Está
considerado como el pintor con más peso del academicismo francés. Fue el,
primer presidente del departamento de pintura de la Sociedad de Artistas
Franceses y el gran favorito de la clase adinerada de su época.
Sus pinturas se encuadran dentro del género realista,
haciendo interpretaciones modernas de temas clásicos de la mitología, con un
énfasis especial en el cuerpo humano femenino.
Inicios y formación
William-Adolphe
Bouguereau nació y murió en la localidad
francesa de La Rochelle (1825-1905) siendo el segundo de los cuatro hijos de
una familia pequeño-burguesa.
Cuando Boguereau tiene siete años, la familia se traslada a
vivir a Saint-Martin, en la isa de Rè, para proseguir con sus negocios, y allí
se le inscribe en la escuela donde al parecer solía llenar de dibujos sus
libros y cuadernos.
Todavía
un niño, es enviado a vivir con su joven tío Eugène, cura católico en la
iglesia de Saint-Étienne en Mortagne sur Gironde. Posiblemente fuera él quien
se percatara y alentara la sensibilidad y aptitudes artísticas de
William-Adolphe.
Por
ello, en 1839, Eugène decide enviar a su sobrino a la escuela de Pons a
estudiar arte clásico, religión e historia antigua, entre otras materias. Más
tarde, con 16 años, Bouguereau tomó clases de dibujo con Louis Sage, discípulo
de Ingres.
En el
año 1841, se traslada con su familia a Burdeos, donde el joven Bouguereau tuvo
que hacerse cargo de la contabilidad del nuevo negocio familiar (un comercio de
aceite de oliva) ya que su padre no quería que fuese artista.
Sin
embargo, ante la insistencia, su padre le dejó
finalmente inscribirse en la escuela municipal de arte, donde fue
admitido en las clases avanzadas de Jean-Paul Alaux, dos horas diarias.
Pero a
pesar de la oposición paterna, destacó. Se traslada a vivir a París gracias a
una carta de recomendación de Alaux que le procuró un empleo en el estudio de
pintura de Francois-Édouard Picot donde, según su propio testimonio, trabajó
como un esclavo sin apenas tiempo para dormir.
Finalmente,
en 1846, fue aceptado en la Escuela de Bellas Artes de París. Para complementar sus estudios, asistió a disecciones
anatómicas y estudió trajes históricos y arqueología. En 1950 gana en la Academia el Gran Premio de Roma y con él una beca
para residir y estudiar en esa ciudad, en Villa Médici.
A lo
largo de algo más de tres años viajó por Italia pintando copias de obras
maestras, y además
de las lecciones formales de pintura
y estudiar de cerca de los artistas del Renacimiento y sus obras maestras, así
como griegas, etruscas y antigüedades romanas, también estudió literatura
clásica, tema favorito en su carrera.
Fama
y reconocimiento
Cuando
volvió a su país, expuso en el Salón de París de 1854 consiguiendo una segunda
medalla que le dio popularidad y prestigio académico.
Tres
años después ya era un pintor reconocido. Fue por ello que el mismo emperador,
Napoleón III, le encargó un retrato de sí mismo y de su esposa, así como la
pintura histórica Napoléon III
visitando las inundaciones de Tarascon.
Desde
entonces, tuvo grandes admiradores de su pintura, entre los que se encontraban
la realeza, la aristocracia y las grandes fortunas de los negocios. Pero
también tuvo detractores entre los artistas contemporáneos como Gauguin, Cézanne
o Van Gogh que lo aborrecieron o
ignoraron porque encontraban su pintura anodina y sin contenido.
Pero su
fama era imparable. Tenía, además, fuertes conexiones con comerciantes de arte
que le ayudaron no sólo a vender su obras sino a obtener importantes beneficios
por ellas en toda Europa. Con sus ingresos en crecimiento, compró una gran casa y estudio en Montparnasse.
Bouguerau
se casó por primera vez en 1856 con Marie-Nelly
Monchablon, con la que tuvo cinco hijos.
y posteriormente tuvo cinco hijos.
En 1877, tanto su esposa como el único hijo que le quedaba
vivo murieron. Diecinueve años más tarde
volvería a casarse con la norteamericana, también pintora y alumna suya,
Elizabeth Gardner.
Elizabeth utilizó su influencia con su marido para abrir
muchas instituciones de arte francés a las mujeres por primera vez, incluyendo
la Academia francesa.
Por su
parte, Bouguereau consiguió a través de su matrimonio que sus obras fueran muy
apreciadas, y económicamente valoradas, por la alta burguesía de los Estados
Unidos, país de origen de su esposa.
Bouguereau
no sólo disfrutó en su tiempo de gran popularidad y valoración económica de sus
obras, sino que también recibió numerosos honores
oficiales.
Pero además de retratos, que le pagaban muy bien, recibió
encargos para decorar casas particulares, edificios públicos e iglesias, bien
con su estilo, bien con un estilo determinado, pero en cualquier caso bien
pagado.
Desde la década de 1860, Bouguereau estaba estrechamente
asociado con la prestigiosa Academia Julian , donde
dio clases y asesoramiento a los estudiantes de arte, hombres y mujeres, de
todo el mundo. Durante
varias décadas enseñó dibujo y pintura a cientos, si no miles, de estudiantes,
muchos de los cuales fueron luego famosos pintores, como Matisse o su segunda
esposa.
El 8 de
enero de 1876, Bouguereau fue elegido miembro de la Academia francesa de Bellas
Artes.
En 1881
el gobierno francés entregó el control administrativo del Salón de París a los artistas,
como consecuencia de ello se fundó la Sociedad de Artistas Franceses y
Bouguereau fue elegido el primer presidente del departamento de pintura.
En 1903
fue nombrado "Gran Oficial" de la Legión de Honor y su talento era desde hacía tiempo
reconocido internacionalmente.
Al final
del año de 1903 su precaria salud ya le impedía escribir o pintar. Murió de un
problema cardíaco, en su casa de La Rochelle, la noche del 19 de agosto de
1905.
Producción
y estilo
En sus
ochenta años de vida se le atribuyen más de ochocientas obras acabadas conocidas, aunque el paradero de muchos de ellos hoy
por hoy se desconoce.
En su propio tiempo, Bouguereau fue considerado como uno de
los pintores más grandes del mundo por la comunidad del arte académico porque
él personificaba gusto y refinamiento y el respeto a la tradición. Pero al mismo tiempo, fue duramente criticado por
los pintores vanguardistas porque para ellos era un técnico competente, pero
anclado en el pasado. Fue Degas y sus
colaboradores quienes primero utilizaron el término despectivo
"Bouguereauté" para describir un estilo artístico superficial.
Algunos
especialistas definen a Bouguereau como pintor de retratos de aspecto fotográfico,
obras religiosas hábiles y sentimentales y desnudos tímidamente eróticos,
como prototipo del dominio de las técnicas pictóricas academicistas y de las
claves sociales de la hipocresía burguesa.
También
se le define como un pintor de indudables dotes e influencia social mientras
vivió, y uno de los más hábiles artistas de su época a la hora de pintar lo que
el burgués quería mirar: mujeres hermosas, tiernas adolescentes y niñas pobres
encantadoras y muy limpias.
Las obras de Bouguereau fueron ávidamente comprados por los
millonarios americanos. Por ello, se le criticaba también que pintaba en gran
medida como respuesta al mercado, es decir, al gusto del público que compraba.
Sus
biógrafos le definen como un hombre beligerante y soberbio desde que alcanzó
los primeros éxitos oficiales, por lo
que se convirtió en un enemigo temible y despiadado con todo aquel que no viese
y reconociese su esfuerzo artístico con la 'mirada burguesa neutra'.
En muchas de sus obras, siguió el mismo enfoque clásico de
la composición, la forma y la materia de los artistas del siglo XVI,
especialmente de Rafael, su favorito, con un cuidado exquisito del contorno y
del cuerpo humano.
En sus pinturas, de género realista, utilizó temas
mitológicos haciendo interpretaciones modernas de temas clásicos, tanto paganos
como cristianos, con énfasis especial en el desnudo femenino. El mundo
idealizado de sus pinturas está lleno de diosas, ninfas, bañistas, pastoras y
vírgenes todas ellas encantadoras.
Bouguereau empleó métodos tradicionales de elaboración de
la pintura, incluyendo estudios detallados de lápiz y bocetos de aceite. Fue
concienzudo y detalla con la representación de la forma humana, particularmente
de la piel, manos y pies. También se utilizan algunos de los símbolos
religiosos y erótico de los viejos maestros, tales como la "jarra
rota", que connota la inocencia perdida.
Fue,
pues, el pintor de salón por excelencia de su generación (exhibió en la
exposiciones del Salón de París durante toda su vida) y, por tanto, según sus
detractores, enemigo de todas las ideas progresistas.
Después de 1920, Bouguereau y su arte cayeron en desgracia
debido en parte al cambio en los gustos. Pero a finales de la década de los
setenta hubo un renacimiento del interés en la pintura de figuras que
condujo a un redescubrimiento de Bouguereau y su trabajo, respaldado también por la edición
lujosa de su obra y los altos precios alcanzados en las subastas.
*****
CONTENIDO RELACIONADO