Plasmar la naturaleza ha sido recurso pictórico a lo largo de toda la historia del arte, desde las pinturas rupestres hasta el Antiguo Egipto y la civilización grecorromana pasando por los países orientales.
Aunque la primera representación del paisaje como género protagonista fue en Flandes en el siglo XVI, no fue hasta mediados del siglo XIX cuando cobró su máxima expresión.
Los primeros plenairistas
|
Severin Kroyer
|
Los primeros plenairistas eligieron usar la luz natural para estudiar y conseguir determinados efectos y aplicarlos a su pintura. No obstante, al principio, incluso destacados paisajistas continuaron con la tradición de reservar la mayor parte del trabajo pictórico para el y realizar en la naturaleza únicamente bocetos.
Esta novedad se le atribuye a la escuela de Barzizón y los primeros impresionistas franceses.
La
Escuela de Barbizon
(1830.1870) fue el conjunto de pintores franceses
reunidos en torno al pueblo galo. Estos, habían dejado París como actitud de protesta y oposición al sistema vigente, no sólo en el ámbito plástico, sino también en el orden social. Su estilo se denominó Realismo pictórico y surgió como reacción al formalismo del Romanticismo, movimiento que a su vez surge como oposición al academicismo neoclásico..
|
Fatorri |
Las escenas naturales fueron la
temática más recurrente (siguiendo las ideas de Constable sobre la pintura y el
naturalismo) como elemento protagonista de su pintura y no como mero telón de
fondo de hechos dramáticos o escenas mitológicas.
Huyendo del pintoresquismo, se
enfocaron en pintar con escrupuloso detalle la naturaleza. Normalmente, tomaban
sus apuntes al aire libre para realizar sus obras definitivas en sus estudios.
|
Cézanee |
Los integrantes fundadores de la
escuela de Barbizon fueron
Théodore Rousseau,
Jean-Baptiste Camille
Corot,
Jean-François Millet y
Charles-François Daubigny.
Otros miembros fueron
Jules Dupré,
Narcisso Virgilio Díaz de
la Peña,
Albert Charpin,
Henri Harpignies,
Charles Olivier de Penne,
Félix Ziem,
Alexandre DeFaux,
Constant Troyon y
Jules Jacques Veyrassat.
Millet, por ejemplo, extendió también la idea del paisaje a figuras de
campesinos, escenas de la vida campestre, y el trabajo en los campos de
cultivo.
Durante los últimos años de la
década de 1860, los pintores de Barbizon llamaron la atención de la generación
más joven de artistas franceses estudiantes en París como Claude Monet,
Pierre-Auguste Renoir, Alfred Sisley y Frédéric Bazille que varios años después
desarrollarían la corriente artística denominada Impresionismo, poniendo en
práctica la pintura
plein air (pintura al aire libre).
|
Jean-Françoise Millet |
El plenairismo puro
El estilo realista del tratamiento
del paisaje, ligeramente romántico, de la escuela de Barcizón y su estudio
directo del natural, influirá no sólo en la pintura francesa de finales del
siglo XIX, especialmente en los impresionistas, sino también algunos pintores
de otros países fueron influenciados por la Escuela de Barbizon. Muchos de
ellos, incluso, les visitaron en su entorno para estudiar directamente el
estilo del movimiento, lo que luego normalmente se traducía en llevar a sus
países el nuevo arte.
|
Carlos de Haes |
Si bien es cierto que se le
atribuye a la Escuela de Barbizon ser los primeros del nuevo estilo de pintura
al aire libre, también es verdad que al mismo tiempo hubo en otros países de
Europa círculos de pintores reunidos en torno a las mismas propuestas
pictóricas, como los macchiaioli en Italia, el grupo inglés de la escuela de
Newlyn, los de la colonia alemana de artistas de Worpswede, los de la escuela
de Glasgow, los franceses de Pont-Aven, los de la escuela pictórica de
Dusseldorf o los daneses de la escuela de Skagen y en España, sobre todo,
aunque no exclusivamente los llamados plenairistas de Carlos de Haes.
Aspectos importantes para que
triunfara el plenairismo entre los artistas fue la comercialización a partir de
los años 1870 de los envases en tubo para la pintura al óleo. Antes de ellos,
cada pintor debía fabricar sus propios colores mezclando pigmentos
secos en polvo con aceite de linaza. Otro invento de la
misma etapa fue el tipo de caballete, estructura fácilmente transportable, con
patas telescópicas, que podía incorporar la paleta
y la caja de pinturas; lo que permitía a los pintores al
aire libre auténticas excursiones campestres, además de ser también apto para
su utilización en el estudio.
Los pintores, salían pues al campo
a pintar con sus caballetes y sombrillas, trasladando en muchas ocasiones el
atrezo necesario y a
sus modelos, a los rincones más insospechados de la naturaleza más o menos
salvaje.
La pintura
plenairista
se prolongó durante el siglo XX tanto en el Impresionismo
como en el Luminismo, el Expresionismo o el Vedutismo llegando hasta la
actualidad.
*****
CONTENIDO RELACIONADO