En 1878 tuvo lugar en las caribeñas Islas Vírgenes, entonces propiedad de Dinamarca, la mayor revuelta laboral en la historia colonial de ese país.
Entre otros, las líderes de la revuelta fueron unas mujeres llamadas las “tres reinas” que hoy son en su país símbolo de la resistencia y los derechos laborales.
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Estatua de Mary Thomas en Copenhague |
Las revueltas
A finales de los años 70 del siglo XIX en St Croix, una colonia danesa en las actuales Islas Vírgenes estadounidenses, las sequías y los huracanes del Caribe llevaban tiempo ensañándose con la isla, lo que conllevó, además del mal tiempo, malas cosechas.
Todo ello vino a agravar la situación de los trabajadores de las plantaciones, para quienes los salarios y las condiciones laborales habían dejado de ser atractivos desde hacía mucho tiempo y preferían buscarse otros empleos o irse a otros lugares fuera de la isla a trabajar..
Sin embargo, y aunque en 1849 se había aprobado una ley aboliendo la esclavitud, esa mala racha de cosechas dificultó más de por sí a los antiguos esclavos negociar mejores sueldos o las condiciones de trabajo en el campo.
Así las cosas, el gobierno danés, ante la amenaza de quedarse sin fuerza laboral, endureció las normas para salir de St Croix. Ahora, si los antiguos esclavos querían salir de la isla debían pagar unos carísimos pasaportes o certificados de salud que en la inmensa mayoría de los casos no podían permitirse, convirtiéndose de este modo en prisioneros.
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Representación de Mary Thomas |
En este marco, en la mañana del 1 de octubre de 1878, en el llamado “día trimestral”, el único día en el año en que los trabajadores negros podían negociar sus salarios y “elegir” sus trabajos en el campo, estallaron las revueltas contra el poder blanco danés.
Las antorchas tomaron la palabra y más de cincuenta plantaciones fueron quemadas por los trabajadores. El fuego duró días, acabando con la mayor parte de la capital de St. Croix, Frederiksted.
Al incendio le siguieron saqueos, robos y combates desiguales: más de 100 "rebeldes" perdieron la vida, mientras, entre las tropas coloniales, solo se registraron dos bajas.
Aunque la historiografía danesa no recuerda estos hechos más que por encima, lo cierto es que este levantamiento laboral fue el más grande y sangriento de la historia colonial de este país. Al final, se impusieron nuevas condiciones de trabajo de la mano de obra negra en las antiguas Indias.
En pocos días, pues, las autoridades danesas controlaron la insurrección, que se saldó con doce personas condenadas a muerte, que se cumplió de forma inmediata, y decenas de antiguos esclavos encarcelados, torturados o deportados para cumplir sus condenas en Copenhague, entre ellos sus principales líderes: tres mujeres que comandaron la rebelión, llamadas las “tres reinas” (Mary, Agnes y Mathilda), Thomas Graydon, también conocido como Coronel Peter, y, según algunas versiones, una cuarta "reina" llamada Susanna Abramsen, conocida como Bottom Belly.
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Islas Vírgenes |
Las tres “reinas”
Mary Thomas, Agnes Salomon y Mathilda McBean son conocidas en Islas Vírgenes como "las tres reinas" o las "reinas del fuego" y representadas casi siempre con una antorcha en la mano. Además se las considera precursoras legendarias de las luchas por los derechos laborales en su país.
Algunos investigadores sostienen que el misterioso título con el que se las conoce a Mary, Agnes y Mathilda, tiene que ver con lo que simbolizaban las mujeres en la ancestral tradición africana.
Una gran parte de los esclavos en el Caribe provenían de la actual Ghana. En esta sociedad las mujeres eran clave. Ellas eran las que tenían el poder económico y las habilidades de organización. Eran ellas las que tenían la última palabra. Las más respetadas eran las llamadas “Madres Reinas”, las únicas que podían designan a los jefes.
De acuerdo con esta tradición africana, parece que Mary, Agnes y Mathilda tenían ese status de “Reinas Madres” en St Croix, y de ahí su papel en la organización de la revuelta laboral de 1878.
¿Quién era Mary Thomas?
Los expertos en el tema aseguran que las “tres reinas” fueron juzgadas por su participación en la rebelión y que cumplieron sus condenas en Copenhague hasta 1887, cuando fueron liberadas y envidas de vuelta a Christiansted, en St Croix. Una vez allí se pierden sus rastros.
Tampoco se sabe mucho de ellas antes de las revueltas, pero parece que Mary Thomas era oriunda de Antigua y nació en alguna fecha cercana a 1848. Se estima que llegó a St Croix en la década de 1860 para trabajar en las plantaciones y que vivía en una zona llamada Sprat Hall, donde se cree que tuvo tres hijos y que fue arrestada en una ocasión por delitos menores.
Al parecer, cuando volvio a St.Croix, Mary Thomas se volvió a casar en 1902 y murió en 1905 en una plantación conocida por el nombre de su dueño, Williams Delight.
Sin embargo, nada se sabe de cómo ella y las otras dos mujeres se convirtieron en las cabecillas de la revuelta de 1878.
En Dinamarca, sus nombres no dicen nada, pero en las Islas Vírgenes son sinónimo de personajes de leyenda. Una canción infantil recuerda su gesta y cada 1 octubre, decenas de personas iluminan la noche encendiendo antorchas en recuerdo de aquellos hombres y mujeres que defendieron en aquel tiempo los derechos laborales de esta isla de América.
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Las "tres reinas" |
Una estatua única
En honor a estas heroínas existe una estatua en las Islas Vírgenes que las recuerda representándolas con las antorchas.
Pero Dinamarca tenía una deuda con ellas, por eso dos escultoras, Jeannette Ehlers (Dinamarca) y La Vaughn Belle (Islas Vírgenes) decidieron saldarla interpretando la estatua que ya existe en Islas Vírgenes sobre ellas.
La obra, que fue colocada en abril de 2018 en Copenhague, cerca del lugar donde estuvieron presas las “tres reinas” representa a Mary Thomas sentada sobre una silla de mimbre, a modo de trono, descalza, con un turbante en la cabeza, la mirada al frente y con la clásica antorcha en una mano y en la otra una segadera, similar a la que utilizaban los esclavos de la época para cortar caña como símbolos de la resistencia de los esclavos y ex esclavos en las colonias danesas, en referencia al impacto colonial del país en el Caribe y como homenaje a quienes valientemente lucharon contra él (Dinamarca vendió las Islas Vírgenes a Estados Unidos en marzo de 1917).
La obra, de más de siete metros de altura y se titula "Yo soy la reina Mary". Su singularidad radica en que, además de ser una de las pocas estatuas danesas que representan a una mujer, el 98% de las estatuas en ese país nórdico son de hombres, es además de una mujer negra.
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