Se cree que en los días previos a la detención del poeta, que
se produjo el 16 de agosto de 1936 en la casa de la familia Rosales donde él
había buscado refugio, trabajaba precisamente sobre los “sonetos”.
Los herederos de
Lorca conservan los once sonetos amorosos, escritos por el poeta en papel de
cartas con membrete del Hotel Victoria, de Valencia 8la mayoría de ellos
primeros borradores), donde al parecer el poeta inició la serie en 1935, a los
que se han unido se han unido una serie de sonetos de temática distinta,
algunos de los cuales se remontan a 1924 y otros fueron escritos por el poeta
durante su estancia en Nueva York.
Así, en 1984 la
familia de Lorca permitió al diario español ABC, que abonó un millón de pesetas
por soneto, que fotografiara y publicara los originales autógrafos de los once
sonetos amorosos.
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¿Pero quién podría ser el receptor o receptores de esos “Sonetos
del Amor Oscuro”?
Rapún
Para el hispanista
Ian Gibson, parece probable que fuera Rafael Rodríguez Rapún el destinatario de
tales sonetos pues según Gibson este fue «el más hondo amor de Lorca».
Tras
su viaje a Nueva York, García Lorca volvió liberado de muchos fantasmas y
complejos. Y además ya era un autor de éxito, como dramaturgo y poeta. A partir
de entonces se vuelve más explícita su homosexualidad.
Ya la ha asumido y no le asusta.
Rapún, un joven de
23 años estudiante de Ingeniería y Derecho, fue secretario de La Barraca desde 1933
(un grupo de teatro universitario que representó
obras teatrales del Siglo de Oro) por ciudades y pueblos de España. El proyecto
se frustró con el estallido de la Guerra Civil Española).
Rapún no era
homosexual, pero cayó bajo el encanto de Lorca. Una carta que conserva la Fundación García Lorca y
firmada por Rafael Rodríguez Rapún confirma
que existe una relación amorosa. Sin embargo, muchas veces le es infiel con
mujeres lo que deja a Lorca destrozado y desesperado. Parece seguro que Rapún es el
destinatario del soneto en el que el poeta manda a su amor una paloma.
La discreción de los
amigos que sobrevivieron y la ausencia de cartas y diarios íntimos dificulta el
seguimiento de su relación.
Cuando comenzó la
guerra participó en la defensa de Madrid como miliciano, antes de ir a formarse
como oficial a las escuelas populares de guerra. Rafael lo hizo en la de Lorca, Murcia,
que era la de artillería, de la que salió como teniente a defender el frente
norte de las tropas de Franco. Murió en Bárcena de Pie de Concha, cerca de
Reinosa, el 19 de agosto de 1937, un año después de la desaparición de Loraca
en Víznar, Granada. Está
enterrado en el cementerio de Ciriego, cerca de Santander.
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Poema a Ramírez de Lucas |
Ramírez de Lucas
También se tienen datos del que probablemente fuera el
último amor de Lorca, el periodista y crítico de artes Juan Ramírez de Lucas.
Ramírez conservó en
su poder una serie de documentos, fruto de su truncada relación con el poeta,
que entregó a una de sus hermanas para hacerlos públicos a su muerte (unos
diarios, una carta, un romance y un dibujo).
Según
los diarios que custodia la familia, fueron amantes clandestinos porque Ramírez
de Lucas era menor de edad en 1936. Todo habla de sus amores con el poeta granadino, documentos que muy
pocos han visto. Sin embargo, a varias de estas personas que sí han tenido
acceso a ellos no les cuadra la angustia que desprende buena parte de los
sonetos con el tono feliz que reflejan los papeles de Ramírez de Lucas en
los que habla de su relación con el poeta.
La pareja se
despidió, el mes de julio de 1936, en la estación de Atocha. Ramírez de Lucas
iba camino de Albacete, buscando el permiso familiar (la mayoría de edad era a
los 21) para poder marcharse a América con el poeta. Lorca subió al tren rumbo
a Granada para despedirse de sus padres antes de partir para México.
Los planes de la
pareja no pudieron salir peor. El padre de Ramírez de Lucas puso el grito en el
cielo y amenazó con poner el asunto en manos de la Guardia Civil si intentaba
salir de Albacete sin su autorización. Simultáneamente, desde la Huerta de San
Vicente en Granada, Lorca telefoneaba animándole a que fuera paciente y
comprendiera a su familia. Pensaba que se impondría la razón y acabarían
entendiéndolo. Luego llegó el arresto de Lorca, en casa de la familia Rosales,
y su fusilamiento el 18 de agosto de 1936..
Tras confirmarse la
muerte de Federico García Lorca, Juan Ramírez de Lucas guardó como oro en paño
los restos en papel de aquel amor de juventud, lo último una carta que le llegó
de él a Albacete datada el 18 de julio de 1936 en Granada, en la que Lorca incidía en que Juan Ramírez de Lucas
debía ser fuerte y tratar de convencer a sus padres para que respetaran sus
ideas. “Conmigo cuentas siempre. Yo soy tu mejor amigo y te pido que seas
político y no dejes que el río te lleve. Juan: es preciso que vuelvas a reír. A
mí me han pasado también cosas gordas, por no decir terribles, y las he toreado
con gracia”, se lee en uno de los párrafos.
También guardaba
Ramírez de Lucas un poema que le dedicó Lorca cuando ambos viajaban hacia
Córdoba. Según los testimonios reflejados en su diario, Lorca lo escribió sobre
la marcha, en el único papel que llevaban encima, un recibo de la Academia
Orad, donde estudiaba Ramírez de Lucas (el pago del mes de mayo de 1935).
El escritor Manuel
Francisco Reina (autor del libro “Los amores oscuros”) cree que este poema es
indicativo de que los Sonetos
del amor oscuro (que
el poeta empezó a escribir en Valencia en 1935) estuvieran
dedicados a Ramírez de Lucas y no a Rodríguez Rapún, cuya relación con Lorca,
dice, se rompió antes del viaje de Federico a Buenos Aires.
Gibson apunta
también que Luis Rosales, en cuya casa pasó el poeta sus últimos días, entregó
a Ramírez de Lucas, años después de la muerte de Lorca, una carpeta con todos
los sonetos mecanografiados que había encontrado en la buhardilla de su familia
porque «pensaban que esos documentos debían quedar en su poder».
Sin embargo, parece
ser que los investigadores de la vida de Lorca no han encontrado ninguna foto
ni ninguna mención a este y que Ramírez de Lucas ocultó hasta su muerte (no contó su relación con Lorca ni a su nuevo
compañero, con el que vivió 30 años). Que se sepa, hasta la fecha, y por razones desconocidas, la familia se niega a dar a conocer los
manuscritos.
Ramírez de Lucas
murio en Madrid en 2010 a los 93 años de edad.
Valdivieso
Y otro amor, Eduardo Rodríguez Valdivieso. Se conocieron en una fiesta de disfraces en
1931.
Valdivieso también ocultó su amistad con el poeta. Hasta
que, en los años noventa, entregó su archivo a Fuentevaqueros.
Entonces se conocieron las cartas que le había escrito García Lorca, tan
líricas y explícitas como los sonetos. También quería hacerle actor y llevarle con él fuera de
Granada, como a Rafael R. Rapún y a Juan Ramírez de Lucas.
En agosto de 2013 vieron la luz seis cartas que Lorca envió a Eduardo Rodríguez Valdivieso (en un
libro que prologó Juan de Loxa, estudioso del poeta granadino y primer director
de su Casa Natal), quien les procuró "mil escondites" por su
contenido amoroso.
Las cartas, escritas entre el otoño de 1932 y abril de
1933, se las envió Lorca a un
jovencísimo y "querido Eduardito", como dicen las misivas, que él se
ocupó de recuperar.
Rodríguez Valdivieso (que no era homosexual) fue también consejero literario de
Lorca,
y desde entonces mantuvieron una estrecha amistad, hasta la muerte del poeta,
plasmada en una intensa relación epistolar. En esas líneas, Lorca daba cuenta
de sus ensayos teatrales, conferencias, viajes y proyectos firmando "tu
leal Federico" y que quedaron escondidas hasta que De Loxa logró su cesión
al Museo-Casa Natal del poeta granadino.
"¿Querrás creer que a la única persona de Granada que
escribo es a ti? No leas mis cartas a nadie pues carta que se lee es intimidad
que se pierde", pidió Lorca en la primera de sus misivas, llenas de planes
como el "quiero que pases unos días conmigo" con el que se despedía
en una de ellas. Valdivieso estuvo con
varias veces en la Huerta de San Vicente en julio de 1936.
Cuando Valdivieso supo que Federico había muerto no supo donde esconder las
carta porque se sintió poseedor de una bomba de relojería. Los temores de
Valdivieso se pueden explicar en un marco de represión de la homosexualidad y
más en ciudades pequeñas donde era considerado el más espantoso de los
crímenes.
Como a tantos otros
amigos, Lorca, le marcó para el resto de sus días.Valdivieso guardó durante 60 años, atemorizado por posibles
las posibles represalias, las cartas de amor -no correspondido- que el poeta le
envió cuando él apenas tenía 20 años (1932) y que se conocieron en 1994. Eduardo
Rodríguez Valdivieso, fallecido en 1997 a los 83 años de edad.
¿Quién se
habría ido con él si no le hubieran asesinado en agosto de 1936?. Quizá nunca
lo sepamos?.