Aunque coincidió en el tiempo con el Impresionismo parisino, Olga Boznanska siempre dotó a sus obras un estilo muy personal.
Aunque pintó naturalezas muertas y paisajes, adquirió fama internacional con sus retratos a los que impregnó de un profundo estudio psicológico.
Primeros años
Olga Boznanska (1865-1940) nació en Cracovia (Polonia) en el
seno de una familia adinerada (su padre era ingeniero de ferrocarriles).
Su madre estaba interesado por el arte, gusto que quizás influyera en
la joven Olga que desde temprana edad comenzaría a estudiar dibujo con artistas
locales como Józef Siedlecki, Anthony Adam Podrowski y Casimires Pochwalski.
Posteriormente realizó cursos privados de pintura en la escuela femenina de
Adrian Baraniecki.
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Niña con crisantemos |
En 1886 continuó su educación en Múnich. Allí,
como
mujer, no consiguió ser admitida en la
Academia de Bellas Artes, por lo que su aprendizaje continuó en las escuelas
privadas, Múnich Kricheldorf Karl y Wilhelm Dürr.
Debutó en 1886 en la exposición de bellas artes de la Asociación de
Amigos de Cracovia.
En 1896 decidió abrir su propio estudio y comenzó a exhibir su obra en
Munich, Varsovia, Berlín y Viena. A partir de entonces se dedicó sobre todo a
los retratos, naturalezas muertas y de vez en cuando paisajes.
Dos años más tarde llegaron los primeros éxitos. Así,
por el Retrato del pintor
Paul Nauen recibió de las manos del archiduque
austriaco una medalla de oro, y en Londres con el retrato de la
señorita Mary Breme una distinción.
En 1898, se unió a la Sociedad de Artistas de Polonia “Sztuka”, cuyo principal
objetivo era reafirmar la importancia y el carácter único del arte contemporáneo
polaco en un momento en que Polonia ya no existía como nación soberana por su partición.
París
En el mismo año, 1898, se traslada a vivir a París. En 1900 obtuvo una
medalla de oro en la exposición de una nueva galería en Londres, también
recibió un premio en la Exposición Universal de París en la cual participaba.
En el terreno personal se rompe su compromiso con el también pintor Jósef Czajkowski. Él la abandona y ella, a pesar de tener otros pretendientes después y algún amante, nunca le olvidará y tampoco se casará nunca.
En 1901, por primera vez expone en Estados Unidos, concretamente en la
ciudad de Pittsburg, y el gobierno francés adquiere dos de sus obras (El Bretón
y Retrato de la Señorita Dygat).
Se convierte en miembro de la Sociedad Nacional de Bellas Artes, así
como de la Sociedad Polaca de Literatura y Arte (Polskie
Towarzystwo Literacko- artystyczne) y también de la escuela de Munich. A un mismo tiempo, será
profesora en la Académie de la Grande Chaumière.
En 1907 el Instituto Carnegie
en Pittsburgh le concedió la medalla de plata. En 1912, junto a
Monet y Renoir, representa a Francia en una exposición en Pittsburg y en una
exposición internacional en Ámsterdam gana la medalla de plata.
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Autorretrato |
En 1914, después de los éxitos acumulados y el reconocimiento de su
obra, le fue ofrecida una plaza como profesora en la Escuela de Bellas Artes de
Cracovia, pero lo rechazó.
En 1923, esta vez junto a Bonnard y Maurice Denis, vuelve a representar
a la escuela francesa en Pittsburg.
Pero su fama se empieza a extinguir lentamente y recibe un número menor
de pedidos de retratos, con lo cual, un alquiler en un edificio de Cracovia se
convierte en su principal fuente de ingresos.
En 1937 en la Exposición Universal de París, recibió la medalla de oro
y un año más tarde vende cinco pinturas, incluyendo un retrato que compró el rey
italiano. Pero será su último éxito,
dos años más tarde, murió.
En Cracovia, el edificio donde Olga Boznanska vivía cuando iba a la
ciudad, y en el que tenía su estudio, es hoy propiedad del Museo de la Academia
de Bellas Artes de Cracovia.
Boznanska recibido de los franceses la medalla de la Legión de Honor en 1912, el Laurel de
Oro de la Academia Polaca de Literatura en 1936 y dos años después también fue
galardonada con la Orden del Renacimiento de Polonia.
Obras
Su prestigio como pintora se lo debe principalmente a los retratos, uno
de los más famosos es su Chica con crisantemos de
1898 por su carga simbolista y su penetración psicológica, pero también realizó
naturalezas muertas y paisajes.
Ya desde su estancia en Múnich decidido no cubrir la imagen terminada
en sus lienzos con barniz, y con el tiempo, en vez de tela para sus cuadros,
usaba cartón ligeramente imprimado, lo que le permitió unos efectos de color
sofisticados.
La mayoría de los expertos identifican a Olga Bpznanska con el
Impresionismo, sin embargo, otros, consideran que es un error ya que ella no
utiliza vivos colores ni la intensidad de la luz como estos (en sus obras
predominan los tonos apagados). Además, tampoco su obra está relacionada con la
naturaleza ni con acontecimientos sociales. Casi nunca pintó al aire libre y su
tratamiento de la figura humana no es un elemento más del paisaje. Por el
contrario, ella se va a centrar en plasmar en sus retratos un análisis
exhaustivo de la psicología de su modelo.
Ella nunca se consideró impresionista. Su trabajo, pues, se encontraría
en la corriente principal del post-impresionismo, es decir, en una búsqueda de
estilo personal.
Sus obras se pueden
ver en el Museo Nacional de Varsovia, Museo Nacional de Cracovia, Museo
Nacional de Poznan, Museo de Silesia o Museo d´Orsay de París, entre otros.