Algunos historiadores otorgan el descubrimiento de la Antártida en el s.XIX a expediciones británicas, rusas e incluso norteamericanas.
Sin embargo, otras teorías consideran el hallazgo y primer avistamiento al almirante español Gabriel de Castilla en el siglo XVII.
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Base española Gabriel de Castilla en la Antántida |
Érase un noble palentino....
El duelo antártico de Amundsen y Scott o la historia de supervivencia de Ernest Shackleton, quien logró salvar a sus 27 compañeros atrapados en el hielo, son algunas de las grandes aventuras protagonizadas en el continente austral, un lugar cuyo descubriendo aún sigue generando polémica entre los historiadores.
Algunos países otorgan el descubrimiento en el siglo XIX al marino ruso Fabián Gottlieb von Bellingshausen, al cazador de focas estadounidense Nathaniel Palmer e incluso al capitán de la Marina Real Británica Edward Bransfield. Sin embargo, otras teorías consideran que el hallazgo fue obra del almirante español Gabriel de Castilla en el año 1603.
Uno de esos personajes importantes de la historia de España del que nada o casi nada sabemos los españoles...
Gabriel de Castilla nació en Palencia en 1577 en el seno de una familia noble descendiente de los reyes de Castilla. Era hijo de Alonso de Castilla y Cárdenas y de Leonor de la Mata.
Siendo muy joven ingresó en la milicia, embarcó como capitán de Artillería hacia Nueva España. en Chile, a bordo del buque San Francisco, participa en el la exploración de ese entonces desconocido territorio.
En 1605 Gabriel se casó con Genoveva de Espinosa y Lugo de Villasante en Lima, con la que tuvo un total de seis hijos: Diego, Lorenzo, Isabel, Ana, María y Jusepe Lázaro.
En 1596, su primo hermano don Luís de Velasco y Castilla, virrey del Perú, le nombró General de El Callao y posteriormente fueron requeridos sus servicios para socorrer al gobernador García Óñez de Loyola en la Guerra del Arauco.
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Emblema de la Base |
¿Descubriendo un nuevo continente?
Por aquel entonces, en su expansión hacia el sur del continente americano, una serie de marinos y exploradores españoles y portugueses (Díaz de Solís, Magallanes, Sarmiento de Gamboa, Francisco de Hoces....) habían avanzado ya en ese descenso superando varios hitos importantes.
En este contexto, en marzo de 1603, el virrey de Perú ordenó al militar palentino dirigir la Armada del Sur y proteger las costas de Chile de los ataques de los corsarios, ya que en aquellas aguas abundaban sobre todo los piratas holandeses.
Gabriel de Castilla partió de Valparaíso al mando de tres naves: el galeón Jesús María, de 600 toneladas y 30 cañones; el Nuestra Señora de la Visitación, que había pertenecido al corsario Richard Hawkins; y el Nuestra Señora de las Mercedes, de 400 toneladas. La aventura resultaría memorable.
Parece ser que durante la travesía una fuerte tormenta obligó a la flota de Gabriel de Castilla a salir de su ruta empujándolo más allá de los 55º de latitud sur, la posición que en 1525 alcanzó el primer descubridor del paso al sur del cabo de Hornos, Francisco de Hoces. Así, la flotilla habría alcanzado los 64° de latitud sur.
La controversia
Sin embargo, poco o nada se sabría de esta singladura si no fuera por el testimonio de un marinero holandés, Laurenz Claesz, miembro igualmente de la fallida expedición de Jacob Mahu, que declara en un testimonio sin fecha, pero probablemente posterior a 1607, la latitud y la época de la travesía afirmando haber“navegado bajo el Almirante don Gabriel de Castilla con tres barcos a lo largo de las costas de Chile hacia Valparaiso, i desde allí hacia el estrecho, en el año de 1603; i estuvo en marzo en los 64 grados i allí tuvieron mucha nieve. En el siguiente mes de abril regresaron de nuevo a las costas de Chile”.
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Placa en honor a Gabriel de Castilla en la base antántica |
Esta latitud manifestada por Claesz no sería sobrepasada sino hasta 1773 por el navegante y capitán británico James Cook quien descendió hasta los 71° 10' de latitud sur.
Sin embargo, otras fuentes que también atribuyen a Gabriel de Castilla el descubrimiento de la Antártida, este habría partido de Valparaiso a bordo del navío Buena Nueva y que en el verano austral de 1603 superó los 60º de latitud sur, y observó tierras montañosas cubiertas de nieve. Las coordenadas de sus descubrimientos indican que reconoció a las islas actualmente llamadas islas Shetland del Sur (a las que llamó, por su navío, “Islas de La Buena Nueva”), la parte septentrional de la península Antártica.
En cualquier caso, según la versión de Claesz y las coordinadas que da, todo parecería indicar que llegaron hasta las islas actualmente llamadas Melchior, un remoto archipiélago sito en la antártica bahía de Dallman.
Sin embargo, a día de hoy, aún no se han encontrado documentos que confirmen de forma irrefutable la gesta de Gabriel de Castilla. Por ello, la gesta no es reconocida totalmente por la comunidad científica. Sin embargo, resulta curioso que circulasen descripciones muy concretas de unos territorios que oficialmente no fueron descubiertos hasta el siglo XIX. Concretamente, en 1622 se publicó un texto en tres idiomas en Ámsterdam, en el cual se afirmaba que a los 64º Sur hay ¨tierra muy alta y montañosa, cubierta de nieve, como el país de Noruega, toda blanca, que parecía extenderse hasta las islas Salomón¨.
La contribución del marino palentino al conocimiento geográfico antártico fue ignorada durante mucho tiempo y sólo en el último tercio del siglo XVIII comenzó a ser tenida en cuenta.
Después de Gabriel de Castilla, otros navegantes españoles llegaron a latitudes similares. Así lo hace la Fragata Aurora en 1702 o la San Miguel en 1709, antes de que en 1773 el británico James Cook descienda hasta los 71° 10´ de latitud sur.
Otros historiadores atribuyen el primer avistaje de tierras antárticas al marino holandés Dirk Gerritsz, que habría encontrado las islas Shetland del Sur. Según su relato, su nave fue desviada de curso por una tormenta después de trasponer el estrecho de Magallanes, al regreso de una expedición de pillaje a la India, en 1599. Existen dudas sobre la veracidad del relato de Gerritsz.
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Ubicación Isla Decepción |
En la actualidad, la Antártida continúa atrayendo a numerosos investigadores y su descubrimiento sigue siendo un eterno enigma.
Gabriel de Castilla murió en Lima un 20 de marzo de 1620,
Una base científica en la Antártida
El 20 de diciembre de 1989 se creó en la isla Decepción (Archipiélago de Shetland del Sur) el refugio que lleva en su honor el nombre de Gabriel de Castilla, unas instalaciones (España tiene dos en la región de la Antártida) que diez años después pasaron a considerarse base militar y sirven de apoyo a los investigadores que desarrollan los proyectos científicos (tanto biológicos como geológicos, climatológicos, etc.) en la zona austral.
En este recinto se puede contemplar una placa conmemorativa situada en el monumento que sirve de apoyo a los mástiles de las banderas para recordar al que se considera el probable descubridor en el siglo XVII . del desconocido continente blanco.
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