Un halo de misterio rodea esta carta que, según algunos, incluye información que era desconocida en 1513, como la existencia de la Antártida.
Se han formulado muchas teorías sobre este documento, como que incluye una copia de un mapa dibujado por Colón, que es el registro cartográfico más antiguo de las Américas o que es el más preciso del s. XVI.
El descubrimiento
Kemal Reis, almirante de la armada otomana (corsario al servicio de su Imperio), capturó en 1501, en las costas de Valencia, a siete barcos españoles. En uno de ellos viajaba un marinero que aseguró haber ido tres veces a unas tierras desconocidas bajo el mando de un tal Colón. En su mano tiene un mapa dibujado por ese hombre.
Tras la batalla en Valencia, Kemal Reis envió al prisionero español con el mapa de Colón a su sobrino. Este, que no era otro que Piri Reis, utilizó los testimonios del esclavo y el documento para dibujar las nuevas islas y costas descubiertas por los españoles en el Caribe.
Más de cuatro siglos después, en 1929, el hijo del Gran Visir de uno de los últimos sultanes, un historiador que estudiaba los archivos del Imperio otomano, encuentra en el Palacio de Topkapi (Estambul) la tercera parte de un mapa dibujado en piel de gacela. El fragmento, que muestra las costas e islas del Nuevo Continente, viene firmado por un almirante turco llamado Piri Reis –Reis significa almirante–, el sobrino de Kemal, con fecha de 1513.
De este mapa se ha dicho que es el registro cartográfico más antiguo de las Américas, que es el más preciso del s. XVI, pero también que es una copia de uno del propio Colón.
Pero puestos a interpretar hay quienes aseguran que es demasiado exacto para su época, que incluye tierras que solo se descubrieron siglos más tarde y que, por lo tanto, demuestra la existencia de una civilización muy avanzada que vivió en la Antártida hace 10.000 años. Incluso que prueba la visita de extraterrestres.
Piri Reis tardó tres años en dibujar su mapa, y según sus propias anotaciones, el cartógrafo cita todas las fuentes utilizadas junto con numerosas explicaciones, se deduce que utilizó unos veinte mapas, el más llamativo de ellos “dibujado por Qulūnbū [Colón]”, en palabras del propio almirante.
Para algunos expertos, aunque es un portulano típico de la época, tiene varias características que lo hacen singular: es obra de un turco –los habituales eran mallorquines, italianos o portugueses–; el autor se identifica y cita las fuentes; y, sobre todo, incluye parte de un mapa de Colón.
Los secretos de un mapa
En el mapa, Piri Reis utilizó cartas más modernas que la de Colón para su diseño, pero nunca le quitó el ojo al que tenía del descubridor (un mapa hecho por este sobre 1495), lo que se deduce al comparar la mayor precisión de las costas de Sudamérica con los numerosos errores del Caribe. Además, junto con los nombres dados a las islas, la mejor prueba de que la parte del Caribe se basa en un mapa dibujado por Colón está en Cuba. Colón creía que formaba parte del continente e hizo jurar a su tripulación que lo era, bajo pena de cortarles la lengua. Así aparece en el mapa otomano.
Igualmente, matizan los expertos, La Española –isla que contiene la República Dominicana y Haití– presenta una extraña forma que se explica al compararla con Cipango, antiguo nombre de Japón. La forma de la isla es muy similar al archipiélago nipón tal y como se dibujaba en tiempos de Marco Polo. Para McIntosh, el carácter terco de Colón le llevó a intentar demostrar que había llegado a las Indias y a negar la evidencia. No obstante, también era conocido por su secretismo, y no se puede descartar que dibujara deliberadamente un mapa con estas características.
Hasta el hallazgo del mapa de Piri Reis, se ignoraba cómo Colón veía sus descubrimientos, pero este testimonio se preserva en el mapa de Piri Reis de 1513.
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Piris Reis |
Piri Reis
Piri Reis nacido en Galipoli (actual Turquía) en 1465 y murió decapitado en Egipto en 1554. Fue discípulo y sobrino de Kemal Reis y comenzó a aprender a navegar a los doce años.
Fue hombre de gran cultura, ya que hablaba, además de su lengua nativa, árabe, griego, español y portugués. Participó en numerosas guerras.
Su mayor obra fue el “El Libro de las Materias Marinas”, un atlas náutico que contiene el famoso Mapa de Piri Reis, dedicado al sultán Solimán el Magnífico en 1526.
Reis dibujó todavía otro mapa de las costas americanas en 1528, actualizando su información a partir de mapas portugueses.
El valor de Piri Reis, aseguran los expertos, reside en su curiosidad intelectual y en la capacidad de absorber nuevas culturas y descubrimientos y hacerlos accesibles para sus compatriotas.
El estudio del mapa
Sin embargo, un análisis detallado revela que ni el mapa es tan exacto, ni es el primero de las Américas, ni muestra tierras que no se conocieran, comentan algunos investigadores. Por ejemplo, dicen, un aspecto que llama la atención son las tierras que aparecen al sur y que podrían ser la Antártida, que no se descubrió hasta siglos después, por lo que se especula que acaso los mapas que utilizó Piri Reis como fuente ya sabían de su existencia. Pero sobre el misterioso particular, estos investigadores dicen que no es tal puesto que mapas anteriores ya dibujan el continente helado, pues desde la Antigüedad se pensaba que la Tierra era simétrica, y si había un Ártico tenía que haber una Antártida, la Terra Australis Incognita de Ptolomeo.
Pero además, insisten estos investigadores, el mapa de Piri Reis no muestra el sexto continente. La supuesta Antártida coincide con el sur de Sudamérica, la costa patagónica. Al descubrir que la piel de gacela se terminaba, el almirante –o su escriba– giró la piel 90º y continuó dibujando, una práctica muy habitual en esa época.
Sobre esto, dicen, las anotaciones sobre la Patagonia lo confirman: “Este país es árido. Todo está desolado y en ruinas y se dice que hay grandes serpientes […] y también se dice que estas orillas son muy calurosas”. Incompatible con la posibilidad antártica.
Otro posible enigma es la presencia de una cadena montañosa en Sudamérica. Cuando los portugueses dibujaron los mapas que Piri Reis utilizó como fuente, los Andes eran desconocidos. Pero la respuesta es similar a la del misterio de la Antártida: ni las montañas que se ven son los Andes –una cadena montañosa que es mucho más larga y se encuentra mucho más al oeste– ni sería el único mapa en mostrarlos.
Estos investigadores que intentan dar explicación a los misterios del mapa de Piri Reis, insisten en que en el Renacimiento existía la tradición de incluir montañas en el interior de continentes. Desde 1502, al menos cuatro mapas incluyen cordilleras en Sudamérica, quizá por tradición renacentista, o quizá por exagerar los relieves de la costa brasileña.
Pero puestos a desmitificar, estos, van más allá y aseguran sobre uno de los mapas utilizados como fuente y que data “de los días de Alejandro Magno” (¿cómo es posible que 350 años antes de Cristo ya existiera una cartografía tan avanzada?), no es tal, sino que lo cierto es que el almirante cometió un error muy típico en los turcos de entonces: confundir a Ptolomeo I, rey de Egipto y comandante de Alejandro Magno, con Claudio Ptlomeo, astrónomo griego del siglo II. El mapa que utilizó Piri Reis es, por supuesto, obra de este último, dicen ellos.
Los eruditos que mantienen la teoría de que la masa terrestre meridional del mapa de Reis es realmente la Antártida dicen que esta está basada en cartas chinas anteriores, unos setenta años, al descubrimiento de América por Colón. La expedición habría tenido como objetivo colocar a todo el planeta bajo el control tributario del emperador chino.
En cualquier caso, el mapa de Piri Reis constituye un auténtico icono nacional para Turquía. Se conserva en el palacio de Topkapi (Estambul), pero no suele estar expuesto al público.