Aunque fue discípulo de Sorolla, se mantuvo fiel a un estilo
realista sobrio, de gamas más bien oscuras, bastante alejado del iluminismo
valenciano.
Cultivó el retrato, el bodegón, los paisajes y las escenas
cotidianas locales y costumbristas.
Los pasos de un artista
Manuel Benedito y Vives nace en Valencia
el 25 de diciembre de 1875.
Con tan sólo trece años se
matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en Valencia, donde
estudió bajo la dirección de
Salvá y Vilá.
Seis años después, entró en el taller de
Joaquín Sorolla, y en 1896
viajó a Madrid con su maestro, donde realizó ilustraciones para
La revista moderna y
Blanco y Negro.
Desde la entrada del nuevo siglo,
y durante cuatro años, fue pensionado en la
Academia Española
de Bellas Artes de Roma, a cuyos requerimientos produjo varias
pinturas de tema histórico, una de las cuales (
El Infierno de Dante)
recibió la Primera Medalla en la Exposición Nacional de 1904.
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Autorretrato
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Viajó por
Francia,
Bélgica y
Holanda, y en 1909 se
instaló en Volendam. Durante
este tiempo participó en diversas exposiciones tanto en España (nacionales de
BBAA e individuales en museos e instituciones) como en Europa (París, Londres,
Munich, Bruselas, Berlín, varias ediciones de la Bienal de Venecia ...) y
América (Filadelfia, Chicago, Cincinatti, Nueva York, Buenos Aires, Sao Paulo,
Santiago...). Por su obra recibió diversos premios y homenajes (primeras
medallas, académico ...).
A partir de 1904, fijó su residencia en Madrid. Se presenta a
muestras y certámenes artísticos donde es galardonado con primera medalla en
las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1904 y 1906, por los lienzos
titulados Canto vii del
Infierno de Dante y Madre, respectivamente; y con medalla de oro en la
Hispano-Francesa de 1908, así como en las Internacionales de Múnich (1909),
Bruselas (1910), Buenos Aires (1910) y Barcelona (1911).
En 1918 fue nombrado
Asesor Artístico de la Real Fábrica de Tapices. Académico en 1923 de la
Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y posteriormente de la
Real Academia de
Bellas Artes de San Carlos (Valencia), ejerció como
profesor de colorido y composición en la Escuela de San Fernando, sustituyendo a su maestro
Sorolla. Posteriormente
fue nombrado Director de la Escuela
En 1925 es nombrado Miembro
Correspondiente de la Hispanic Cociety of America de Nueva York, vocal
correspondiente de la Academia Nacional de Bellas Artes de Lisvoa, y en
1941 presidente del Patronato del Museo Sorolla
y presidente de la Asociación de Escritores y Artistas
Españoles
durante el
periodo de 1955 a 1964. En 1951 fue nombrado v
ocal del Real Patronato del Museo del
Prado. Se le nombró caballero y gran cruz de Alfonso X el Sabio.
Falleció en Madrid el 20 de junio
de 1963, aunque está enterrado en Valencia.
Con sus obras se fundó en Madrid
la Casa-Museo Benedito, que está abierta al público.
Estilo y obras
Manuel
Benedito tuvo una sólida formación técnica que mantuvo siempre en su ideario
estético, fundamentado en la admiración por la tradición pictórica española.
En su
juventud estuvo influenciado por el iluminismo sorollista e se interesó por los
temas costumbristas, aunque eludiendo los aspectos más sórdidos (como en
Vuelta
de la montería), paisajes y bodegones, pero sobre todo, es conocido por su
faceta como retratista. En este sentido, los expertos, le consideran próximo a
la contención y elegancia de algunos pintores ingleses y la sobriedad tan
estimada por él de la pintura española. Aunque, por otra parte, otros
consideran que tiene un matizado estilo impresionista de gran luminosisdad y
que en su obra se pueden apreciar influencias de la pintura flamenca. También
tiene obras de un marcado carácter simbolista.
En vida,
Benedito gozó de una elevada consideración por parte de los críticos, además de
una gran aceptación popular.
En su madurez se volcó en el
retrato; para él posaron el rey Alfonso XIII y la cantante Concha Piquer, entre
otros, que aunque son de un buen nivel de calidad, son efigies convencionales,
no muy originales.
Falleció en
Madrid, siendo su cuerpo enterrado en
Valencia, y con sus obras se fundó la
Casa-Museo Benedito en
Madrid.
Aunque su aprendizaje con Joaquín
Sorolla
pueda sugerir
lo contrario, Benedito se mantuvo fiel a un estilo
realista sobrio, de gamas más bien oscuras, bastante alejado del
iluminismo valenciano.
Los expertos consideran que en
algunas obras tempranas se aproxima a la
España negra de Ignacio Zuloaga
y
José Gutiérrez Solana, aunque habitualmente se mantiene en una corrección
estética de fácil salida comercial.