Fue uno de los artistas británicos
más populares y de vanguardia del siglo XX y está considerada como la mejor pintora
inglesa del impresionismo.
Realizó numerosos retratos donde
intenta captar la cultura de su tiempo como en sus escenas de circo, teatro,
ballet y de guerra.
El comienzo
Dame Laura Jonson (después será
conocida por el apellido de su marido, Knight) nace en Long Eaton, Derbyshire
(Inglaterra) en 1877 en el seno de una familia con constantes problemas
económicos, por lo que esto y el quedarse huérfana en la adolescencia
contribuyó a tener que trabajar tempranamente para ganarse la vida.
Con trece años de edad ingresa en
la escuela Nottingham Art School para iniciar sus estudios de pintura, y allí
será donde conozca a Harold Knight, su futuro esposo.
Fue la alumna más
joven de la historia en ingresar en la institución.
Abrirse camino como pintora no fue fácil, por lo que casarse
con Harold fue sin duda beneficioso para su carrera y poder ser reconocida como
algo más que una aficionada.
Durante su periodo docente en la
escuela de arte viajará y residirá durante cortos periodos de tiempo tanto en
Francia como en Holanda,
donde queda muy impresionada por los cuadros de la Escuela
de La Haya.
El matrimonio vive desde 1894 en
Staithes donde Laura pinta la vida rural con colores apagados. Pero en 1903 se
trasladan a la comunidad artística de Newlyn (Cornualles). El lugar le inspiraría
algunas de sus mejores obras y sus paisajes se vuelven más claros y brillantes.
Estas obras son escenas domésticas, retratos y chicas en playas de rocas con
vestidos mecidos por el viento que la descubren como una pintora impresionista. Todo ello propicia que cada vez se la tuviera más en cuenta
por su talento que por ser mujer.
En 1918, tras la I Guerra Mundial,
el matrimonio se traslada a
Londres, donde la pintura de Laura Knight evoluciona
considerablemente y cambia también su temática.
Comenzó a retratar con pasión el mundo del espectáculo, en
especial el circo, el teatro y el ballet. Los óleos aunque técnicamente
disciplinados, están llenos de poesía.
Pintaba en los ensayos, en los camerinos de las bailarinas e
incluso entre bastidores. De esta forma conoció tanto a primeras figuras del
ballet clásico (Sergei Diaghilev -fundador del Ballet Ruso en 1909-, la
bailarina Tamara Karsavina, la exitosa primera figura del ballet Olga
Spessivtseva, etc) como a humildes gentes del espectáculo del Londres de los
años veinte.
Pintó también animales salvajes adiestrados, malabaristas,
equilibristas, carromatos de gitanos bailando y payasos. Precisamente, de sus
payaos se dice que son influencia de Pablo
Picasso, de quien se sugiere que fue alumna.
En 1922 Laura Knight se fracturó la muñeca y, aunque se
recuperó, esto le obligó a dejar de pintar al óleo porque no podía aguantar el
peso de la paleta. Así tuvo que pensar en una solución artística momentánea diferente
al óleo. Se pasó al grabado.
Durante las Olimpiadas de Verano de 1928, en Amsterdam, logró
una medalla de plata con su óleo “Boxer”. En 1929 fue distinguida como “Dame
Commander” de la Orden del Imperio Británico y en 1936 fue la primera mujer
miembro de la Royal Academy.
Durante la II Guerra Mundial desempeñó el cargo de artista
oficial de guerra, trabajando para el Ministerio de Información, siendo una de
las tres mujeres británicas que durante la contienda salieron de Inglaterra.
En esos años realizó
importantes obras, como ” In For Repairs”, “A Balloon Site”, Coventry” “Ruby
Loftus screwing a breech-ring” “Take Off” y ” Factory Workshops and Land
Girls”, entre otros.
Fue así mismo artista oficial durante el Proceso de Nüremberg
en el que se juzgó a la cúpula nazi. Precisamente, durante el juicio realizó su
obra “Dock Nüremberg” en 1946.
Murió en Nottingham. el 7 de julio de 1970.
Retrató, al principio con una visión idílica e
impresionista y después con un estilo más fotográfico, la vida tranquila de la
población pesquera de Newlyn (Cornualles), la rutina de los bailarines de
ballet y los artistas de circo, a las mujeres trabajando en fábricas durante la
II Guerra Mundial, a los gitanos en su eterna existencia nómada, pero sobre
todo, intentó captar la condición humana y sus esfuerzos, sobre todo de los más
humildes, y también de personajes en contextos y momentos históricos muy
específicos como la guerra.
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Autorretrato con desnudo |
Entre el conjunto de sus obras está también su innovador
autorretrato pintando un desnudo En la obra se representa de espaldas y con el
cuello doblado de tal manera que sólo se aprecia el perfil del rostro: la
pintora da una importancia secundaria a su figura y se muestra en el proceso de
retratar sobre el lienzo la anatomía de una modelo desnuda. El novedoso punto
de vista permite al espectador observar también el lienzo con la pintura
inacabada. El cuadro reafirma el estatus de Knight como artista por derecho
propio y es una respuesta a la prohibición de pintar desnudos del natural que
sufrió durante sus años de estudiante por ser mujer.
El reconocimiento
Olvidada
o minimizada entre los grandes nombres habituales de las antologías de la
historia del arte, hoy día los expertos
consideran a Laura Knight como la mejor pintora, y figura clave, del
impresionismo inglés.
De la misma forma, estos
manifiestan que la autora inició con sus obras la transición de la pintura
victoriana a la moderna.