Fue un
pintor muy reconocido por sus
interpretaciones de temas históricos locales y por el aporte de sus pinturas a
la identidad uruguaya,
Puso tanto énfasis como relator, documentalista e ilustrador
de la historia de su país que el pueblo lo elevó a la categoría de los más
afamados héroes.
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Fiebre amarilla en Buenos Aires |
Sus primeros
pasos
Juan Manuel
Blanes nació en Montevideo (Uruguay) un 8 de junio de 1830 y fue el tercero de
los seis hijos de una familia humilde (el padre, un españolo repartidor de pan,
y la madre argentina). Sin embargo, y a pesar de sus múltiples ocupaciones para
ayudar con el sustento de la casa, pronto dio muestras de una gran capacidad
para dibujar.
En 1844
realizó su primer dibujo conocido, una imagen de la goleta inglesa Comodoro Purvis en la bahía de Montevideo.
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Cabildo abierto |
Al
finalizar la Guerra Grande (1839-51), años en los que se produce el Sito de
Montevideo y la madre decide trasladar a la familia al campo (el padre, que
permaneció en la ciudad muere en 1848), Juan Manuel comienza a trabajar como
tipógrafo en la imprenta del diario La Constitución;. De este período son también
sus primeros óleos de tema histórico, retratos y alegorías.
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Asesinato del General Flores |
Los
Blanes vuelven a Montevideo y Juan Manuel Blanes inicia su aprendizaje con
maestros locales que marcarán su camino de retratista y costumbrista.
Mientras trabaja en la imprenta
conocerá a María Linari, una mujer casada y con una hija, con la que mantendrá
una relación amorosa.
Cuando
María se queda embarazada de Juan Manuel (su hijo Juan Luis nacerá en 1857),
los dos deciden huir a la localidad de Salto (allí nacerá en 1860 su hijo,
Nicanor) , donde el artista continuó pintando por encargo.
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Blanes |
De ahí,
pasarán a vivir a Entre Ríos,
donde
el General argentino Urquiza le tomará bajo su protección y se convertirá en su
mecenas. Para él Blanes pintará los cuadros de sus victorias militares,
retratos familiares y motivos religiosos.
El reconocimiento
Pero
Blanes siente la necesidad de formarse en su arte, por lo que en solicita al
gobierno de su país una beca para viajar a Europa a estudiar pintura. Se la
conceden en 1860 por cinco años. A cambio, Blanes ofrece al Gobierno el envío
de las obras para que elija cual quedarse y la promesa de fundar una academia
de pintura a su regreso.
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Descanso |
Antes de
partir, Juan Manuel se casó con la madre de sus hijos e ingresa en la masonería
uruguaya (en la logia Fe).
Cuando
Blanes viaja a Europa para realizar su gira de perfeccionamiento y de
terminación de estudios tiene ya treinta años ha pintado ya muchas obras.
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El juramento de los treinta y tres |
En
Florencia será alumno de Antonio Ciseri con el que aprenderá anatomía pictórica
y dibujo geométrico, todo bajo una perspectiva academicista que marcará su obra
posterior.
En 1865 vuelve a
Montevideo. A partir de ese momento, realiza algunos de sus grandes cuadros de
tema histórico y costumbrista y su fama se afianza tanto en la capital uruguaya
como en Buenos Aires y Santiago de Chile.
En 1872 su obra
Un episodio de
la fiebre amarilla en Buenos Aires, que alcanzó un notable éxito en su
país, fue seleccionada para la Exposición Internacional de Viena. Otra obra muy
apreciada será
El juramento de los treinta y tres (1877), así como el
retrato que realizó a la viuda del ministro de Hacienda uruguayo, Carlota
Ferreira, donde romperá el tratamiento academicista de sus obras para acercarse
al clima luminoso del modernismo. También realizará en 1884/85 otro de sus
cuadros emblemáticos denominado
Mundo Demonio y Carne. Asimismo, comenzará a publicar artículos
sobre arte.
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Carlota Ferreira |
El calvario de los Blanes
Carlota Ferreira (viuda en esa
época en dos ocasiones) tras haber ido a su estudio a que hiciera un retrato
post morten de su marido, se convertirá en amante de Juan Manuel Blanes. Pero
en 1886, Nicanor, el hijo menor de Blanes, huye con Carlota a Buenos Aires,
donde se casa con ella. Carlota ya tenía 45 años (en el cuadro 36) y
Nicanor Blanes 26 ¡increíble! Muy poco tiempo después ella pide la nulidad
del matrimonio y lo obtiene (tiempo después ella volvería a casarse por cuarta
vez), lo que provoca que Nicanor entre en una profunda depresión.
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Añadir leyenda |
Al poco tiempo de regresar Nicanor
a Montevideo, donde padre e hijo aprenden a convivir sin recelo, la familia
Blanes sufrirá serios reveses. En 1895, muere su hermano Juan Luis, atropellado
por un vehículo, su madre, que lo acompañaba murió poco después. Nicanor
apesadumbrado va a dejar su casa y viaja a Europa, desde donde nunca más
regresará.
En 1899, con la esperanza de
encontrar a su hijo, Juan Manuel Blanes viaja a Pisa, pero su vida se agota en
esa ciudad y muere el 15 de abril de 1901. De Nicanor nunca más se supo nada.
Su obra
Juan
Manuel Blanes ha sido clasificado como un académico naturalista del siglo XIX
que sin embargo, supo desencorsetarse en alguna obra de la férrea disciplina
oficialista.
Sus
obras son juzgadas como de oficio impecable cuyos dibujos de trazados de
perspectiva y proyecciones tienen exactitud geométrica pero también animación
artística.
Aunque
su trayectoria artística estuvo casi siempre al servicio de una imagen documental
del relato histórico (con
Blanes la historia nacional se convirtió en tema, por ello fue llamado "el
pintor de la Patria"), su labor de retratista ocupa también buena parte de ella.
Retrata a los grandes hombres de su país, retrata de encargo a la sociedad de
su tiempo y retrata con placer a sus familiares y a sus amigos.
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Demonio, mundo y carne |
También se dedicará a la temática folklórica. En esta, Blanes adquiere el
placer de la libertad interpretativa. En “sus” gauchos, aunque no son todavía
las manchas impresionistas, procura captar la luz natural que ya iban
imponiendo otros artistas de su época. Blanes se preocupará por aislar los colores puros en medio de
ocres y grises.
También
el paisajismo uruguayo se inaugura con Blanes, aunque no recurre al paisaje en
un sentido estricto, ya que éste constituye para él en telón de fondo de sus
escenas y nunca en protagonista.
Los historiadores
del arte interpretan que ningún pintor sudamericano consiguió la admiración que Juan
Manuel Blanes consiguió en vida y que una vez muerto sigue teniendo entre sus
paisanos.
Su nombre figura en calles principales e importantes instituciones
de Uruguay además de que el museo de Historia del Arte Nacional de Montevideo lleva
también su nombre y contiene gran parte de su obra como colección permanente.