En Sudán, a lo largo del Nilo, hay más de 250 pirámides, un número mucho mayor que las encontradas en Egipto.
Esta zona, conocida antiguamente como Nubia, tuvo en distintas épocas relaciones tanto de amistad como de enfrentamiento con los egipcios que influyeron en aspectos tales como enterrar a reyes y reinas en pirámides.
Los kushitas
La antigua región de Nubia se localiza hoy día en el norte de Sudán. En ella habitaron los kushitas (entre 2.600 a.C y 300 d. C) que se asentaron sucesivamente en tres reinos: Kerma (2600-1520 AC), Napata (1000-300 AC) y Meroë (300 BC-300 DC).
Las pirámides nubias fueron construidas durante los reinos de Napata y Meroë, dos reinos que estuvieron fuertemente influenciados por la antigua cultura egipcia ya que, según las épocas, fueron tanto enemigos como amigos. Pero además, en el 751 A.C., durante el reino de Napata, un rey kush llamado Piankhi, derrocó la 24ª Dinastía, unió el valle del Nilo por completo y se convirtió en el primer faraón de la 25ª Dinastía. El dominio de Napata en Egipto terminó en el 656 A.C.
Entre los años 3000 y 2.890 a. de C., los faraones solían enviar a sus ejércitos en busca de oro al sur del río Nilo, en la antigua Nubia,donde se encuentran estos monumentos. Entre sus misiones también debían hallar granito para sus estatuas y mano de obra esclava.
La región era clave para el crecimiento de Egipto. La zona conquistada fue llamada con el nombre de Reino de Kush y sus habitantes adoptaron y copiaron todo lo relativo a la cultura egipcia.
Esta influencia, entre otras cosas, les llevó a adoptar muchos de los rituales y costumbres egipcios tales como la construcción de pirámides para enterrar a reyes y reinas en tumbas o en pirámides.
Pirámides distintas a las egipcias
Estas pirámides sudanesas se encuentran cerca del río Nilo, y aunque la región estuvo enormemente influenciada por la cultura del Antiguo Egipto, son muy diferentes de las de Giza, ya que son más bajitas y estrechas.
Estos pequeños espacios, de pocos metros cuadrados, contienen grabados en las paredes que representan diversas escenas de la vida del reino de kushita, incluyendo a reyes con sus súbditos y gente adorando a dioses egipcios. En uno de estos grabados, incluso, se veían pruebas de que los reyes enterrados dentro de la pirámide eran momificados, cubiertos con joyas y enterrados en cajas de madera.
Existen dos áreas principales donde se encuentran los cuatro yacimientos de pirámides más importantes:
Uno es el que está alrededor de Karima (Reino de Napata) con los yacimientos de Al-Kurru, (tiene la tumba del rey Tanwetaman, que contiene algunas de las pinturas mejor conservadas) y Nuri (con un total de 60 pirámides). Aquí la mayoría de pirámides se encuentran en un estado deplorable o prácticamente destruidas, ya que los habitantes locales cogieron las piedras para construir sus casas, y semienterradas en la arena.
El segundo se localiza alrededor de Shendi (Reino de Meroë). En este lugar están los yacimientos de Jebel Barkal, donde (los kushitas pensaban que que era el hogar del Dios Amun, ya que la punta sobresaliente de la roca tiene la forma de una cobra con una corona, el símbolo del rey) que contiene unas 9 pirámides nubias, todas en relativamente buen estado, construidas entre el tercero y primer siglo a.C. El cementerio real de Meroë está compuesto por 100 pirámides. La mayoría están en muy buenas condiciones y el único lugar donde se realizan obras de restauración. Las pirámides de Meroe fueron declaradas como patrimonio mundial de la Unesco en 2011.
Escaso turismo
Pero estas pirámides, muchas más que las que se pueden contemplar en Egipto, y los yacimientos arqueológicos de Sudan, reciben pocos visitantes, normalmente no más de diez al día debido a que es una zona con conflictos permanentes.
El turismo está en una fase muy embrionaria y las infraestructuras para este tipo de visitas no existen.
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