Se la conoce principalmente como la modelo favorita de
varios pintores, pero sobre todo de Édouard Manet, entre otras, para su
“Olimpia” y “Desayuno en la hierba”.
A menudo presentada como una borracha y una prostituta, ella fue una artista por derecho propio, llegando a exponer con regularidad en el prestigioso Salón de París varios años.
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Victorine por Manet |
La verdadera historia de
Victorine
Poco se sabe sobre la vida de Victorine Meurent. Sin
embargo, durante mucho tiempo, las especulaciones y los rumores han sido
muchos.
Entre otras muchas cosas, se ha dicho de ella que había
ejercido de prostituta o que murió joven por su adicción al alcohol.
Pero nada de eso parece ser cierto. A finales del siglo XX,
los estudiosos descubrieron que ella vivió hasta la avanzada edad de 83 años y
que había pasado la mayor parte de su vida pintando. Aun así, los datos de la
mujer que ayudó a inspirar algunos de los lienzos más emblemáticos del
impresionismo francés son incompletos.
Lo que sí sabemos es que Victorine Louise Meurent nació en París, Francia, un 18 de
febrero de 1844 en el seno de una familia modesta cuyo padre era un artesano
grabador y un tío suyo retratista, con lo que desde niña estuvo familiarizada
con el mundo del arte y que siempre albergó interés por la pintura.
Para ganarse la vida, a los dieciséis años comienza a
trabajar como modelo en el taller del pintor academicista Thomas Couture para
el que posó de 1860 a 1863. Pero también tocando música en los cafés donde acudían
los intelectuales y artistas de París.
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"Domingo de ramos", obra de Victorine |
Precisamente sería en el taller de su mentor, Thomas
Couture, donde encontraría, en 1862, Manet a Victorine quien subyugado por su
fresca belleza (se la conoció como “el camarón” por su piel rosada y su
cabellera cobriza) y cierto asomo de insolencia, la tomó enseguida como su
modelo favorita, especialmente para desnudos.
La modelo favorita de Manet
De este
modo, Victorine quedaría inmortalizada en varios lienzos de Manet, entre ellos,
su famosa “
Olympia”,
que se encuentran en el
Museo del Louvre,
o “Desayuno sobre la hierba”).
Precisamente
con ese “Desayuno sobre la hierba” (1863) se desataría el escándalo ya que aunque
los hombres jóvenes que aparecen en el lienzo están vestidos, la modelo
femenina está completamente desnuda, pero mirando al espectador sin mostrar
ningún tipo de pudor. Semejante descaro conmocionó a la crítica y al público
calificándose el lienzo como repugnante (fue rechazada su exposición en el
Salón de París de 1863). Pero sería esta “normalidad”, precisamente, lo que
haría de Manet el rompedor de las reglas convencionales en el arte y el creador
del impresionismo.
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Desayuno en la hierba |
La insistencia de Manet en que
Victorine siguiera posando para él desnuda desató todo tipo de rumores sobre su
relación, viéndosela claramente como su amante. No obstante, los estudios más
recientes apuntan al hecho de que mientras Manet murió a los 51 años de
sífilis, una enfermedad incurable, Victorine vivió muchas décadas
más, por lo que, si hubiera habido una relación sexual, Meurent probablemente
hubiera muerto mucho antes de lo que lo hizo, lo cual sugiere, según estos
estudios, que su relación pudiera haber sido puramente profesional.
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Olympia |
Aunque la verdad sea dicha, Victorine hizo muy poco para
frenar la especulación. Si “Desayuno
sobre la hierba” escandalizó por su alusión a la
actividad sexual, Olympia (1863) no
dejó nada a la imaginación. En ella,
aparece como una cortesana acostada en una cama postcoital.
Esta puede haber
sido la primera obra de la historia del arte donde un desnudo femenino se
muestra no como una figura mitológica o genérica, sino como una mujer de carne
y hueso. “Es tiempo de pintar lo que se ve”, declaraba Manet sacudiendo con
ello el mundo del arte para siempre, y nadie encarnaba mejor para él esta nueva
estética que Victorine Meurent cuya figura estaba muy alejada de los clichés
imperantes de la alta burguesía y la aristocracia.
Victorine posará para Manet varias
veces más y en respuesta a aquellos que le acusaban de usar como señuelo
erótico la desnudez de Victorine, el pintor realizó bellos retratos de
Victorine totalmente vestida.
La última vez en que Victorine
posará para Manet será una década después, en “El ferrocarril” (1873). En este
cuadro ella aparece como una respetable mujer adulta junto a una candorosa niña
en la estación parisina de Saint-Lazare. En el lienzo, una reja de hierro
parece señalar simbólicamente una separación o un cierre con el pasado y el
indicio de una nueva vida para Victorine.
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El ferrocarril |
Victorine posó para Manet en: “La
cantante callejera”, Museo de Bellas Artes, Boston (1862); Victorine Meurente
en traje de torero, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York (18629); “Desayuno
sobre la hierba”, Museo de Orsay (1862-63); “Olimpia”, Museo de Orsay (1863);
Mujer con un loro”, Museo Metropolitano de Arte (1866); “El ferrocarril”,
Galeria Nacional de Arte, Washington (1872).
Victorine pintora
Pero Victorine, mientras posaba para Manet y otros pintores, también aprendía
de ellos y asistía a clases nocturnas de pintura en la Académie Julian
para culminar sus deseos de ser artista. Y Victorine lo consiguió.
En el Salón de París se admitieron
sus obras durante varios años. Un autorretrato de Victorine fue
mostrado en el Salón de 1876, un año en el que Manet no pudo conseguir que
ninguna de sus obras fuese aceptada en él. Volvió a conseguirlo en 1879, un
logro notable dada la competencia, y esta vez, curiosamente, su trabajo fue
colgado en la misma habitación donde se exponía la obra que Manet presentó ese
año.
Expuso de nuevo en el Salón de 1885 y 1904. En 1903 fue
elegida miembro de la prestigiosa Sociétés des Artistes Français.
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La cantante callejera |
Manet y Victorine parecen haber perdido el contacto en la década
de 1870, tal vez propiciado por su rivalidad profesional.
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Mujer con un loro |
Pero para Victorine, como para la mayoría de las mujeres de
esa época y que además no pertenecían a las clases privilegiadas, vivir de su
arte no le fue fácil. Por ello, compaginaba la pintura con dar clases de
música, otro arte que se le daba bien, pero a duras penas le alcanzaba para
cubrir gastos. Por ello, se sabe, llegó incluso a pedir ayuda a la viuda de
Manet a través de una carta ya que este le había prometido una parte de los
beneficios de la venta de sus obras al haber sido esta su modelo. Siempre había
rechazada esta oferta ofrecida por Manet, pero ahora lo necesitaba
desesperadamente, comentaba en su carta, porque ya era mayor y no podía posar y
tenía que cuidar de su madre que tenía mala salud. Nunca recibió respuesta.
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Victorine vestida de torero |
A Victorine se le reconocen varios amantes, entre ellos
Alfred Stevens, el pintor belga, pero que en realidad nunca vivió de forma
permanente con un hombre. Siempre vivió de forma independiente,
pero la escasez de medios hizo que durante los últimos 20 años de su
vida compartiera casa con Marie Dufour, una profesora de piano, en Colombes, en
las afueras de París.
Se pensaba que toda la obra de Victorine se había perdido,
pero hoy día se tiene localizado un cuadro pintado por Victorine: “Domingo de
ramos” (expuesta en el Museo Municipal de Arte e Historia de la pequeña
localidad de Columbes, Francia), donde se muestra a una chica joven con un
trozo de palma para marcar una fecha en el calendario cristiano. La
obra no deja lugar a dudas de que está hecha por un artista consumado y que,
por tanto, Victorine Meurent fue mucho más que una modelo que posaba desnuda.
Meurent murió el 17 de marzo de 1927 en Columbes, todas sus
pertenencias, incluido su violín, fueron quemadas en una hoguera en 1930 cuando
se desalojó la casa donde vivió para su venta.