El antiguo Real Alcázar estaba situado en el mismo solar
donde hoy se alza el Palacio Real de Madrid.
El edificio fue residencia de la Familia Real española y
sede de la Corte desde los Trastámara hasta su incendio en el Nochebuena de
1734, reinando Felipe V.
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Real Alcázar de Madrid en 1710 |
Residencia Real
El Alcázar fue edificado sobre una fortaleza musulmana del
siglo IX construida por Mohamed I, emir de Córdoba, y cuya muralla puede todavía hoy adivinarse en
los alrededores del Palacio.
Tras la
dominación cristiana, que siguió a la conquista de Toledo en 1085, pasó a
convertirse en uno de los palacios favoritos de los Trastámara, quienes recubrieron los techos con ricos artesonados, las paredes con
yeserías y los zócalos con
azulejos.
El edificio, un castillo medieval de torres tubulares,
techadas todas con empinados chapiteles de pizarra y rematadas por afiladas
saetas, fue ampliándose y mejorándose con el paso de los siglos, especialmente
a partir del XVI, cuando se convirtió en palacio real al designarse a
Madrid capital del reino por Felipe II. Pese a ello, la construcción siguió
conservando su primitiva denominación de alcázar.
La primera ampliación la realizaría en el año 1537 Carlos I
a su llegada a España, corriendo a cargo de
los arquitectos Luis de Vega y Alonso de
Covarrubias convirtieron la vieja residencia
en un palacio imperial, transformando el antiguo patio de armas en patio del Rey y construyendo el patio de la Reina, dejando la capilla y la
nueva Gran Escalera en el centro del edificio. La reforma se completó con la
construcción de una nueva fachada que
integraba el escudo imperial entre las dos torres medievales.
Le seguirían otras reformas llevadas a cabo por su hijo
Felipe II, quién lo convirtió en Residencia Real y de la Corte en 1561.
Entonces se construyó la famosa Torre
Dorada en el ángulo sudoeste, realizada en ladrillo,
con el cubrimiento de pizarra y repleta de balcones. En la fachada norte se creó el Jardín de la Priora, y buena parte de las
estancias interiores fueron decoradas con pinturas al fresco y sus paredes
recubiertas con una de las mejores colecciones de pintura y de tapices del mundo.
Si bien es verdad que nunca cesaron las reformas en el
edificio, las obras definitivas del aspecto exterior corresponden a 1636,
realizadas por el arquitecto Juan Gómez de Mora, reinando Felipe IV.
Esta nueva fachada permitió crear uno de los
lugares más importantes del edificio: el Salón de los Espejos, además de integrarse en la
plaza que estaba delante del
Alcázar, lugar de gran importancia para la Corona ya que servía para el ceremonial. En el lado opuesto a la
fachada, se construyeron las caballerizas
reales y sobre ellas la sala de la Armería, cerrándose la plaza con dos galerías
laterales.
Los Borbones iniciaron también una serie de reformas decorativas interiores muy
al gusto francés, de donde procedían.
Y en estas se estaba, con obras de reforma en el Alcázar al
gusto francés de sus nuevos inquilinos,
Felipe V e Isabel de Farnesio, cuando en la Nochebuena de 1734 se produjo un
estremecedor incendio que redujo a escombros la real fortaleza que había
permanecido erguida durante varios siglos, y con ella, más de quinientas pinturas y otros muchos tesoros artísticos.
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Las Meninas de Velázquez |
El incendio
Aquella aciaga noche de 1734, con la Corte desplazada al
Palacio de El Pardo –extraña ausencia
teniendo en cuenta que normalmente celebraban los maitines de Nochebuena en la Capilla Real–, se declaró un misterioso y pavoroso
incendio en el Alcázar que, según se sospecha, pudo tener su origen en un
aposento del pintor de cámara de Felipe V, Jean Ranc (francés como el monarca,
y del que hizo numerosos retratos, así como de su familia) donde
un grupo de mozos del palacio incendiaron por accidente uno de los cortinajes de la estancia
posiblemente por la celebración del día. Curiosamente, Jean Ranc
murió seis meses después del incendio, sumido en una fuerte depresión.
El fuego se propagó tan rápidamente y con tanta intensidad
que se necesitaron cuatro días para poder controlarlo.
Félix de Salabert, marqués de Torrecillas, relató días
después de producirse el suceso que la primera voz de aviso no se dio de
inmediato, sino aproximadamente hacia las 00:15 por parte de unos centinelas
que hacían su guardia, y que el toque a
fuego de los campanarios fue en un principio desatendido, ya que la gente
pensaba que se llamaba a rezar por el carácter festivo de la jornada.
Los primeros en colaborar, tanto en la extinción del fuego
como en el rescate de personas y objetos, fueron los frailes de la congregación
de San Gil, pero por temor a saqueos del pueblo, inicialmente no se abrieron
las puertas del Alcázar, lo que impidió un desalojo a tiempo, aunque los
ímprobos esfuerzos llevaron a la recuperación de los objetos religiosos que se
custodiaban en la Capilla Real, además de dinero en efectivo, oro, plata y
joyas de la Familia Real, como la Perla Peregrina y el diamante El Estanque,
pero muchos otros quedaron fundidos por el calor del fuego. Sin olvidar la pérdida de los documentos
pertenecientes al Archivo de las Indias, las Bulas pontificias y
demás papeles de todas las materias del Estado, cuya importancia es inestimable
a nivel histórico.
Sin embargo, más dificultad conllevó la recuperación de los
numerosos cuadros del Alcázar (perdiéndose para siempre unos 500 de los 2.000
con que contaba la colección), tanto por su
tamaño como por su ubicación a varias alturas, además de que algunos de
ellos estaban encastrados en las paredes, por lo cual el número de pérdidas
(como el de La expulsión de los moriscos, de Velázquez y otras varias
obras suyas) fue importante, aunque otros pudieron ser finalmente salvados (Las
meninas de Velázquez, El matrimonio Arnolfini de van Eyck el
retrato ecuestre de «Carlos
V en Mühlberg» de Tiziano)
desclavándolos de los marcos y arrojándolos por las ventanas.
Bien es verdad que la desgracia con las obras de arte no fue
a mayores ya que una parte de las colección pictórica había sido trasladada
previamente al Palacio del Buen Retiro para preservarla de las obras de reforma
que estaban teniendo lugar en el interior del Real Alcázar, pero no así las
colecciones americanas que incluían las piezas ofrecidas a la Corona por los
conquistadores.
Extinguido el incendio, el edificio quedó reducido
totalmente a escombros. Cuatro años después de su desaparición, Felipe V ordenó
la construcción del actual Palacio Real o Palacio de Oriente), más
proclive a su gusto, y cuyas obras duraron unos treinta
años. El nuevo edificio fue habitado
por primera vez por Carlos III en 1764.
Actualmente el origen y las circunstancias del incendio siguen sin
estar claras y mas cuando era un lugar vigilado las 24 horas del día por ser la
residencia de
Felipe V y su familia. Pero las malas lenguas
siempre han alimentado la teoría conspiratoria de que al monarca, nacido francés y habituado a los
grandes parterres, praderas y setos del palacio de Versalles, no le gustaba el Alcázar. En Madrid prefería
el palacio del Buen Retiro, pues veía en el edificio medieval el símbolo del
anterior régimen del que quería desprenderse. El incendio vino a satisfacer
aquel desdén regio, y sobre su solar, proyecto
inspirado en
el Palacio del Louvre de París, levantó
el actual Palacio Real de Madrid,
una construcción que se acercaba más a sus preferencias arquitectónicas.
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Carlos V en Mühlberg de Tiziano |
Las pinturas perdidas
La Colección Real de pintura, atesorada desde tiempos de
Isabel la Católica e incrementada notablemente por Carlos I y sobre todo Felipe
II y Felipe IV, estaba compuesta por obras de Tiziano, Tintoretto, Ribera,
Durero, Brueghel, Velázquez o Rubens, entre otros muchos.
En el inventario de pinturas del Real Alcázar de Madrid,
realizado por Bernabé Ochoa en 1686, se dice que había 614 pinturas originales,
120 copias originales, 234 pinturas de escuelas conocidas y 579 pinturas de
autores desconocidos, lo que hacían un total de 1.547 pinturas.
PINTURAS ORIGINALES
Alberto Durero
|
6
|
|
Andrea del Sarto
|
2
|
|
Anibal Caracho (Carrcci)
|
4
|
|
Antonio Moro
|
4
|
|
Alonso Sánchez (Coello)
|
12
|
|
Alonso Cano
|
3
|
|
Bassan el Viejo
|
15
|
|
Bassan el Mozo
|
11
|
|
Broncino
|
1
|
|
Bandique (Van Dyck)
|
19
|
|
Brugul
(Brueghel, Jan)
|
38
|
|
Burjano
(O.Borgiani)
|
1
|
|
Bartolomé González
|
4
|
|
Corezo (Correggio)
|
5
|
|
Casiniano (?)
|
1
|
|
Canguiaso (Cambiaso)
|
1
|
|
Caballero Máximo (M. Stanzione)
|
3
|
|
Doménico Greco
|
8
|
|
Diego Velázquez
|
43
|
|
Daniel de Volterra
|
2
|
|
David
Teniers
|
7
|
|
Esneile
(Snayers)
|
26
|
|
Federico Barocio
|
2
|
|
Federico Zucaro
|
2
|
|
Francisco Rizi
|
2
|
|
Francisco de Herrera
|
1
|
|
Guido Boloñés (Reni)
|
12
|
|
Guarchino
|
2
|
|
Gerónimo Bosco
|
6
|
|
Golzio
|
1
|
|
Hermitaño (?)
|
4
|
|
José de Ribera
|
36
|
|
Jacob Espalna (Palma)
|
2
|
|
Joseph Leonardo
|
1
|
|
Juan Valesio
|
1
|
|
Juan Pantoja de la Cruz
|
16
|
|
Juan Bautista del Mazo
|
12
|
|
Juan Carreño
|
6
|
|
Leonardo de Avinci
|
7
|
|
Luca de Holanda
|
4
|
|
Luqueto (Cambiaso)
|
1
|
|
Lucas Jordán
|
6
|
|
Micael Angelo
|
3
|
|
Maestro de Tiziano ¿Giorgione?
|
1
|
|
Marchino (?)
|
2
|
|
Mario (Nuzzi)
|
11
|
|
Matías de Acevedo
|
2
|
|
Martín de Vos
|
2
|
|
Micael Flamin (M.
Coxien)
|
1
|
|
Mosiu Pusin
(Poussin)
|
3
|
|
Mosiu Brun (Le
Brun)
|
1
|
|
Pablo Veronés
|
29
|
|
Parmesano
|
6
|
|
Polidoro
|
2
|
|
Pedro de Cortona
|
2
|
|
Padmo el Viejo (Palma el Viejo)
|
1
|
|
Pablo Bril
|
1
|
|
Pochequín (J.C.Procaccinni)
|
2
|
|
Pomaranche
|
2
|
|
Pochino
(Poussin)
|
1
|
|
Rafael de Urbino
|
7
|
|
Rubens
|
62
|
|
Sebastián del Piombo
|
1
|
|
Tiziano
|
76
|
Tintoretto
|
43
|
Teatino (Seghers)
|
4
|
Tempesta
|
2
|
Vicencio Carducho
|
1
|
Xpobal García (Salmerón)
|
1
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
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COPIAS
DE ORIGINALES
Alberto
Durero (4), Alonso Cano (1), Anibal Caracho (14), Bandique (4), Basán el Viejo
(4), Corezzo (2), Esneile (3), Guido Boloñés (3), Jusepe de Ribera (2), Martín
de Vos (2), Parmesano (2), Rafael de Urbino (6), Rúbens (45), Tiziano (28).
ESCUELAS
CONOCIDAS
Española (35),
Italiana (33), Francia (22), Flamenca (103), Escuela de Alberto Durero (22),
Escuela del Bosco (10), Escuela del Tiziano (1), Escuela del Tintoretto (23),
Escuela de Leonardo de Avinci (1), Ecuela de Guido Boloñés (1), Escuela de
carreño (3).
PINTURA
DE ESCUELAS DESCONOCIDAS
"Pinturas
de autores y manos no conocidas en las que entran muchos países, al temple,
descripciones, mapas y retratos muy antiguos". Total: quinientas setenta y
nueve pinturas.
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