Mozart
está considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la
historia.
Sus obras, más de seiscientas,
abarcan todos los géneros musicales de su época y están reconocidas en su
mayoría como obras maestras.
Una
capacidad prodigiosa
Con tan
sólo cinco años Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) ya dominaba instrumentos de
teclado y violín (a los tres ya tocaba el clavicordio) y componía obras
musicales. La fama de aquel niño prodigioso se extendió por los cenáculos
filarmónicos y los salones aristocráticos de Salzburgo.
Pero pronto la ciudad austriaca se quedó pequeña
para las aspiraciones de los Mozart y el padre organizó viajes y largos
periplos musicales por Europa, particularmente por Italia y Francia. En las
sucesivas giras el pequeño Mozart exhibía sus raras dotes de virtuoso. Por
ejemplo, era capaz de improvisar sobre cualquier tema que le propusieran; lo
escuchaba y de inmediato, sin siquiera ensayar, lo tocaba con increíble
soltura, añadiendo toda suerte de variaciones.
Se ha
acusado al padre de Mozart de explotar a su hijo, haciéndole tocar horas y
horas, para luego ufanarse: de que su hijo estaba acostumbrado al trabajo. Sin
embargo, sus biógrafos afirman que fue un niño feliz.
Según
los críticos musicales, Mozart aprende vorazmente de otros músicos alcanzando
un estilo elegante y apasionado.
A los
diecisiete, fue contratado como músico en la corte de Salzburgo. Pero las cosas
allí no terminaron bien.
Por fin,
en 1781 se instala en Viena, ciudad donde alcanzaría la fama que mantuvo el
resto de su vida.
En esta
época, aunque daba clases particulares y realizaba conciertos, su situación
financiera se hizo cada vez más apurada. Para mantener a su familia (tuvo seis
hijos, de los que sólo dos sobrevivieron) y los lujos que se permitían no le
bastaban sus ingresos. Desde 1783, el compositor pedía préstamos a algunos
conocidos lamentándose de «¡Cuán esquiva me es la fortuna, sobre todo en Viena,
donde no gano dinero ni encuentro trabajo, aunque me empeño en
buscarlo!».
Pero
nunca dejó de ser un compositor prolífico. De hecho, en sus años finales,
compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas.
El
maestro austriaco del Clasicismo abarcó en la composición todos los géneros
musicales de su época, desde la música sinfónica, la de cámara o la operística
hasta la coral, pero también fue un virtuoso pianista.
Posteriormente,
influirá notablemente sobre la música occidental, incluyendo a maestros como
Beethoven.
Conjeturas
sobre su muerte
Mozart
falleció a la edad de 35 años. Pero las circunstancias de su temprana muerte
fue, y siguen siendo, objeto de numerosas especulaciones. Existen infinidad de teorías
diferentes sobre la causa de la muerte del compositor.
Un año
antes de su muerte su situación financiera le provocaba, según sus biógrafos,
una ansiedad extrema, pero parece que finalmente fueron apareciendo
patrocinadores que aliviaron la carga del pago de sus deudas.
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Su tumba |
Pero su
salud empezó a declinar y su concentración disminuía. Aún así siguió
componiendo obras tan celebradas como el Réquiem o La flauta mágica.
En el
mes de octubre su salud empeoró. Se cuenta que caminaba con su esposa por el
Prater, el gran parque público de Viena, cuando
de pronto se sentó en un banco y muy agitado comentó a Constanze que alguien lo
había envenenado. El 20 de noviembre la
enfermedad se intensificó y cayó postrado en cama, sufriendo hinchazón, dolores
y vómitos.
El 5 de
diciembre, aproximadamente a la medianoche, su médico ordenó que le pusieran
compresas frías de agua y vinagre sobre la frente para bajarle la fiebre. Esto
hizo tanto efecto en él que perdió el conocimiento y no volvió a recuperarse
hasta su muerte.
A las
doce y cincuenta y cinco minutos de la madrugada, Mozart falleció.
La
inesperada y misteriosa muerte de Mozart ha suscitado gran interés desde el
principio. En el acta de defunción oficial constaba que el compositor austriaco
había fallecido a causa de una «fiebre miliar aguda», refiriéndose a una
erupción cutánea, una descripción que no basta para identificar la causa en la
medicina moderna ya que es demasiado
amplia e inexacta.
No se
llevó a cabo la autopsia debido
al avanzado estado de descomposición en que se encontraba el cadáver. Por ello,
se han propuesto multitud de teorías sobre la muerte del compositor, incluyendo
triquinosis, neumonía, afecciones cardiacas, la práctica de una sangría,
envenenamiento por mercurio (cuyas sospechas recaen en su rival Antonio
Salieri) y cálculos en el riñón un extraño achaque en el riñón.
Sin
embargo, parece que la versión más ampliamente aceptada es la muerte por una
fiebre reumática aguda que le provocó daños en las válvulas cardiacas.
Curiosidades
postreras
Su
entierro fue de tercera categoría, lo usual para miembros de la burguesía media
Su tumba está en el cementerio St. Marx de Viena siendo trasladado allí su
féretro en coche de caballos y enterrándosele al anochecer.
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Mozart a los 14 años |
Recibió
sepultura en una tumba comunitaria simple (parecida a una fosa común), pero fue
amortajado según el ritual masónico (manto negro con capucha).
La
escasa afluencia de público al entierro de Mozart no reflejó su categoría como
compositor. Sólo fue posteriormente, aunque no en tiempo muy lejano a su
muerte, que la reputación de Mozart se incrementó notablemente. Los editores se
disputaban la publicación de sus obras y los escritores la redacción de su
biografía. Sus composiciones entusiasmaban ahora al público.
Sus restos fueron sacados de su
tumba y dispersados siete años después para que ésta fuera reutilizada, lo que
hizo imposible cualquier análisis forense..
Un
documental de la televisión británica ha llegado a señalar que Mozart sufría de
un trastorno neurológico compulsivo obsesivo llamado Síndrome de Tourette (los
síntomas del Síndrome de Tourette incluyen tics y vulgaridad verbal
incontrolables) y que las pistas pueden ser encontradas en las cartas y las
partituras escritas por Mozart.
Se
aseguraba en el documental que la fascinación de Mozart con el juego de
palabras y su obsesión con relojes, tamaños de calzado y otros objetos, así
como sus bien documentados tics señalan a que sufría del mal. Ello, dijeron,
pudo haber afectado a como expresaba su genio, aunque de todos modos habría
sido un compositor brillante sin éste mal, pero que este podría haber resultado
positivo en la vida del compositor.