadounidense, con el título deconde de Survilliers,
entregado a obras de beneficencia y a proteger a los bonapartistas emigrados
por medio de la masonería hasta 1841, cuando recibió autorización para
instalarse en Florencia donde murió tres años después, aunque posteriormente
fue enterrado junto a su hermano Napoleón en Les Invalides de París.
Wellington
The Spanish
Gift a Wellington
Parte del cargamento de obras de arte que José Bonaparte
intentaba sacar de España fue interceptado por las tropas del Duque de
Wellington tras la Batalla de Vitoria.
Al parecer, el Duque informó al rey Fernando VII
solicitándole instrucciones para efectuar la devolución de las obras, pero éste
le respondió que se las regalaba. Perplejo por la respuesta, Wellington volvió
a escribirle, agradeciéndole su generosidad pero diciéndole que era un regalo
que no podía aceptar, puesto que eran piezas muy numerosas y de gran valor que
eran propiedad de la Corona Española, y pidiéndole de nuevo que le indicara los
detalles para devolvérselas.
Sin embargo, Fernando VII persistió en su absurda postura,
con lo que dichas obras, que incluían cuadros tan extraordinarios como El
aguador de Sevilla, de Velásquez, oLa
oración en el huerto, de Correggio, acabaron en manos del Duque.
El matrimonio Arnolfini, de Van Eyck
Este episodio es conocido irónicamente por por los
británicoscomoThe
Spanish Gift (el Regado Español), conservándose actualmente
parte de estas obras en la residencia londinense del Duque de Wellington
(Apsley House).
Otro británico que se benefició de la huida de José
Bonaparte fue el coronel James Hay, que se apropió por su cuenta de El
matrimonio Arnolfini, de Jan van Eyck, hoy en la National Gallery de Londres, en el que se supone que
Velázquez se inspiró para pintar Las Meninas.
Apsley House
Apsley House, fue la residencia londinense de Arthur
Wellesley, Duque de Wellington. Cedida por sus descendientes al Estado en 1947,
si bien una parte del edificio es empleada aún como residencia de los
Wellington, Apsley Housees más conocido comoWellington
Museum, al albergar notables colecciones de arte, muebles, porcelanas y
objetos de plata, posiblemente la mejor de Londres en su época, abiertas al
público.
Curiosamente, se cuenta que el duque no tenía aficiones
artísticas y que reunió tantos tesoros sin pagarlos: los recibió como regalos
en señal de gratitud por sus éxitos militares. Entre estos presentes, destaca
una estatua de Napoleóndesnudo a modo de dios
clásico, de unos cuatro metros de altura. Esta se exhibió por un tiempo en el
Louvre; el gobierno británico la compró y se la regaló a Wellington.
El aguador de Sevilla, de Velázquez
La colección incluye las más de 90 pinturas que Wellingtonaprehendió
a José Bonapartecuando éste huía de España. Estos cuadros, tras ser “regalados” al duque por Fernando
VII, fueron enviados a Inglaterra y se catalogaron en la Royal Academy de
Londres.
Gracias a esa “generosidad” del rey español, Apsley House
cuenta con tres originales de Velásquez, caso infrecuente en las
colecciones extranjeras: el citado Aguador de Sevilla, unRetrato
masculinoyDos hombres a la mesa,
ejemplo de la etapa sevillana del pintor.
También cuenta con una versión simplificada del Retratos
de Inocencio X, que podría ser una réplica igualmente pintada por Velázquez
pero que suscita dudas de autoría.
Otros pintores de la “huida” fueron: Juan de Flandes,
Ribera, Murillo, Claudio Coello, Giulio Romano, Guercino, Guido Reni, Van Dyck,
Jan Steen, Jan Brueghel el Viejo, o elRetrato ecuestre del
duque de Wellington, pintado por Goya.
Otra de las obras que José Bonaparte sustrajo en España, y
que pasaron al duque de Wellington, es una versión del temaDánae
recibiendo la lluvia de oropintada por Tiziano.
Esta obra quedó excluida de la donación Wellington al
English Heritage (Patrimonio Ingés)y ha permanecido inédita
en el domicilio particular de la familia, en un sector privado deApsley
House.
La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser solo un tema de ciencia ficción para convertirse en una realidad presente en todos los ámbitos. La IA tiene un enorme potencial en campos tan diversos como la industria y la medicina, pero también genera debates sobre su implementación. Revolución tecnológica No cabe duda que la inteligencia artificial (IA) ha supuesto toda una revolución tecnológica desde que la informática hizo su aparición. Dicen los expertos que tal es así que va a cambiarlo todo, y de hecho, ya lo está haciendo. Desde hace apenas unos pocos años, casi nada se sustrae ya a la inteligencia artificial. La podemos encontrar en multitud de facetas, en los móviles, la banca (que por ejemplo puede determinar si nos concede un crédito o no), los videojuegos, los ordenadores, la atención al clientes , en l os sistemas de reconocimiento facial ( que utilizan aeropuertos y fuerzas de seguridad ), en m icrosegmenta ción ( anuncios u ofertas personal
Margaret Keane es esencialmente una retratista al óleo cuyos personajes preferidos son mujeres, niños y animales domésticos. La característica principal de esta pintora estadounidense es que en todos sus cuadros los protagonistas aparecen con enormes y tristes ojos. Margaret Keane Historia de un vil engaño Margaret Doris Hawkins (Nashville, Tennesse, USA, 1927) siempre le gustó pintar grandes ojos en sus retratos. De pequeña era conocida en la iglesia local por sus bocetos de ángeles con grandes ojos. Se casó joven y en 1950 tuvo a su primer y única hija, Jane. El matrimonio no duró mucho. Tras su separación Margaret contraje nuevas nupcias en 1955 con un agente inmobiliario llamado Walter Keane. Su nuevo esposo vio en los cuadros de Margaret un filón y dejó su negocio para dedicarse a vender estos en forma masiva en grandes almacenes, libros de cómic y revistas. Mientras, Margaret continuó perfeccionando su técnica, pero simplemente firmaba co
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