La obra de ambas hermanas tiene el
estilo académico de la época, pero con alguna influencia del impresionismo
Se las
considera precursoras de la incorporación de la mujer al mundo del arte en
Latinoamérica.
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De Aurora
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Rompiendo moldes
Magdalena y Aurora Mira Mena
nacieron en Santiago de Chile y pertenecieron a una familia acomodada con
vocación artística. Su propio padre, Gregorio Mira Iñiguez, fue un pintor
aficionado que había
sido alumno del pintor francés afincado en Chile Raymond Monvosin.
Al ver
Gregorio la disposición de sus dos hijas a la pintura, les impulsó a seguir la
carrera artística.
Las
hermanas Mira ingresaron en la Academia de Bellas Artes de la capital chilena
donde fueron alumnas, entre otros, del pintor Juan Mochi y el escultor José
Miguel Blanco.
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De Magdalena
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En la
segunda mitad del siglo XIX, la presencia de las mujeres en las academias de
arte era poco habitual y las hermanas Mira tuvieron que romper con muchos de
los prejuicios de la época.
No
obstante, ambas fueron incluidas dentro de la denominada “generación del medio
siglo”.
A pesar
de las dificultades que se presentaban a las mujeres artistas de esa época, no
podían, por ejemplo, realizar los cursos en la Academia donde se estudiaba el
cuerpo humano al natural, sino que debían hacerlo a través de modelos de yeso,
ambas hermanas desarrollaron plástica femenina que se impuso por su fuerza,
sensibilidad y personalidad, además de por poseer aptitudes para la pintura.
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De Magdalena
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Expusieron por primera vez cuando
Magdalena tenía 23 años y Aurora 19 en el Salón de 1884 causando una enorme
sensación. Compitiendo con grandes figuras destacadas del país, en el,
Magdalena obtuvo tres medallas de oro y Aurora una de plata. Al año siguiente,
Aurora también logró una medalla de oro con el lienzo denominado
“Agripina Metella en la Prisión”.
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De Aurora
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Siguieron participando en varios
certámenes artísticos donde ganaron otras medallas de oro y premios de
honor.
Las hermanas Mira vivirán, pues, la transición de fines de siglo XIX y el florecimiento de la pintura gracias a los salones oficiales, constituyéndose en destacadas expositoras.
Sus obras se encuentran en el Museo Nacional de Bellas Artes, en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción y en colecciones privadas.
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De Magdalena
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De Aurora
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Aurora y Magdalena fueron, entre
algunas otras, la avanzadilla del ingreso público de la mujer en el espacio del
arte chileno, el cual, hasta mediados del siglo XIX, era patrimonio exclusivo
de los hombres.
Magdalena
Mira (1859-1930)
Magdalena, la mayor de las
hermanas pintoras Mira, se dedicó especialmente al retrato en torno a temas sencillos y casi
reducidos al ámbito hogareño, en el cual situó las figuras que protagonizan sus
cuadros. También realizó algunas esculturas.
Se le reconocen ciertas innovaciones
dentro del arte chileno, por ejemplo, realizar retratos de perfil, o la autorreferencia,
es decir, mostrar cuadros suyos en otras obras, como sucede en esta obra
titulada ‘Ante el caballete’. También el hecho de que la artista eligiera un formato ovalado para
gran parte de sus obras, influyendo en la visión total de éstas.
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De Aurora |
En su
obra, objetiva y naturalista, se observa, según los expertos, un tratamiento
minucioso en la forma, obsesión de la pintora, además de lirismo y delicadeza
hasta en los temas más duros.
Desde
sus primeros lienzos al óleo, retratos y representaciones de la figura humana,
Magdalena Mira ya dio sólidas muestras de su talento pictórico y su capacidad
para crear atmósferas cálidas con extraordinaria soltura y plasticidad en sus pinceladas.
Consigue, además, traspasar los rasgos físicos de sus modelos y dotarlos de un
perfil psicológico fácilmente perceptible.
La
evolución artística de Magdalena Mira avanzó hacia el abandono progresivo del
academicismo y la búsqueda de modos de expresión propios que nacen del uso de
pinceladas sueltas y vigorosas y crean composiciones muy vanguardistas para la
época.
La
pintora vivió durante tres años en Roma y allí encontró nuevos temas de
inspiración en marinas y paisajes europeos.
Tras su
matrimonio, Magdalena interrumpió su carrera artística, cumpliendo con las
costumbres de la época. Solo volvió a tomar los pinceles como pasatiempo.
Durante viajes y estadías en Europa pintó marinas y paisajes europeos.
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Magdalena Mira
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Aurora
Mira (1863-1939)
A Aurora
se la considera, junto con su hermana Magdalena, una de las primeras mujeres
artistas de Chile.
En sus inicios apostó en su
producción por los retratos académicos y los temas mitológicos de inspiración
neoclásica, pero más tarde se inclinó,
posiblemente para diferenciarse de su hermana, por las naturalezas muertas con
una técnica de pinceladas más sueltas.
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Aurora Mira
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Sus
obras más representativas, pues, son flores y frutas dispuestas en jarrones y
fuentes sobre delicados manteles, resultando conjuntos llenos de armonía y
llamativos colores.
En sus
composiciones se distinguen influencias impresionistas como en Rosa Blanca (1925), pero también tendencias
barrocas donde se acentúan el tratamiento libre y espontáneo de sus pinceladas,
como en la obra Rosas y roca (1935).
Se dice que Aurora Mira tenía un carácter desinteresado y no
solía firmar sus cuadros, sólo algunos llevan
su firma por insistencia de sus hermanas, ni participaba por iniciativa propia en los salones de
pintura de la época. Los premios que ganó fueron gracias a familiares que
organizaban exhibiciones sin su conocimiento. Lo mismo sucedió con la venta de
sus cuadros ya que no era partidaria de venderlos, y destinaba muchos de ellos
a la decoración de casas de amigos e iglesias. En ocasiones los regalaba a
personas necesitadas para que dispusieran de ellos.
Pintó
hasta avanzada edad, dentro de lo que le permitieron sus fuerzas.
Su
producción pictórica recibió varios premios y reconocimientos, como su hermana,
además de muestras individuales de su obra.
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