Suzanne
Valadon pintó naturalezas muertas, ramos y paisajes admirados por la fuerza de
su composición y colores vibrantes, pero destacando especialmente por sus
desnudos.
Valadon fue una mujer poco
convencional que acabó convirtiéndose en una destacada y
exitosa artista que se codeó con las más grandes figuras del arte
europeo de su tiempo.
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Suzanne por Toulouse-Lautrec |
Primeros
pasos
La niñez
de Suzanne Valadon (1865-1938), cuyo verdadero nombre es Marie-Clémentine
Valade (1865-1938), estuvo marcada por las estrecheces de un hogar pobre y sin
padre, cuya madre se dedicaba a lavar y coser para la calle.
Harta de penalidades, con catorce
años, la joven Marie-Clémentine decide escapar de su hogar e irse a Paris en
busca de aventuras y emociones.
Una vez en la gran ciudad
intentará sobrevivir en las calles de Montmartre rodeada de literatos y
artistas bohemios.
A los dieciséis años consigue
entrar a trabajar en un circo como acróbata, hasta que un accidente mientras
ensayaba un salto mortal la alejó definitivamente de los escenarios.
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Suzanne por Renoir |
Por suerte para ella, aquel circo
de Montmartre era frecuentado por algunos de los pintores más reconocidos del
momento, como Renoir, Degas
o Puvis de
Chavannes, no escapando sus encantos juveniles a los ojos de estos artistas.
Fue por ello que comenzó a
trabajar de modelo para Puvis de Chavannes, entonces un maduro pintor
simbolista con el que al parecer mantuvo un romance (del que quedó
probablemente embarazada a los 18 años de su hijo Maurice).
Pero su belleza también atrajo a
muchos otros artistas para los que más tarde igualmente posaría, como
Renoir, Zandomeneghi Degas o Lautrec, con algunos
de los cuales también tendría relaciones íntimas.
Marie-Clémentine
se hizo asidua de la vida nocturna del barrio parisino de Montmatre.
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Autorretrato |
Modelo y
artista
Sin embargo, no perdió la oportunidad de desarrollarse como artista. A diferencia de otras jóvenes que se ganaban entonces las
vida posando para los numerosos artistas que poblaban las calles de París,
Marie-Clémentine tenía también otras inquietudes, más allá de ganarse unas
monedas como musa de los pintores. Todas las noches, casi a escondidas, la joven se dedicaba a dibujar y pintar, imitando las
técnicas que veía utilizar a sus contratadores.
Fue precisamente uno de ellos,
Degas, quien descubrió las inquietudes artísticas de la muchacha y, tras quedar admirado por su talento, la animó a continuar
pintando.
Tiempo después Marie-Clémentine
comenzó a posar para Toulouse-Lautrec. Al igual
que en los casos anteriores, la joven no sólo fue su modelo sino que compartió
lecho con el artista. El pintor también descubriría las dotes artísticas de
Marie y decide apadrinarla, ofreciéndole sus consejos y dándole clases de
pintura.
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Adán y Eva de Valadon |
En el transcurso de una fiesta que
tuvo a Marie como protagonista, Lautrec y sus colegas impresionistas rebautizaron a la joven con ajenjo, dándole
su nuevo nombre artístico, Suzanne, que les pareció más que apropiado tratándose de una hermosa muchacha que posaba desnuda antes viejos, cambiando también su apellido por el de Valadon.
Suzanne intentó casarse con Toulouse-Lautrec. Para
presionarle, ya que este se resistía, intentó suicidarse, pero el pintor no
cedió y decidió abandonarla.
Suzanne, o Marie, no cejó en su empeño de convertirse en artista, y lo consiguió. Conoció
el éxito, y con ello pudo salir a flote a pesar de las dificultades económicas
de su juventud.
Se labró un nombre en el mundo del
arte, realizando notables retratos, naturalezas muertas y paisajes, pero
destacando especialmente por sus desnudos femeninos. Esta última circunstancia
la hizo aún más célebre, pues era poco habitual que una mujer artista realizara
temas de desnudos.
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Lanzamiento de red de Valadon |
También con el tiempo este
espíritu libre se convirtió en una mujer caprichosa hasta la extravagancia. Se le conocía por llevar
consigo un manojo de zanahorias y tener una cabra para que « se comiera
sus malos dibujos » en un estudio donde alimentaba a sus gatos con caviar los viernes.
Sus
primeras exposiciones tuvieron lugar a comienzos de los 1890, y se componían
principalmente de retratos. Fue una artista perfeccionista que se podía pasar
años trabajando en sus cuadros antes de exponerlos.
En 1894, Suzanne Valadon fue la primera mujer que
administraba laSociété Nationale des Beaux-Arts.
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habitación azul de Valadon |
Una agitada vida amorosa
Suzanne mantuvo numerosos
romances, no sólo con sus amigos los pintores impresionistas, sino por ejemplo
con Eric Satie, famoso pianista y compositor (a quién incluso retrató) pero al
que rechazó su petición de matrimonio.
Entretanto, su hijo Maurice iba
creciendo, y causando numerosos problemas durante varios años, pues tenía un
comportamiento violento y tratos con el alcohol a pesar de su juventud. Pero
todo cambió para el niño cuando un amigo de su madre, el español Miguel Utrillo
y Molins, un ingeniero, pintor, decorador, crítico y promotor artístico, adoptó
al chico legalmente y le dio su apellido. Con el tiempo, Maurice también se
convertiría en pintor.
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Satie por Valadon |
Finalmente,
Suzanne se casó en 1896 con el abogado y agente de cambio y
bolsa Paul Moussis. Pero la tranquila vida que llevaba en el campo le resultaba
a la artista demasiado tediosa, por lo que trece años después de la boda
decidió abandonar a su marido y regresar a su vida bohemia y de excesos en
Montmatre.
Ya separada, Suzanne volvió a
establecerse en su antiguo estudio de la calle Cortot y vivió durante años
junto a su madre y su hijo, ya un joven y prometedor artista. Un día Maurice
apareció acompañado de un amigo llamado André Utter. El flechazo fue
instantáneo y, pese a la diferencia de edad (Utter tenía 23 años y Suzanne 48).
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Fotografía de Suzanne Valadon |
Feliz con su pareja, le describe
"hermoso como un Dios", también fue su fuente de inspiración.
En 1909, Suzanne pidió posar a André para el cuadro de Adán y Eva, uno
de los más conocidos de la artista, donde la pareja representa a los
personajes.
La pintora se casó con el joven en
1914 y mantuvo una apasionada relación amorosa que duró casi treinta años.
Valadon, su marido André y su hijo
Maurice llegaron a exponer de forma conjunta en 1932, en la Galería Moos.
Suzanne Valadon murió en 1938
rodeada de su familia y amigos artistas, entre ellos
Pablo
Picasso y
Georges Braque.
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