La
Catedral de la Almudena fue construida durante los siglos últimos años del
siglo XIX y principios del XX en una mezcla de diferentes estilos:
neoclásico en el exterior, ,
neogótico en el interior y
neorrománico en la cripta.
El la
única catedral española consagrada por un papa, Juan Pablo II, en 1993, El templo está dedicado a la Virgen María,
en su advocación de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de la
ciudad de Madrid.
|
Virgen de la Flor de Lis |
Orígenes
de una pérdida
Los
orígenes de la catedral de la Almudena pueden situarse en la pequeña Iglesia de Santa María de la Almudena,
de origen tardomedieval, que se emplazaba a pocos metros de la actual catedral.
Durante
siglos se intentó ampliar y reformar la pequeña iglesia de Santa María hasta su
desaparición en 1868, cuando finalmente se impuso la necesidad de construir una
iglesia nueva que diera cabida al culto a la patrona de la ciudad. El día 4 de
abril de 1883 el rey
Alfonso XII puso
la primera piedra del nuevo edificio, que sería la futura catedral de Madrid,
en unos terrenos que fueron cedidos por el Patrimonio Real en 1879.
La catedral fue consagrada por el papa Juan Pablo II el 15 de junio de 1993, tomando el
relevo de la Colegiata de san Isidro, que había sido la catedral provisional de
Madrid desde 1885.
La Virgen de la Almudena, patrona de la ciudad, tiene su
altar en el crucero de la nave
derecha. La escultura original, representando a la Virgen con el Niño en sus
brazos, es una imagen de madera tallada y policromada, de estilo gótico.
El nombre de esta
Virgen es de origen árabe y probablemente
procede de la palabra "al-mudayna", o sea, "ciudadela",
el antiguo recinto militar amurallado que ocupaba la colina donde hoy se
asientan la Catedral y el Palacio Real de Madrid.
|
Catedral de la Almudena |
Según la tradición, la imagen de
Santa María de la Real de la Almudena, que anteriormente había sido denominada
como "Santa María la Mayor", fue encontrada en el año 1085
durante la conquista de la ciudad de Madrid por el rey
Alfonso VI de León en uno de los cubos o
torreones adosados a la muralla árabe.
Sin embargo, no existir datos fehacientes
sobre la antigüedad de la talla así como de su culto. Existen documentos que
indican que al menos tres siglos antes de ser encontrada fue ocultada por
decreto del arzobispo
Raimundo de Toledo.
Sin embargo, todo apunta a que estos
documentos fueron elaborados con posterioridad a la conquista cristiana de la
ciudad.
Parece
más probable por tanto que la imagen primitiva fuese tallada en la Baja Edad Media,
durante la repoblación cristiana de la ciudad, para ser colocada en el altar de
la antigua mezquita mayor.
La
imagen que se conserva actualmente en la catedral de Madrid es de estilo
Gótico tardío,
realizada posiblemente entre los siglos
XV y
XVI.
La “otra” `patrona de Madrid
Alfonso
VI en el año 1083 reconquistó Madrid.
Como la imagen de la virgen a la que adoraban los madrileños seguía
perdida, ordenó que se pintase en la capilla mayor del Templo de Santa María
(antigua iglesia de la Almudena) una imagen de la Virgen María, a semejanza de
su esposa, la reina Constanza, hija de Enrique I rey de Francia. El resultado
es una imagen que aparece con una flor de lis, símbolo francés, a la que se
llamó Virgen de la Flor de Lis.
Cuando
se recuperó la imagen perdida, que pasó a llamarse Virgen de la Almudena, y se
llevó al Templo de Santa María, la Virgen de la Flor de Lis quedó en un segundo
plano.
|
Virgen de la Almudena |
Pocos
años después, se construyó un retablo mas grande que se instaló en la capilla
mayor, delante de la pared donde estaba pintada la Virgen de la Flor de Lis, y
tapándola por completo durante casi 500 años, hasta que en 1623, fue
descubierta por casualidad, cuando se estaban realizando unas reformas. Para
conservar la imagen, se arrancó el trozo entero del muro donde estaba la
pintura y se trasladó a la entrada de la iglesia.
En 1868, como consecuencia del
ensanche de las calles Bailén y Mayor, el Templo de Santa María fue derribado.
Con los años, la imagen de la Virgen de la Almudena acabaría situada en la
Catedral de la Almudena, y la pintura de la Virgen de la Flor de Lis en la
sorprendente, pero desconocida, Cripta de la Almudena.
Este lienzo románico fechado en el siglo XIII, que representa a la Virgen
entronizada con el Niño y una flor de lis en la mano -de ahí su nombre, fue
nombrada en 1834 patrona
de los jardineros de Madrid.
Posiblemente, hoy en día sea una de las referencias marianas más
antiguas de Madrid, pero también, una de las más desconocidas por el público en
general. No obstante, hubo un tiempo en el que su culto llegó incluso a
rivalizar con las dos Vírgenes Negras que se reparten las mayores devociones
del pueblo madrileño: la Virgen de Atocha y la Virgen de la Almudena. También cabría especular con una posible relación con el
culto templario.
En la actualidad, y
convenientemente protegida por un marco y un cristal, esta maravillosa y
singular obra de arte puede admirarse en la Cripta Neorrománica de la catedral
de la Almudena, que abrió al público en 1911 y que cuenta con una fachada que parece un templo
medieval, con 5 naves, 18 capillas y 496 columnas se abrió al público en 1911.
Nuestra Señora de la Flor de Lis
es una de las
“joyas” de la cripta, pero no la única. También se puede admirar la talla en
madera policromada del siglo XVIII que se venera como el Cristo del Buen
Camino.
*****
CONTENIDO RELACIONADO