Para pintar su “Ofelia muerta” Millais se inspiró en la imagen
de la joven ahogada en un río de Dinamarca descrita por Shakespeare en Hamlet y considerada como una de las escenas de muerte más poéticas de la literatura.
La modelo del cuadro, Elizabeth Siddal,
fue descubierta por la "Hermandad prerrafaelita" con uno de cuyos miembros, Dante Gabriel Rosetti, acabaría casándose y posteriormente suicidándose
debido a las continuas infidelidades de su marido.
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Ofelia muerta, de Millais |
La obra
“Ofelia muerta” es una
pintura del artista británico John Everett Millais, realizada entre 1851 y 1852
que representa a Ofelia, un personaje del Hamlet (la escena se describe en el
acto IV, escena VII) de Shakespeare, mientras canta flotando en el río (al que
se ha caído mientras iba recogiendo flores) momentos antes de ahogarse.
En su momento, la obra no fue valorada positivamente cuando
fue exhibida por primera vez en la Real Academia de Londres en 1852. Sólo con
el tiempo adquirió valor y fue admirada por su belleza y la descripción
minuciosa de un paisaje natural (de las orillas del río Hogsmill en Surrey,
cerca de Londres), incluyendo el que las flores que aparecen flotando tienen
todas un significado simbólico.
En consonancia con los principios de la Hermandad
Prerrafaelita, de la que
era miembro, Millais utiliza colores brillantes, gran atención al detalle y
fidelidad a la naturaleza.
Hoy en día este cuadro está muy cotizado.
La “
Ofelia” de Millais se
realizó en dos etapas separadas. Primero pintó el paisaje: durante cinco meses
estuvo todos los días once horas intentando representarlo con precisión;
después la figura de la joven.
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Millais, autorretrato |
Ofelia fue modelada por el artista según las
características físicas de Elizabeth Siddal, una modelo de larga melena pelirroja de 19 años a la que
hacía permanecer completamente vestida en una bañera llena de agua en su
estudio.
Por otra parte, algunos
historiadores, estudiando la obras Shakesperiana han llegado a afirmar que lo
ocurrido con Ofelia pudiera está basado en una historia real ocurrida a alguien
próximo al escritor de Strafford upon Avon.
El autor
John
Everett Millais (1829-1896) fue un pintor
e ilustrador Inglés de familia acomodada que ya a la edad de once años entró a formar parte de la Royal Academy
Schools, alentado y apoyado por su madre que sentía gran inclinación por el
arte.
Fue uno de los fundadores de la Hermandad Prerrafaelita (grupo de pintores opuestos al
academicismo inglés de la época), y el más famoso exponente de su estilo. Sin
embargo, a finales de la década de 1850 Millais se fue alejando del estilo
prerrafaelita.
Sus
últimas obras fueron un gran éxito, por lo que Millais se convirtió uno de los
artistas más ricos de su época, pero en el siglo XX sus obras fueron duramente
criticadas. No obstante, ya en el siglo XXI, parece que en una nueva revisión
de su obra, el punto de vista sobre esta está cambiando.
Su obras más
controvertida es de su periodo prerrafaelita, Cristo en casa de sus padres,
al hacer referencia de forma “demasiado” realista a la clase obrera de la
Sagrada Familia (los sitúa en un desordenado taller de carpintería). También
creó polémica con un hugonote, donde representa a
una joven pareja a punto de separarse debido a los conflictos religiosos.
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Cereza madura, de Millais |
Todas
estas primeras obras de Millais fueron pintadas con gran atención a los
detalles, centrándose a menudo en la
belleza y la complejidad del mundo natural, como ocurrió en Ofelia.
Después de su matrimonio, Millais comenzó a realizar
pinturas más “comerciales” posiblemente debido a la necesidad de mantener a su
gran familia 8tenía ocho hijos). Algunos críticos lo acusaron de
"venderse" para lograr popularidad y riqueza.
Sus
admiradores, en cambio, señalaron las conexiones del artista con Whistler,
Moore o Singer Sargent. De esta época son obras como La víspera de Santa
Inés o El Sonámbulo. Otras pinturas de finales de los años 1850 y
1860 se han interpretado como anticipadas al movimiento estético, donde se
apuesta más por lo simbólico.
Los trabajos posteriores de Millais, en la década de los 70 en
adelante, hacen referencia a los grandes maestros como Joshua Reynolds y
Velázquez. Muchas
de estas pinturas eran de tema histórico como Los dos príncipes Eduardo y
Richard en la Torre (1878), El Paso del Noroeste (1874) o la Adolescencia
de Raleigh (1871). Tales pinturas indican el interés de Millais en temas
relacionados a la historia de Gran Bretaña y el imperio en expansión.
Millais
también realizó muchas pinturas con niños, alcanzando con ellas gran popularidad,
especialmente con su Bubbles (1886).
Su último
proyecto (1896) iba a ser una pintura titulada El último Trek, para
ilustrar un libro de su hijo, representando a un cazador blanco que yace muerto
en la sabana africana y cuyo cuerpo es contemplado por dos africanos. Esta fascinación por lugares
salvajes y sombrío es también evidente en sus muchas pinturas de paisajes de
este periodo (Chill octubre (1870; El Valle de ocio (Tate Britain), etc),
aunque luego volverá a los paisajes otoñales e invernales de caza y pesca de su
entorno.
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Elizabeth como Aurelia, de Rosetti |
Millais tuvo también una carrera
exitosa como ilustrador de libros.
Fue miembro de la Real Acadedmia de Artes desde 1853, llegando a
presidirla en 1896. En 1885 la reina Victoria le nombró Barón, título
hereditario.
Poco tiempo
después de ser elegido Presidente de la Academia murió de cáncer de garganta.
La modelo
Elizabeth Eleanor Sidall nació
cerca de Londres (1829-1862), siendo la mayor de seis hermanos. Poco se sabe de
su infancia y, aunque no existe constancia de que fuera a la escuela, era capaz
de leer y escribir.
Fue descubierta como modelo por el
pintor Walter Deverell en 1849 mientras trabajaba como modista en una
sombrerería de Londres. Su juventud y su belleza alejada de los cánones
académicos, la convirtieron en una de las primeras modelos de la Hermandad
Prerrafaelita.
Una de las primeras obras para las
que posó fue el lienzo “Ofelia muerta” de John Everett Millais (1852).
Elizabeth debía posar en una bañera llena de agua y Millais la pintó día tras
día durante todo el invierno. Ponía lámparas de aceite debajo de la bañera para
calentar el agua, pero se cuenta que, en una ocasión, estas se apagaron y el
agua se fue volviendo poco a poco más fría sin que Elizabeth protestara y
Millais, que permanecía absorto en su obra, tampoco se diera cuenta de permitir
salir a la joven de la bañera. El resultado fue que, al parecer, esta enfermó
gravemente de neumonía, motivo por el que su padre envió más tarde una carta a
Millais exigiéndole 50 libras por los gastos médicos ocasionados por la
enfermedad (finalmente aceptó una cifra menor).
Elízabeth posó para otros pintores
de la “Hermandad” durante algún tiempo, pero uno de estos, Dante Gabriel
Rossetti (1828-1882), que además pintor fue poeta, ilustrador y traductor, se
enamoró de ella y no sólo la pintó constantemente (Muerte de Beatriz, La
reina de corazones...) sino que se
la llevó a vivir con él y, finalmente, se casaron en 1860, aunque con la
oposición familiar de él.
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Rosetti, de Holman Hunt |
Rossetti ya no dejó que su esposa
posara para otros artistas, pero él siguió buscando nuevas modelos a las que
seducir y pintar, lo que enloqueció de celos a Elizabeth, que llegó a arrojar
al Támesis los dibujos que Rossetti hacía de otras mujeres.
Tras un año de matrimonio,
Elizabeth dio a luz una niña muerta, lo que la sumió en una profunda tristeza,
agravada por su constitución enfermiza. Comenzó por entonces a tomar láudano
para calmar sus nervios, muriendo poco después, embarazada de nuevo, de una
sobredosis de esta droga.
A pesar de sus continuas
infidelidades, Rossetti sintió mucho la muerte de su mujer, mostrando todo su
dolor en su obra “Beata Beatrix” (1863). Rossetti, además, enterró bajo la
larga cabellera de su esposa una agenda con los sonetos que había compuesto
para ella (tiempo después Rossetti recuperó el libro mandando abrir el féretro
de Elizabeth).
El manuscrito fue recuperado a pesar de que el deterioro
hacían difícil leer algunos de los
poemas. Rossetti los publicó con otros nuevos, pero no fueron bien recibidos
por algunos críticos que los tacharon de eróticos y además porque no se vio
correcto la exhumación de los restos de su esposa para recuperar el manuscrito.
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