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URRACA DE CASTILLA Y LEÓN: LA PRIMERA REINA SOBERANA DE EUROPA Y SU LUCHA POR EL PODER

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 La reina Urraca de Castilla y León es una de las figuras más fascinantes y enigmáticas de la historia medieval española. Nació en 1081, hija del rey Alfonso VI de León y Castilla y de su segunda esposa, Constanza de Borgoña. Urraca fue la primera mujer en reinar de forma autónoma en Castilla y León, ocupando el trono entre 1109 y 1126. Su vida estuvo marcada por las complejidades políticas, las luchas internas y las tensiones familiares, y su reinado no fue fácil. Sin embargo, su figura ha despertado tanto interés por su capacidad para manejar el poder en una época dominada por hombres, como por las controversias y conflictos que rodearon su mandato. Urraca Infancia y matrimonio con Raimundo de Borgoña Urraca fue la primogénita del rey Alfonso VI, lo que le daba una posición destacada desde su nacimiento, aunque en un principio no estaba destinada a reinar. La unión de sus padres, Alfonso VI y Constanza de Borgoña, consolidó la relación entre los reinos hispánicos y los territorios fr

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LA BANDERA DE ESPAÑA: DEL SIGLO XVIII A LA ACTUALIDAD

La actual bandera española, que exceptuando el periodo de la II República solo ha variado el modelo del escudo, está basada en el mismo diseño adoptado como pabellón nacional en 1785 por el rey Carlos III.

El diseño fue una mera cuestión práctica para que el pabellón naval español no se confundiese con ninguno de los pabellones de los demás países en alta mar.

Bandera Nacional de España
De estandartes y banderas

La historia de las banderas es una historia eminentemente de insignias militares (atribuible a los romanos con su vexillum), ya que su uso como representación de la nación es muy moderno, de mediados del siglo XIX.

Anteriormente a la reunificación de España, los distintos reinos y señores feudales utilizaban sus propios blasones como enseña en sus estandartes. Cuando se unifican los reinos de España con los Reyes Católicos, estos utilizaron como pendón real uno rojo con una banda de oro rematada por cabezas de serpientes, mientras que el ejército usó una bandera carmesí cuartelada con los blasones de los reinos pertenecientes a España.





Cuando Juana, hija de los Reyes Católicos, se casa con el Archiduque de Austria Felipe "el Hermoso", se introdujo en las banderas españolas una pieza que, aunque de origen en parte extranjero, se convertiría más tarde en el símbolo hispano por antonomasia, pasando a tomar carácter secundario el color del paño donde será bordada:  la "Cruz de San Andrés" o "Aspa de Borgoña", símbolo del Archiduque, ya que Austria estaba bajo el patronazgo de San Andrés. Se incorporó como divisa en los uniformes de los Arqueros de Borgoña y mas tarde a todo el ejército, pintado sobre los vestidos para distinguirse en los combates, pues en aquella época no existían aún los uniformes y los soldados vestían trajes civiles militarizados con petos protectores. Luego pasa a las banderas que, hasta nuestros días, llevarán los soldados de España.

Aspa de Borgoña
Sin embargo, no existía todavía el concepto de Bandera Nacional tal y como lo entendemos en la actualidad. El verdadero símbolo de la nacionalidad lo constituía el Escudo Real.



Asentada en el siglo XVIII en España la Casa de Borbón, su primer monarca, Felipe V, cambió totalmente la filosofía y el diseño de las banderas de España. Este Rey va a ser el primero que dará a España un símbolo unificado y propio, al poner, sobre tela blanca, el aspa de borgoña y el escudo. No es aún una bandera nacional, pero si es el primer atisbo. Las banderas se organizan en tres grupos:

- Estandarte o bandera real: Sigue siendo de color carmesí, con el escudo real completo bordado,       añadiendo el escusón con las armas de Borbón, el Toisón de oro y el collar de la Orden del Espíritu     Santo. También se emplea la antigua bandera-escudo que ocupa todo el paño con sus blasones.
- Banderas militares: Unifica el color al blanco y regula las piezas que debe llevar.
- Pabellón de marina: Blanco, con el escudo real.



Un cambio radical

Al subir al trono Carlos III, observó que la mayoría de los países utilizaban pabellones en los que predominaba el color blanco, propio de los Borbones, que reinaban en las distintas casas europeas (España, Francia, Gran Bretaña, Sicilia, Toscana...) y, dado que estaban frecuentemente en guerra entre sí, se producían lamentables confusiones en la mar, al no poder distinguirse si el buque avistado era propio o enemigo hasta no tenerlo prácticamente encima.

Banderas elegidas por Carlos III

Por ello, encargó a su Ministro de Marina,  por Real Decreto de 28 de mayo de 1785, que le presentase varios modelos de banderas, con la única condición de ser visibles a grandes distancias. El Ministro convocó un concurso seleccionando doce bocetos de los presentados, los cuales mostró al rey. El Soberano eligió dos de ellos, a los que varió las dimensiones de las franjas, declarándolos reglamentarios el primero para la Marina de Guerra y el segundo para la Mercante. Más tarde, amplió el uso de esta bandera a todos los establecimientos dependientes de la Armada. Y de esta manera es como surgió el actual diseño de bandera nacional y sus colores para diferenciar el pabellón de España de las otras naciones.

Versión definitiva y enseña nacional

En 1793 se ordenó que este pabellón rojigualda, utilizado hasta entonces solo en los buques de guerra con el escudo reducido a dos cuarteles, ondeara también en los puertos y fuertes de la Marina y costas custodiadas por el ejército español.

Durante la Guerra de Independencia, 1808, los colores rojo y gualda fueron empleados por el pueblo y para banderas de enganche de voluntarios, y fueron oficializados como colores de las Cortes de Cádiz y de loa milicia nacional.

Bandera Nacional de la II República
La reina Isabel II, en un Real Decreto de 13 de octubre de 1843, reconocía como nacional la bandera rojigualda, ordenando que todas las unidades militares utilizaran la misma bandera. 

Aunque el uso de la rojigualda se generalizó, no fue hasta 190, mediante Real Decreto, que se dispuso que en los días de Fiesta nacional ondease la bandera en todos los edificios públicos.

Este diseño rojigualda se conserva hasta nuestros días, aunque ha habido constantes variaciones del escudo. Solamente durante la proclamación de la II República (1931)  se utilizó la bandera tricolor,  sustituyéndose en la franja inferior el rojo por el morado, constituyó un paréntesis en su uso.

En relación con el uso de la bandera, el artículo 3 de la Ley 39/1981, de 28 de octubre, establece:
La bandera de España deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado.

Por su parte, la sentencia del Tribunal Supremo del 24 de julio de 2007 aclara:
La bandera debe ondear diariamente con carácter de permanencia, no de coyuntura, no de excepcionalidad sino de generalidad y en todo momento.

Con anterioridad, la Constitución de 1978 especificaba en su artículo 4.1:
La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.

No existe, pues, un Escudo constitucional, sino una bandera constitucional, ya que el Escudo de España no aparece en la Constitución, sino en una Ley posterior.


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