El
estilo Rococó nace en Francia a principios del siglo XVIII y se desarrolla
durante los reinados de Luis XV y Luis XVI.
La
pintura del Rococó era concebida muchas veces como parte integrante de un concepto
global de decoración de interiores de lujo.
El Rococó francés
Este movimiento artístico nació en Francia y se desarrolla entre los años
1730 y 1760 aproximadamente.
Surge como una reacción de la aristocracia francesa contra el Barroco suntuoso, palacial y
solemnemente impuesto por la corte de Luis XIV.
La
desaparición del absolutismo favoreció que la nobleza recuperar parte del
poder. Se produjo el abandono de la corte de Versalles y la retirada de la
aristocracia hacia sus propiedades, que se volvieron el centro de la “cultura
de salón” con sus reuniones sociales sofisticadas y elitistas, pero también
aconteciendo las discusiones literarias y artísticas.
Este fortalecimiento de la nobleza hizo que esta se convirtiera
entonces en el principal mecenas de las artes.
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Boucher |
En estos
salones, pues, se formó la estética del Rococó, la cual varió del interés por
la pintura histórica, que era el género anteriormente más prestigioso y que
invocaba un sentido ético, cívico y heroico típicamente masculino, a la pintura
de las escenas domésticas y campestres, o de alegorías amenas inspiradas en los
mitos clásicos, donde muchos identificaban la prevalencia del universo
femenino.
En este sentido, tuvo un creciente impacto el papel desempeñado por
las mujeres en la sociedad durante esta fase, se asumió una fuerza en la
política en toda Europa y originó que se volviesen así generosas patronas de
arte y formadoras de gusto.
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Chardin |
El
término rococó proviene de la palabra francesa "rocaille" (piedra) y
"coquille" (concha), elementos muy utilizados en la época para la
ornamentación de interiores de lujo como palacios e iglesias.
Hubo un tiempo que estuvo considerado como la culminación del Barroco, sin embargo, más tarde, los expertos
llegaron a la conclusión de que es un estilo independiente que, a diferencia
del Barroco, se caracteriza por la opulencia, la elegancia y por el empleo de
colores vivos, que contrastan con el pesimismo y la oscuridad del Barroco.
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Hogarth |
La
pintura del estilo Rococó va a terminar siendo un documento visual intimista y
despreocupado del modo de vida y de la concepción del mundo de las élites
europeas del s. XVIII. Pero también contribuyó a la decoración monumental de
las iglesias y palacios y sirvió como medio de glorificación de la fe y del
poder civil.
Estilo
La pintura rococó es, ante todo,
intimista y por ende no está destinada al público en general, sino que más bien
su consumo fue dedicado a la nobleza ilustrada y ociosa de la burguesía más
acomodada.
El
Rococó se ha definido como un arte individualista, informal y cortesano que se
caracteriza por el gusto por los temas intrascendentes pero tendiendo al
virtuosismo con pinceladas libres que recuerdan al impresionismo y una rica
paleta de colores luminosos, suaves y claros y sus formas delicadas, elegantes
y sensuales, incluso eróticas que buscan efectos evocadores en la atmósfera que
juegan un papel fundamental en la composición de la obra.
Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología,
la representación de los cuerpos desnudos, el arte oriental y especialmente los temas galantes y
amorosos. Trata, en definitiva, de reflejar lo que es agradable y refinado. Es
un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas.
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Bergmüller |
Otro
tema importante de este estilo es la decoración, que es completamente libre y asimétrica.
Muestra su predilección por las formas onduladas e irregulares y predominan los
elementos naturales como las conchas, las piedras marinas y las formas
vegetales.
Los
temas más abundantes son las fiestas galantes y campestres, las historias pastoriles
y las aventuras amorosas y cortesanas. Las composiciones son sensuales, alegres
y frescas, La mujer se convierte en el foco de inspiración, ya que es la figura
bella y sensual.
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Luis Paret |
La
pintura rococó encontró un terreno fértil también en la decoración de edificios
palaciegos e iglesias. En estos ambientes la pintura era parte de la
composición de una «obra de arte total», integrándose a la arquitectura como un
mobiliario y los objetos
decorativos.
Los historiadores del arte han tenido a menudo muchas dificultades
para intentar dar una definición del Rococó. En su caso, también aparecen para
identificar qué artistas y qué obras pueden incluirse en él. Hay algunos
ejemplos significativos que no dan lugar a dudas, pero en otras muchas
ocasiones la cuestión no queda tan clara.
Difusión
En
Francia tuvo el Rococó su gran un auge y asumió sus características más típicas
(temas galantes, sensuales, íntimos, pastoriles, escenas alegóricas y retratos)
y donde más tarde sería reconocido como patrimonio nacional. Sus figuras se presentan ricamente vestidas, colocadas
contra telones de fondo rural, jardines o parques donde la aristocracia pasa su
tiempo libre en entretenimientos sofisticados en un atmósfera soñadora
normalmente de la Antigüedad clásica.
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Lewitsky |
Pintores franceses del Rococó fueron:
Françoise Bocuher ; Antoine Watteau ; Jean-Baptiste Chardin ;
Nicolas Lancret ; Jean-Honoré Gragonard ; Jean-Marc Nattier ;
los tres Van Loo (Jean-Baptiste, Louis-Michel y charles-André ; Maurice-Quentin
de la Tour ; Jean-Baptiste Perronneau ; Françoise Lemoyne ;
Elisabeth Vigée-Le Brun ; Jean-Baptiste Pater y Alexander Roslin, entre
otros muchos.
Pero de
Francia logró difundirse por toda Europa manteniendo el modelo francés apenas
en su forma externa en Alemania, Inglaterra, Austria, Italia y en menor medida
en España, Portugal, países nórdicos e incluso llegando al continente
americano..
El
Rococó inglés fue un producto importado de Francia, y desde su introducción se
volvió una moda de las élites. Los géneros más
populares en Inglaterra fueron el retrato y
las «pinturas de conversación», escenas donde se mostraban grupos de amigos o
familiares enfrascados en conversaciones.
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Desmarées |
Pintores británicos rococós
fueron: William Hogarth, Francis Hayman, Arthur Devis,Thomas Lawrence y Thomas
Dainsborough, entre otros.
En Italia el modelo rococó francés no fue respetado en su esencia, puesto que se
alteró su alcance temático, expresándose principalmente en la decoración
monumental. En el campo de la pintura, el mayor auge ocurrió en Venecia,
alrededor de la figura predominante de Giovanni Battista Tiepolo cuyo estilo
personal era perfectamente una continuación del Barroco nativo con la adopción
de una paleta de colores leve y luminosa, construyendo formas vivaces, alegres
y llenas de gracia y movimiento, que lo hicieron caer en la órbita del Rococó,
a pesar de que su temática muy a menudo abarcaba lo sagrado o glorificado.
En
general, la temática italiana fue muy variada
yendo de la escena doméstica al paisaje urbano, pasando por alegorías mitológicas
y obras sagradas.
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Portuense |
Pintores italianos rococós italianos fueron, además del
mencionado: Sebastiano Ricci; Francesco Guard; Francesco Sugno, Giovanni
Antonio Pellegrini; Giovanni Domenico Tiepolo, Michele Rocca y Pietro Longhi,
entre otros.
Aunque
gran parte del Rococó alemán deriva directamente del francés, su principal
fuente es el desarrollo del Barroco italiano, siendo por ello, en ambos países,
la distinción entre ambos estilos una cuestión bastante difícil.
Pintores alemanes rococós fueron: Franz Antón Maulbertsch; Johann Baptist Zimmermannn; Antoine Pesne; Joseph Ignaz Appiani; Franz Antón Séller, Paul Troger; Franz
Joseph Spiegler; Hohann Georg Bergmüller; y Carlos Carlone entre otros.
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lancret |
El rococó en España se inicia
durante el reinado del monarca borbón francés Felipe V, favorecido por el
estilo churrigueresco, que había llevado al barroco al recargamiento
ornamental. Sin embargo, su influjo fue limitado. Solo se puede destacar el
empleo del estilo rococó en los proyectos decorativos de los interiores de los
palacios. En cuanto a la pintura, son escasos los artistas españoles cuyo
estilo puede calificarse como propiamente rococó.
Destacan como pintores rococós:
Luis Meléndez; Luis Paret; Antonio Viladomat, Francesc Tramulles Roig y Francesc
Pla.
Otros ejemplos de pintores rococós en otros países fueron:
John Singleton Copley (USA); Dimitry Levitsky, Ivan Argunov y Fyodor Rokotov
(Rusia); Rachel Ruysch y Jan van Huysum (Países Bajos); Carl Gustaf Pilo y
Georges Desmarées (Escandinavia); Vieira Portuense y Pedro Alexandrino de
Carvalho (Portugal) o Mestre Ataide (Brasil), entre otros.
A
mediados del siglo XVIII, el Rococó comenzó a ser criticado por la nueva
corriente neoclásica, la burguesía y la Ilustración. El estilo sobrevivió hasta
la Revolución Francesa, cuando este movimiento cayó en descrédito completo,
acusado de ser superficial, frívolo, inmoral y puramente decorativo.
A partir de la década de 1830,
volvió a ser calificado y reconocido como testimonio importante de una
determinada época de la cultura europea y del estilo de vida de un estatus
social específico, además de como bien valioso por su mérito artístico único y
propio.
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