La Olimpiada Popular fue
organizada por el Gobierno de la II República Española como protesta al
fascismo y a la Alemania nazi de Hitler.
Iban a participar más atletas que
en las oficiales de Berlín de ese mismo año, pero nunca se llegó a celebrar
porque el día antes de su comienzo, el 18 de julio de 1936, se produjo el golpe
de Estado contra la República que daría inicio a la Guerra Civil.
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El desfile de la Olimpiada Popular
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Juegos alternativos como
protesta
La Olimpiada Popular se iba a celebrar en Barcelona entre el 19 y el 26 de julio de 1936.
Fue organizada por el
recientemente elegido gobierno del Frente Popular en el marco de la II
República Española como protesta a los Juegos Olímpicos oficiales de Berín que
iban a estar presididos por Hitler y el partido nazi (España no mandó
representantes al evento).
Iba a consistir en un evento
multideportivo alternativo a la Olimpiada oficial, pero en distinta fecha.
La Olimpiada Popular también
cambiaba la estructura de las Olimpiadas anteriores y habría diferentes formas
de participación en lo que respecta a la adscripción territorial. Se
establecieron tres categorías: nacional, regional y local. De esta manera, las
delegaciones nacionales podían mandar en cada deporte tres representaciones y
se entendía que así no serían sólo una competición entre estados, sino que
dejaba la puerta abierta a que equipos no estatales participasen en las
pruebas, como por ejemplo Alsacia o el Marruecos francés y el Marruecos
español.
Se inscribieron 6.000 atletas de 22
naciones, siendo las delegaciones de estados Unidos, Francia, Países Bajos,
Bélgica, Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Argelia las más numerosas. También hubo equipos representando a los
judíos exiliados, a Alsacia, Cataluña, Galicia y País Vasco. Los equipos de
Alemania e Italia estaban compuestos por exiliados de dichos países.
La mayoría de los atletas
pertenecían a asociaciones y clubes deportivos sindicales y partidos de
izquierda, y no a los comités deportivos estatales u olímpicos, aunque entre
ellos se encontraban algunos de alto nivel.
Se tenía previsto que los
alojamientos y hoteles construidos para la Exposición Internacional de 1929 y el Estadio de Montjuïc fuesen la sede de los juegos.
Pau Casals iba a ser el encargado
de dirigir la orquesta, con la Novena Sinfonía de Beethoven, en la inauguración
de la Olimpiada.
El fín de un sueño
En la tarde del 18 de julio de
1936 los atletas (algunos de ellos no habían podido llegar a España debido al
cierre de la frontera francesa) de las distintas delegaciones que iban a
participar en la Olimpiada Popular desfilaron por las Ramblas de Barcelona.
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Desfile de la Olimpiada Popular |
Pero en la madrugada siguiente, ya
se empezaron a oír disparos en
Barcelona lo que aceleró que muchos atletas se fueran precipitadamente (pero
por los menos unos 200 de estos atletas permanecieron en España y se unieron a
las primeras brigadas internacionales para luchar por la II República española)
y los Juegos se cancelaran a toda prisa. El levantamiento militar había
prosperado y la Guerra Civil había estallado.
Si la guerra no hubiera tenido
lugar, el 26 de julio, la plaza de España de Barcelona habría recibido a los
participantes en la carrera de 25 kilómetros, última prueba prevista de la
Olimpiada Popular.
Los Juegos de Berlín
Los Juegos Olímpicos de Berlín de
1936 (XI Olimpiada de la Era Moderna) se llevaron a cabo entre el 1 y el 16 de
agosto de ese año.
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Jesse Owens |
Participaron 3.963 deportistas
(3.632 hombres y 331 mujeres) de 49 países (Afganistán, Alemania, Argentina,
Australia, Austria, Bélgica, Bermudas, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá,
Checoslovaquia, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Egipto, Estados
Unidos, Estonia, Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia,
India, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, México,
Mónaco, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Perú, Polonia, Portugal, Reino
Unido, Rumania, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Turquía, Uruguay y Yugoslavia),
quienes compitieron en 19 deportes y 129 especialidades.
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El gesto reivindicativo del "Black Power" |
La ciudad de Berlín (en disputa con
Barcelona) fue seleccionada como sede en 1931, más de un año antes del
nombramiento de Hitler como Canciller de Alemania. A raíz de esto, Estados
Unidos tuvo la intención de boicotear los juegos sin llevar representación de
su país, pero finalmente optaron por participar. Quién no lo hizo fue España.
Hitler, como era de esperar,
aprovechó el evento deportivo para mostrar al mundo la
"magnificencia" del nazismo para lo cual encargó un elaborado
programa de difusión del mismo. Así, por ejemplo, durante la inauguración de
los Juegos, como una muestra de la grandeza del poderío alemán, sobrevoló el
estadio olímpico, momentos antes de la aparición de Hitler, el famoso dirigible
Hindenburg.
Mitos y controversias en los
Juegos de Berlín
Existen varios mitos muy
extendidos sobre los Juegos Olímpicos de Berlín. Se afirma que Adolf Hitler
habría intentado utilizar los juegos para demostrar sus teorías sobre la
superioridad racial aria (la atleta Gretel Bergmann, a pesar de ser record
nacional, un mes antes de los juegos fue excluída del equipo alemán por ser judía).
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Hitler en los Juegos de Berlín |
También se dice que Hitler no
quiso dar la mano al deportista más destaco de los Juegos, Jesé Owens, ganador
de las pruebas de 100m, 200m, 4×100m y salto de longitud, pero al parecer
Hitler sólo felicitó personalmente a los dos primeros ganadores de los Juegos (Owens
afirma en sus memorias que recibió una felicitación oficial por escrito del
gobierno alemán, pero que Rousvelt no le recibió en la Casa Blanca por estar en periodo electoral).
Otra leyenda dice que los juegos
fueron un momento de humillación para el régimen nazi, ya que algunos atletas
negros consiguieron un gran número de medallas, pero la verdad es que Alemania logró
recoger más medallas que los demás países participantes y Hitler se mostró muy
satisfecho.