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EL NÚMERO PI: UN VIAJE A TRAVÉS DE LA ETERNIDAD MATEMÁTICA

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 El número π (pi) es uno de los conceptos matemáticos más enigmáticos y fascinantes que existen. Este número irracional ha cautivado a matemáticos, científicos y filósofos durante milenios, ya que representa no solo una constante matemática fundamental, sino también un símbolo de los misterios del universo y la naturaleza misma de las matemáticas.  ¿Qué es el número Pi? Pi es la relación entre la circunferencia de un círculo y su diámetro. Esto significa que, sin importar el tamaño del círculo, la longitud de la circunferencia siempre es aproximadamente 3,14159 veces el diámetro. Esta relación se simboliza con la letra griega π y se conoce desde la antigüedad, aunque su precisión y comprensión han avanzado a lo largo de los siglos. El número Pi es un número irracional , lo que significa que no puede expresarse exactamente como una fracción simple. Además, su expansión decimal es infinita y no periódica , es decir, sus dígitos no siguen ningún patrón repetitivo, lo que añade una capa d

CÉZANNE, EL PADRE DE LA PINTURA MODERNA, UN SOLITARIO INCOMPRENDIDO

Sus obras establecieron las bases de la transición entre la pintura del XIX y el nuevo y radicalmente diferente concepto artístico de los albores del siglo XX, el Cubismo.

Mientras vivió, Cézanne fue un pintor que expuso sólo de forma ocasional, que fue ignorado por la crítica y  que trabajó en medio de un gran aislamiento.

Las grandes bañistas
Un hombre solitario

Cuando a Paul Cézanne (1839-1906) le rechazaron su candidatura a la Escuela de Bellas Artes de París  aceptó un empleo en el banco de su padre. Pero no cejó, en 1862 volvió a París para dedicarse en cuerpo y alma a la  pintura.

Cézanne, entonces, se sintió de inmediato atraído por los elementos más radicales del mundo artístico parisino. Si antes había admirado a Caravaggio y a Velazquez, ahora sus gustos se inclinaban por Delacroix, Courbet y Manet, cuyos estilos y temas resultaban chocantes en el París de la época.
Fueron los años de la polémica entre el arte oficial y los nuevos pintores, lo que llevó a estos a la creación, en 1863, del Salón des Refusés. A Cézanne, por su parte, se le rechazaron todas las obras que presentó desde 1864 hasta 1870 (sus obras incluso fueron tachadas de grotescas).


La esposa de Cézanne
No fue persona de muchos amigos, aunque tuvo fuertes lazos de amistad con Zola (con el que finalmente dejó de hablarse por sentirse aludido y humillado en una obra de este. Nunca más volvieron a verse) y con Pisarro, al que consideraba como a un maestro y él su alumno (se refería él como «Dios Padre» y diciendo «Todos nosotros provenimos de Pissarro»). Pero también se relacionó con muchos de los pintores impresionistas (Monte, Manet, Renoir, Gauguin...).

El año 1886 fue crucial para Cezanne, al morir su padre en octubre, le dejó una cuantiosa herencia que le permitió conseguir la tan ansiada independencia económica para no tener que depender de la venta de sus cuadros que tenían escasísima salida. Tenía 47 años.


Desde 1890 hasta su muerte, se sucedieron acontecimientos que le hicieron aislarse más, dedicándose en exclusiva a la pintura, como el diagnóstico de su diabetes, desestabilizando su personalidad hasta el punto de romper casi todas sus relaciones (incluido con su esposa e hijo). En su retiro de la Provenza, recibe la visita de muy poca gente.

Los jugadores de cartas
Por fín el éxito

Aunque parecía tener menos dominio de la técnica que los otros impresionistas, Cézanne fue aceptado dentro del grupo y expuso en algunas de sus muestras. El éxito comercial de los impresionistas era limitado de por sí y, dentro de este grupo, las obras de Cézanne tuvieron la acogida más desfavorable. Sus pinturas provocaban burlas, indignación y sarcasmo.

En 1882 pudo exponer por primera vez en el Salón de París, gracias a la intervención de su amigo y artista Antoine Guillemet,  con Retrato de Louis.Ausguste Cézanne, padre del artista, leyendo L´Evénement, pero fue escaso el reconocimiento de la crítica oficial.


En 1889 participa en la Exposición Universal con La casa del ahorcado, y al año siguiente lo hace en Bruselas con Los XX  (un grupo marginal de pintores belgas). No obstante, su periodo idílico fue sólo temporal.

Una moderna Olimpia
En 1895 se celebró su primera exposición individual con 100 obras. Esta estuvo  organizada por el marchante de arte Vollard, quien logró en los años siguientes que subiera la cotización de los lienzos de Cézanne. Desde entonces sus pinturas se hicieron más conocidas y buscadas y obtuvo el respeto de una nueva generación de pintores, entre los que se encontraban los postimpresionistasVan Gogh y Gauguin y los jóvenes integradores del posterior movimiento que se dio en llamar Cubismo, que aceptaba prácticamente todas las rarezas de Cézanne.

A pesar del creciente reconocimiento público y la continua inclusión de sus obras en diversas exposiciones tanto naciones como internacionales, y por consiguiente el éxito financiero, Cézanne prefirió trabajar en el aislamiento artístico. Cuando le cambió la suerte llevaba ya muchos años recluido, pintando en su Provenza natal, buscando todo el día la inspiración al aire libre.

La casa del ahorcado
Era ya un pintor de prestigio al que muchos pintores jóvenes visitaban en su casa para verle trabajar y pedirle consejo durante los últimos años de su vida. Ya se había entendido su originalidad, muy diferente de la de los impresionistas.

Rompiendo moldes

Incluso hoy día, tanto su estilo como sus teorías continúan siendo misteriosas. Para unos críticos fue un pintor primitivo, tosco e infantil, para otros, un complicado maestro en los procedimientos técnicos, un maestro de la originalidad y responsable de una nueva manera de crear.

Cézanne quería ofrecer una visión auténtica de la realidad, y para ello observa los objetos desde distintos puntos de vista, lo que le lleva a representarlos desde perspectivas diferentes simultáneamente.  Con este fin, ordenaba estructuralmente todo lo que veía en formas simples y planos de color.

Paisaje de Auvers-sur-Oise 
La obra de madurez de Cézanne muestra el desarrollo de su estilo, casi arquitectónico, lo que parece indicar que, a pesar de la frecuente desesperación del propio artista, había sintetizado los elementos básicos de representación y expresividad de la pintura de un modo muy personal, geométrico. Por ejemplo, un tronco de árbol puede concebirse como un cilindro, una cabeza humana como una esfera.

Cézanne consideraba que nunca llegaba a alcanzar plenamente su objetivo, por lo que dejó la mayor parte de sus obras sin acabar (en torno al 90% de su producción, firmando también muy pocos), tal vez porque no sabía como acabarlos o tal vez por inseguridad (él mismo decía que era un aprendiz que no dominaba ni los rudimentos de la pintura) y destruyó muchas otras. Se lamentaba de su fracaso a la hora de representar la figura humana (sus obras con figuras humanas de sus últimos años revelan unas curiosas distorsiones).

Fueron las exploraciones de Cézanne de simplificación geométrica y fenómenos ópticos las que inspiraron a Picasso, Braque, Gris, Matisse y otros para experimentar con múltiples visiones aún más complejas del mismo tema, y, con el tiempo, a la fractura de la forma y la composición plana, que es en definitiva el estilo cubista.

Cézanne murió de neumonía tras haber trabajado unos días antes bajo una fuerte lluvia sin guarecerse. Fue enterrado en el antiguo cementerio en su ciudad natal de Aix-en-Provence. Sus  obras están hoy muy cotizadas.





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