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EL NÚMERO PI: UN VIAJE A TRAVÉS DE LA ETERNIDAD MATEMÁTICA

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 El número π (pi) es uno de los conceptos matemáticos más enigmáticos y fascinantes que existen. Este número irracional ha cautivado a matemáticos, científicos y filósofos durante milenios, ya que representa no solo una constante matemática fundamental, sino también un símbolo de los misterios del universo y la naturaleza misma de las matemáticas.  ¿Qué es el número Pi? Pi es la relación entre la circunferencia de un círculo y su diámetro. Esto significa que, sin importar el tamaño del círculo, la longitud de la circunferencia siempre es aproximadamente 3,14159 veces el diámetro. Esta relación se simboliza con la letra griega π y se conoce desde la antigüedad, aunque su precisión y comprensión han avanzado a lo largo de los siglos. El número Pi es un número irracional , lo que significa que no puede expresarse exactamente como una fracción simple. Además, su expansión decimal es infinita y no periódica , es decir, sus dígitos no siguen ningún patrón repetitivo, lo que añade una capa d

VIRGINIA WOOLF Y LOS APÓSTOLES DE CAMBRIDGE

Fue una destacada novelista, ensayista, editora y feminista durante el periodo victoriano británico y es considerada la más grande novelista de habla inglesa.

Además de escritora, fue una figura significativa del movimiento modernista londinense y del grupo de Bloomsbury, el cual ayudó a dar forma a la cultura británica de principios de siglo XX.

Virginia Woolf
Una débil salud mental

Virginia Wolf (1882-1941) fue educada en un ambiente literario y bien relacionado con asiduos visitantes a su casa de ese ámbito ya que su padre era  novelista, historiador, ensayista y biógrafo y su madre una belleza famosa de la época.

Aunque Virginia no fue a la escuela, recibió clases de profesores particulares (al igual que su hermana Vanessa y a diferencia de sus hermanos varones que sí tuvieron una educación formal) y de su padre. Pero además de respirar el ambiente literario de su hogar, también contaron con suinmensa biblioteca donde aprendieron de los clásicos y los literatos ingleses.


La repentina muerte de su madre (1895), sumió a Virginia en la primera de las que serían sus continuas depresiones. Después le sucedieron la muerte de su medio hermana Stella y la de su padre en 1905 por cáncer, cuyo ataque fue tan alarmante que tuvo que ser ingresada.

Pero quizás estas crisis nerviosas se debieran también a otras cosas. Según algunos estudios estas, estarían también relacionadas con os abusos deshonestos que ella y su hermana Vanessa padecieron a manos de sus medio hermanos George y Gerald Duckworth (hijos del primer matrimonio de su padre). Las circunstancias exactas no se conocen bien, pero se cree que contribuyó al problema psicológico que sufrió la autora, y que refleja en algunas de sus obras, aunque de forma velada debido a la rígida moral de la época victoriana.



Esta inestabilidad psíquica hacían sufrir a Virginia constantes cambios de humor y enfermedades asociadas que, aunque influyendo en su vida social, no alteraron en absoluto su producción creativa.

Virginia Woolf y su marido
El Grupo de Bloomsbury

Después de la muerte de su padre, Virginia y algunos de sus hermanos que quedaban solteros vendieron la casa familiar y compraron otra en el barrio londinense de Blooomsburyy, que se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre los que figuraban intelectuales de la talla del escritor E. M. Foster, el economista J. M. Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwing Wittgenstein y que sería conocido como el grupo o círculo de Bloomsbury.



Virginia, entonces, decidió llevar a cabo estudios en el King´s College de Cambridge y de Londres, donde conocería a varios de los futuros miembros de grupo de Bllomsbury como Lytton Strachey, Clive Bell (que posteriormente se casaría con su hermana Vanesa), Ruper Brooke, Saxon Sydney-Turner, Duncan Grant y a Leonard Woolf, un economista con el que contraería matrimonio en 1912.
Varios miembros del grupo de Bloomsbury se hicieron célebres en 1910 con una ya famosa broma en la que se disfrazaron de familia real abisinia para ser recibidos con honores de estado por la Royal Navy en el HMS-Dreadnought, buque insignia de la Armada Inglesa, en el que Virginia participó disfrazada también.

Esta acción tuvo un gran impacto teniendo en cuenta el concepto del imperialismo inglés de inicios del siglo XX y la capacidad simbólica del poderoso y novedoso buque de guerra en el contexto de la rivalidad con Alemania.

Virginia y Vita
El hecho de que un grupo de intelectuales, rompedores con los principios culturales y estéticos de la época, bisexuales muchos de ellos, llevasen a cabo una afrenta de este tipo contra la Royal Navy, una institución marcadamente clasista y rígida, fue un golpe a los valores victorianos de búsqueda ante todo de la respetabilidad social, la moralidad represiva o las actitudes aristocratizantes y además tuvo una gran carga simbólica contra la violencia y el imperialismo de la que hacía gala la Armada Británica.

Los artistas del grupo de Bloomsbury compartían ciertos criterios estéticos. Mostraban rechazo hacia la clase media alta a la que pertenecían, y se consideraban herederos de las teorías esteticistas de Walter Pater que tuvieron resonancia a finales del siglo XIX. En definitiva, este grupo se oponía a la hipocresía, querían decir  lo que pensaban y acabar con la doble moral victoriana.

Por otra parte, la ética del grupo de Bloomsbury estaba en contra de la exclusividad sexual, por lo que no sólo se relacionaron intelectualmente, sino que muchos de ellos también lo hicieron emocionalmente, sobre todo con miembros de su mismo sexo.

En este contexto, en 1922, Virginia conoció a la escritora y jardinera Vita Sackville-West, también casada como ella, con la que mantuvo una relación sexual que duró casi toda la década. Cuando acabaron su romance, las dos siguieron siendo amigas hasta la muerte de Virginia en 1941.

La obra, conversaciones y estilo de vida del Grupo de Bloomsbury influyeron en el arte y la literatura de la época entre la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Virginia Woolf

Leonard y Virginia fundaron en 1917 la célebre editorial Hogarth Press, que editó la obra de la propia Virginia y la de otros relevantes escritores, como Catherine Mansfield. T.S. Eliot, Sigmund Freud o Laurens van der Post, entre otros.

Las últimas horas de Virginia Woolf

A lo largo de su vida Virginia Wolf sufrió una enfermedad mental que hoy se cree era trastorno bipolar. Pateaba, gritaba e insultaba a la gente que más quería. Pensaba que los pájaros hablaban griego y que su madre, que había muerto 30 años antes, estaba en el cuarto con ella. Se necesitaban cuatro enfermeros para controlarla. Pero cuando se recuperaba de estas crisis, volvía a ser normal.

Pero las personas más cercanas a ella sabían que en los últimos años su salud mental había estado empeorando. Después de acabar el manuscrito de una última novela (publicada póstumamente) Entre actos, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, que destruyó su casa de Londres por los bombardeos alemanes, y la fría acogida de su biografía sobre su amigo Roger Fry empeoraron su estado hasta el punto de no poder seguir escribiendo.

El 28 de marzo de 1941 se llenó con piedras y se lanzó al río cercano a su casa de campo. Se ahogó, pero su cuerpo no fue encontrado hasta veinte días después.

Virginia Woolf de joven
Antes de suicidarse, sobre la mesa, Virginia Wolf dejó dos notas escritas, una para su esposo Leonard, y la otra para su hermana Vanessa. En la nota que le escribió a Leonard, Virginia decía que temía estar perdiendo el control otra vez. La escritora ya había sufrido tres crisis nerviosas importantes en su vida y sentía que esa vez no iba a poder recuperarse. La nota era desgarradora. En ella escribe sobre el temor que siente de perjudicar la vida de su esposo: "He empezado a oír voces, no puedo concentrarme", escribió. "Así que voy a hacer lo que me parece es lo mejor. Tú me has dado la mayor felicidad posible... No puedo seguir estropeando tu vida".

Una hora antes del suceso, su marido la había visto en su estudio y ella le había dicho que planeaba salir a caminar. No fue lejos, nada más atravesar su jardín estaba el río.

Obra e influencia

Cuando murió, Virginia Woolf había publicado ocho novelas, varias biografías y una gran cantidad de literatura de no ficción.

Comenzó a escribir profesionalmente en 1905 para Times Literary Supplement con una pieza de periodismo sobre Haworth, el hogar de la familia Brontë.

Su primera novela, Fin de viaje,  se publicó en 1915.  En esta novela, como en Noche y día la escritora ya se muestra dispuesta a romper los esquemas narrativos precedentes, pero apenas merecieron consideración por parte de la crítica. Sólo tras la publicación de La señora Dalloway y Al faro, los críticos comenzaron a elogiar su originalidad literaria.

Virginia Woolf
En estas obras llaman ya la atención la maestría técnica y el afán experimental con el tiempo narrativo y la conciencia del personaje. Ella quiso expresar el carácter de una persona a través de sus pensamientos en lugar de describir su apariencia o su comportamiento.

La última obra de Woolf, Entre actos (1941), escrita principalmente en verso, resume y magnifica sus principales preocupaciones: la transformación de la vida a través del arte, la ambivalencia sexual y la reflexión sobre temas del flujo del tiempo y de la vida.

Escribió asimismo una serie de ensayos que giraban en torno de la condición de la mujer, en los que resaltó la construcción social de la identidad femenina y reivindicó el papel de la mujer escritora.
La obra novelística de Virginia Woolf está influída por Proust, Joyce, Mansfield o Henry James, pero se distingue de ellos en que dejó de lado el realismo imperante y abandonando la convención de la historia así como la tradicional descripción de los personajes.

La reputación de Woolf decayó tras la Segunda Guerra Mundial, pero su imagen y obra fueron restablecidos en los años 70 del siglo XX con el empuje del feminismo.

Recientemente, los estudios sobre Virginia Woolf se han centrado en temas feministas y lésbicos en su obra, La ficción de Woolf también se estudia por su penetración en temas como neurosis, guerra y la moderna sociedad británica.

Tras una nueva valoración de su trayectoria literaria, Virginia Woolf ha sido clasificada como una de las grandes novelistas del siglo XX y una de las más destacadas modernistas. Además, se la considera una de las grandes renovadoras del idioma inglés. Incluso se la considera un genio de la literatura.



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