Es el
máximo representante del manierismo toscano en su manifestación más refinada, madura e
intelectual.
La
mayoría de sus obras son retratos de estilo cortesano preciso y frío, pero con
un esmerado tratamiento de las vestimentas y joyas,
Aprendizaje
Agnolo
Tori (o Angelo di Cosimo di
Mariano), más conocido como Agnolo
Bronzino, o Il Bronzino (adoptó como apellido su apodo) nació el 17 de
noviembre de 1503 en Monticelli,
a las afueras de Florencia, ciudad donde pasó la mayor parte de su vida,
alejándose raramente. Muy probablemente su procedencia era humilde.
Su
primer maestro fue el pintor florentino Raffaellino del Garbo, de quien
aprendió las bases del dibujo toscano.
Pero su
gran maestro fue Jacopo Pontormo en cuyo taller ingresó en 1519. Este le haría
su hijo adoptivo y de este modo tuvo un papel fundamental en la carrera
artística de El Bronzino.
Durante los siguientes años colaboró con Pontormo en la elaboración de numerosos
frescos como los de la cartuja del valle de Ema o la capilla Capponi en la
iglesia de Santa Felicita
en
Florencia. También
empezaría a acometer algunas obras en solitario, influenciado influenciado por Miguel Ángel y
Leonardo da Vinci, del cual el mismo Pontormo había sido un discípulo.
Reconocimiento
En 1530,
siendo ya un pintor afamado y reconocido, la familia Della Rovere, duques de
Urbino, se fija en él y le invitan a
trabajar a su servicio en Pésaro.
Allí
permaneció dos años y acometió la decoración de la Villa Imperial (cuyos
frescos han desaparecido) y realizó también el retrato del duque Guidobaldo II, que fue su
primer ensayo del tipo de efigie oficial que con tanto éxito elaboró
posteriormente en Florencia.
De vuelta en Florencia iba a desarrollar una carrera y un estilo independencia en
las numerosas obras religiosas que acometió. Pero también siguió asistiendo a
Pontormo en algunos proyectos decorativos como los de las villas mediceas de
Careggi y Castello.
Los
Medici
Cuando
Cosme I de Médicis se convierte en condottiero de Florencia decide llamar a su corte
a los principales pintores de la época; entre estos se encuentra Bronzino quien
trabajó para los Medici a partir de 1539.
Primero participó en las suntuosas decoraciones con las que la ciudad celebró el
matrimonio del duque Cosme y la aristócrata española Leonor Álvarez de Toledo,
después se encargó
de la decoración de la suntuosa capilla privada de Leonor en el Palazzo Vecchio donde derrochó exquisitez y
preciosismo. También se le encargó el diseño de tapicerías.
Pero su
labor más importante la ejerció como retratista oficial de Cosme I, para quien
trabajó el resto de su vida. Para él elaboró la imagen del nuevo régimen
político y el modelo de etiqueta de la corte cinquecentista que pronto se popularizó
e influyó en el retrato de corte de toda Europa.
Al morir
su maestro Pontormo en 1556, Bronzino se dedicó a terminar los frescos de la
Basílica de San Lorenzo de Florencia.
Hacia el final de su vida empezó a tomar parte en las actividades culturales de
Florencia. Fue uno de los miembros fundadores de la Academia del Diseño, y como
representante de la misma participó de las exequias de Miguel Ángel en 1564.
Bronzino
falleció el 23 de noviembre de 1572.
Obras
El
grueso de su obra son retratos, especialmente de la familia Médicis y sus
allegados. La mayoría están realizados en estilo cortesano, pero con un
esmeradísimo cuidado en el tratamiento
de las vestimentas y joyas, con colores fríos.
La
sofisticación estética de Bronzino le permitió crear un tipo de retrato en el
que, además de fijar el estatus social de sus modelos, capta la personalidad
del retratado.
Su
estética retratística creo un modelo que fue ampliamente aceptado y copiado por
otros muchos pintores de su época y posteriores.
Su técnica fue minuciosa y profundamente
analítica consiguiendo una alta calidad y tal hondura de interpretación que,
según los expertos, hacen de él uno de los primeros retratistas de todos los tiempos.
Pero además de los retratos, su otra temática preferida fue la pintura religiosa,
con formas caprichosas y elegantes a base de anatomías perfectas, así como los
frescos de varias iglesias florentinas.
También
pintó desnudos eróticos, inmortalizandolos como alegorías morales, desplegando
maestría y seducción, como su famosa Alegoría del triunfo de Venus.
Bronzino,
igualmente, desarrolló una intensa actividad literaria, publicando numerosos
poemas y formando parte de la élite ilustrada que creó la Accademia degli Umidi en
1540.
La
mayoría de las obras más populares de Bronzino están todavía en Florencia, pero
algunas también se conservan en la National Gallery de Londres.
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