El Duguay-Trouin fue uno de los
buques franceses participantes en la batalla de Trafalgar, una de las batallas
navales más importantes del siglo XIX.
El navío fue apresado en la propia
batalla por los ingleses quienes lo tuvieron en su poder hasta 1949, fecha en
la que quisieron devolverlo a Francia, pero al no aceptar estos lo hundieron en
alta mar.
Una batalla que bien vale
una plaza en Londres
La
batalla de Trafalgar tuvo lugar frente a las costas del cabo Trafalgar (Vejer
de la Frontera, Cádiz), en octubre de 1805, en el marco de la tercera coalición
entre Reino Unidos, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar derrocar a
Napoleón Bonaparte del trono
imperial y disolver la influencia militar francesa existente en Europa.
En dicha
batalla naval, considerada como una de las más importantes del siglo XIX, se
enfrentaron los aliados Francia-España (al
mando del vicealmirante francés Pierre Villeneuve y del teniente general
español Federico Gravina) contra la coalición británica al mando del
vicealmirante Horatio Nelson.
En el espacio de dos horas que duró la batalla, Francia
perdió doce de sus dieciocho barcos, con 2.218 muertos,1.155 heridos y unos 500
prisioneros capturados por los ingleses. Solo un tercio de los 15.000 franceses
participantes en la batalla volvieron un día a Francia. Inglaterra sufrió en
Trafalgar 449 muertos (entre los que, además de Nelson, estaban trece de sus
mejores oficiales) y 1.241 heridos. La victoria consolidó el liderazgo de la
armada británica en todos los mares. España perdió diez de los quince barcos
con los que luchó, con un total de 1.022 muertos (entre ellos Churruca y
Gravina, este meses después a causa de las heridas recibidas allí), 1.383
heridos y unos 2.500 prisioneros, del total de 12.000 españoles que
intervinieron en la batalla. Pero esta derrota además significó para España el
alejamiento como potencia colonial y marítima, ya que tardaría varias décadas
en recuperarse de este duro golpe.
La
mayoría de los barcos españoles y franceses que habían sido apresados por la
flota británica fueron llevados a Gibraltar. Esa noche se desató una tormenta;
algunos barcos no pudieron aguantar, como el Santísima
Trinidad, y se hundieron con heridos y todo dentro, otros, pudieron llegar a las
costas del golfo de Cádiz.
El caso es que la insubordinación y los despropósitos de Villeneuve
(intentó huir casi sin presentar batalla) hizo que la coalición franco-española
perdiese la batalla frente a Nelson, quién fue tenido desde entonces como un
héroe nacional y la batalla recordada en una famosa plaza inglesa (Trafalgar
Square) construida para conmemorar dicha victoria.
El
Duguay Trouin
En el fragor de la batalla de Trafalgar, el comandante
francés Dumanoir, en un acto de cobardía, huye con su barco, el Formidable, junto a tres más:
el Mont-Blanc, mandado por
Lavillesgris; el Duguay-Trouin, mandado por Touffet y el Scipion,
mandado por Berenguer. Estos cuatro barcos huidos (todos franceses) fueron
apresados por la flota británica doce días después de la Batalla de Trafalgar,
cuando intentaban ganar la costa francesa a la altura de cabo Ortegal.
Posteriormente, Dumanoir manifestó no haber visto la orden del Almirante de la
flota de “dirigirse al fuego” debido a la humareda reinante.
Lo cierto es que el Duguay-Trouin, navío de línea
francés de 74 cañones construido en 1800, fue apresado por los ingleses, que le
pusieron el nuevo nombre de HMS
Implacable de la Marina Real Británica.
Tras su
retirada del servicio (con pabellón inglés), fue guardado junto con el HMS Victory hasta 1949. En este año los ingleses
pretenden devolverlo a Francia ante la imposibilidad de mantenerlo junto al Victory (por el coste económico que esto
implicaba en la economía de postguerra), pero el gobierno francés se niega a
aceptarlo y, ante personalidades de ambas potencias, es hundido en el Canal de
la Mancha.
Como
curiosidad, mencionar que al acto de hundimiento de Duguay-Trouin no fue
invitada España, la tercera gran potencia implicada en la
batalla de Trafalgar.
Y este
fue el triste y deshonroso final que tuvo este navío 150 años después de su
construcción y de haber combatido en tan importante batalla, aún habiendo sido
derrotado, por lo que se le ha considerado la última víctima de Trafalgar.
Otros
buques españoles capturados en la batalla de Trafalgar tuvieron suertes
distintas al navío francés Duguay-Trouin, ya que si este fue mostrado como
trofeo durante siglo y medio junto al Victory, el Bahama, por ejemplo, acabo
sus días en la lejana isla de Midway desempeñando la ingrata labor de buque
prisión, y el San Ildefonso paso a ser buque de recepción en Portsmounth hasta
su desguace en 1816.