No son muchas las mujeres artistas
españolas que son conocidas de la Época Moderna, bien porque sus obras se han
perdido, bien porque no firmaban sus trabajos y pueden haber sido atribuidos a
otros artistas masculinos.
No figuran como colectivo, pero si
hubo, sin embargo, mujeres
individuales excepcionalmente notables que desarrollaron su genio artístico de
manera sobresaliente, muchas de ellas hijas de artistas reconocidos.
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Ana María Mengs |
Artistas
por entretenimiento
Durante
la Edad Moderna, del siglo XVI hasta comienzos del siglo XIX, la realización de
obras artísticas estaba reservado, casi exclusivamente, a las mujeres de los
estamentos sociales más elevados como forma de llenar las horas de ocio.
Generalmente,
estas mujeres realizan
autorretratos o retratos de personajes de su entorno familiar (el marido, los
hijos), cuadros de devoción con temas religiosos, o de tipo alegórico, etc.
En el periodo de
la Ilustración, incluso, muchas de estas damas pertenecieron a la Real Academia
de San Fernando (creada en 1752), aunque, sin embargo, el título de
"académicas" que se les otorgaba, era más bien de carácter
honorífico, más relacionado con su posición social que con sus méritos
artísticos, aunque no todas. Baste mencionar que entre estas mujeres incluso
hubo dos reinas: María Luisa de Borbón, primera esposa de Carlos II (pintaba
miniaturas), e Isabel de Farnesio (cuyas obras al pastel se encuentran
actualmente en el Palacio de Riofrío), así como la Marquesa de Villafranca (retratada por
Goya ante un caballete con los pinceles en la mano), entre otras.
No obstante, aquellas mujeres que, a pesar de las
limitaciones vigentes (estaban excluidas de las clases de desnudo y otras
disciplinas artísticas) mostraban cualidades en la creación plástica (como
Josefa de Ayala 1630.1684; Estefanía Gaurre de la Canal 1598-1665; Catalina de
Mendoza 1542-1612....), eran valoradas más como un fenómeno extraño que como
una personalidad artística.
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Marietta Robusti |
Artistas de casta
La realización de obras artísticas requería unos
conocimientos y un aprendizaje práctico en los aspectos teóricos y en las
técnicas artísticas que a estas mujeres no se les permitía acceder, no podía
formarse en talleres como el resto de aprendices masculinos.
Estas artistas solían adquirir los conocimientos y recursos
básicos para el desarrollo de su actividad creativa en el taller familiar, en
el que, de forma gremial, se recibían y realizaban los encargos, y que
generalmente estaban dirigidos por el artista titular, padre o hermano.
En este entorno llegaron a destacar, incluso en el medio
cortesano, algunas hijas de artistas ya consagrados que habían recibido el
aprendizaje de sus progenitores como Isabel Sánchez Coello, Ana Mª Meng, Josefa
Mª Larraga o Luisa Roldán o Marietta Robusti "la Tintoretta", entre otras.
Isabel Sánchez Coello
Isabel Sánchez Coello (Madrid 1564 -
Madrid 1612
) Nacida en el seno de una familia de artistas, fue el
prototipo de mujer culta polifacética característico del Renacimiento. Sus
padre fue Alonso Sánchez Coello en cuyo taller trabajó y se inició Isabel en la
técnica pictórica. Como pintora, destacó especialmente como retratista,
actividad a la que se dedicó hasta su muerte. Pero
no sólo practicó la pintura, también se dedicó a la poesía y a la música
(tocaba el arpa y la guitarra).
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Virgen Peregrina. Luisa Roldán.
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Juana Pacheco
Juana Pacheco (Sevilla1602 - Madrid 1660). Era hija de Francisco Pacheco,
maestro de Velásquez, y posteriormente esposa de este último al que conoció en
el taller de su padre donde ambos se formaban como pintores. No se ha
conservado ninguna obra suya.
Luisa Roldán
Luisa Roldán, más conocida como "La Roldana",
(Sevilla 1652-Madrid 1706), fue precursora de la escultura del Barroco en
España y creadora de figuras de barro policromado de gran innovación. Luisa fue
iniciada en el arte de la escultura por su padre Pedro Roldán, alcanzando tanta
notoriedad como él. En 1688-89 viajó a Madrid, donde trabajó como escultora de
cámara para los monarcas Carlos II y Felipe V. Logró fama en su época y fue la única
mujer que alcanzó el nombramiento de escultora de Cámara en 1695. Aún así, Luisa nunca disfrutó de
fortuna económica y murió firmando una declaración de pobreza. Fue autora de un
grupo escultórico para la catedral de Cádiz que representa a San Servando y San
Germán. Otra de sus obras más destacadas es el San Miguel que realizó para El
Escorial.
Josefa María Larraga
Josefa María Larraga (Valencia
1700-1728) fue pintora y miniaturista. Hija de Apolinar Larraga, pintor valenciano
especializado en temas religiosos, de quien fue discípula. A pesar de que sufría una deformidad
en las dos manos de nacimiento no le impidió poner de manifiesto su dominio de
la pintura. De temática religiosa, aunque también realizó algunos lienzos de
asunto histórico. Entre las obras que se han conservado, destaca el Relicario
de Jesús y María del convento de Santo Domingo (Valencia). Por otro lado, regentó una de las
primeras academias de pintura para mujeres, iniciativa que la sitúa entre las
pioneras en España y que tiene especial importancia por lo que representa de
promoción de la enseñanza artística de las mujeres.
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Artemisia Gentileschi |
Ana
María Mengs
Ana María Mengs (Dresde 1751-Madrid1792) Pintora alemana que se especializó
en el retrato en miniatura. Fue pintora de corte del Infante Don Luis y
académica de honor y mérito de la Academia de San Fernando de Madrid. Hija de Antón Raphael Mengs, primer
pintor de cámara de Carlos III, director honorario de la Academia de San
Fernando (1763) y teórico del arte. Ana María fue discípula de su padre. Se
hizo especialmente célebre por sus retratos al pastel. Se le atribuye el
retrato de su progenitor que se exhibe en el Museo del Prado. Las obras de esta pintora destacan por
la precisión del dibujo y por la delicada armonía cromática, siendo la
miniaturista más brillante de la segunda mitad del siglo XVIII en España.
Durante su vida gozó de fama y prestigio. En la Academia de San Fernando de
Madrid se conservan algunos retratos al pastel de la artista al igual que en la
Biblioteca Nacional.
Inés Salcillo
Ines Salcillo
(1717-?), fue hermana de Francisco Salcillo la cual adquirió gran fama en la
aplicación de la técnica del "estofado" (técnica de pintura y
ornamentación sobre oro de las vestimentas y telas) a las esculturas de su
hermano. Al contraer matrimonio, Inés, como era preceptivo, abandonó el trabajo
artístico.
La mayoría de las obras artísticas realizadas
por estas mujeres seguramente se han perdido para siempre, dado además que en
la mayoría de los casos no han sido firmadas, lo cual las ha postrado al olvido
más absoluto, en muchas ocasiones, o a prestar poca atención a su obra, en
otras. No obstante, a veces van surgiendo, de forma casual, obras firmadas por ellas.