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URRACA DE CASTILLA Y LEÓN: LA PRIMERA REINA SOBERANA DE EUROPA Y SU LUCHA POR EL PODER

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 La reina Urraca de Castilla y León es una de las figuras más fascinantes y enigmáticas de la historia medieval española. Nació en 1081, hija del rey Alfonso VI de León y Castilla y de su segunda esposa, Constanza de Borgoña. Urraca fue la primera mujer en reinar de forma autónoma en Castilla y León, ocupando el trono entre 1109 y 1126. Su vida estuvo marcada por las complejidades políticas, las luchas internas y las tensiones familiares, y su reinado no fue fácil. Sin embargo, su figura ha despertado tanto interés por su capacidad para manejar el poder en una época dominada por hombres, como por las controversias y conflictos que rodearon su mandato. Urraca Infancia y matrimonio con Raimundo de Borgoña Urraca fue la primogénita del rey Alfonso VI, lo que le daba una posición destacada desde su nacimiento, aunque en un principio no estaba destinada a reinar. La unión de sus padres, Alfonso VI y Constanza de Borgoña, consolidó la relación entre los reinos hispánicos y los territorios fr

¿ES CERVANTES "EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO" DE EL GRECO?

Es uno de los cuadros más famosos creados por  el pintor cretense, pintado hacia 1580 en su primera etapa española.

La identidad del “Caballero” es desconocida, pero las interpretaciones son diversas. Una de ellas apunta incluso al famosos escritor Miguel de Cervantes.

"El caballero de la mano en el pecho"
El retrato

Se ha escrito mucho sobre el origen de esta pintura, sobre la identidad del caballero y lo que podría significar su mano derecha posada sobre el pecho, incluida la lectura masónica.

Este retrato sobre fondo neutro (óleo de 82 cm x 66 cm), que se exhibe en el Museo del Prado de Madrid desde 1834, engrosó las Colecciones Reales gracias a una donación de la viuda del duque del Arco, gentilhombre de cámara, caballerizo y montero mayor de Felipe V, que lo tenía en su finca de recreo situada en el Pardo (Madird).


El cuadro nos muestra a un caballero contemporáneo de El Greco (siglo XVI) con la mano derecha en el pecho, con los dedos anular y corazón juntos, lo que produce un efecto estético de delicadeza y sensibilidad, y que mira al espectador de frente con rostro serio y formal con una expresiva y profunda mirada. 




Este "Caballero" está vestido a la moda de la época, de forma sobria, discreta y elegante con gorguera y puños de cuidada factura con blanquísimo y almidonado encaje contrastando con el negro del resto del traje. Porta una espada dorada (solo los caballeros podían portar armas) con detalles de orfebrería en la empuñadura. De oro es también el fino medallón con cadena con el que adorna su traje.


El representado es un hombre de entre los veintiocho y los treinta años, que tiene barba, bigote, profundas entradas en la frente y muestra palidez en la piel. Sin embargo, y a pesar de pintar sus rasgos físicos, El Greco nos oculta su personalidad. 

El Greco, autorretrato
Si nos fijamos en los detalles podemos ver como su ojo izquierdo está inmóvil  y levemente entrecerrado. Igualmente si observamos el hombro izquierdo vemos que está bastante más bajo que el contrario, del que pende un brazo que no vemos, quizá no por casualidad.


La flexión del brazo izquierdo hace pensar que el arma se sujeta y presenta, asida por la hoja envainada, con la mano izquierda, invisible al espectador, ha llevado a plantear que el retratado era manco del brazo izquierdo.

Es uno de los primeros retratos de El Greco, pero sin duda es el más famoso de todos los que hizo. Siempre ha sido considerado como el prototipo del hidalgo español del Siglo de Oro.

El cuadro se convirtió pronto en una de las obras emblemáticas del artista, admirándose su pericia con los distintos elementos que muestra.

Identidad del caballero

La identidad de la persona retratada es desconocida, pero se ha especulado con varias posibilidades.

Hubo un tiempo en que se consideró que podría ser un aurorretrato. También se ha dicho que era el secretario de Felipe II, Antonio Pérez. Pero las suposiciones mejor valoradas son las que corresponden a que se podría tratar del propio Miguel de Cervantes o el marqués de Montemayor. 

Miguel de Cervantes, por Juan de Jáuregui

¿Por qué Cervantes?. Son varios los datos que apuntan al genial escritor de “El Quijote”. La primera estaría relacionada con la fecha de la realización de la obra, en torno a 1580, lo cual sería factible puesto que en ese tiempo Cervantes ya había sido herido en su brazo izquierdo en la batalla de Lepanto, dejándole este totalmente inutilizado (salió herido de dos arcabuzazos en el pecho y en una mano), por lo que el pintor habría tratado de ocultar tal deformidad no haciendo aparecer ese brazo en el lienzo, pero si el pañuelo que a modo de cabestrillo sujetaría este y que el “Caballero” lleva colgado de su cuello. Otra razón es que por entonces Cervantes tendría la edad que aparenta el retratado en el cuadro, y, como no, por el más que parecido razonable que guarda con el escritor.

Sin embargo, desde hace algún tiempo también se considera otra posibilidad, que el retratado sea Juan de Silva y Ribera, III marqués de Montemayor, a la sazón, notario mayor deToledo (donde residía El Greco) y en esa época también herido en el brazo izquierdo perdiendo la movilidad por un arcabuzazo en la batalla de Alcazarquivir (1578), lo que explicaría la significativa caída del hombro izquierdo que presenta el personaje (la misma circunstancia que en Cervantes). Este personaje, había sido acusado de traición durante su participación en Orán, un hecho que justificaría el gesto de juramento de fidelidad de su mano derecha. Por el contrario, los no partidarios de esta tesis han argumentado que Juan de Silva y Ribera sería demasiado mayor (unos 45 años) en el momento en el que se supone que fue realizado este retrato, alrededor de 1580.

Antonio Pérez
El gesto que realiza el “Caballero”, poner su mano sobre el pecho, también ha dado lugar a diversas interpretaciones, sin que quede claro si se trato de un arrepentimiento o un juramento. Algunos investigadores se inclinan a que con él se alude al rito de la “Fe del caballero”, una dignidad otorgada sólo a ciertos personajes destacados.

Los dedos corazón y anular unidos en el centro de la mano es como una seña de identidad de El Greco, pero también podría ser una simbología oculta.

Restauración

Este cuadro ha sido restaurado al menos en cuatro ocasiones entre 1858 y 1996, momento este último en que tuvo lugar una polémica intervención por parte de Rafael Alonso a quien se acusó de levantar elementos de la pintura, incluida la mayor parte de la firma (en letras griegas mayúsculas, que se consideraba auténtica de El Greco), en su afán por restituir el fondo a su estado original. La firma fue eliminada, pero se descubrió que el fondo no era negro sino grisáceo, lo que resalta la figura del “Caballero” y la luz exterior que ilumina el rostro de este y los ricos matices en el ropaje oscuro.






Comentarios

  1. De identidad desconocida nada. El retratado es Don Juan Silva y Ribera, tercer marqués de Montemayor y notario mayor de Toledo, personaje también presente en El entierro del Conde Orgaz. Informémonos un poco más, por favor.

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