La mayoría de las fuentes coinciden en que el bombardeo que dejó el pueblo de Guernica devastado fue obra de la Legión Cóndor de Hitler y la aviación italiana a petición de Franco.
Los 1.300 kilos de bombas explosivas dejó un número de muertos que aún es materia de debate, pero se calcula que en el momento del ataque había en Gernica unas 10.000 personas.
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Destrucción de Guernica |
Día de mercado....y de bombas
Aunque durante los primeros meses de la Guerra Civil no se alteró drásticamente el ambiente vecinal de la villa de Guernica, a medida que el frente se acercaba, se incrementaban los efectos directos de la guerra: movilización de los jóvenes, militarización de las empresas y el racionamiento.
Gernica pertenecía a la zona republicana, pero se encontraba completamente indefensa: los pilotos republicanos se encontraban a unos 70 kilómetros de allí.
El 31 de marzo de 1937 el ejército de Franco bombardeó Durango y el temor empezó a cundir entre la población. Las autoridades locales ordenaron la construcción de diversos refugios antiaéreos.
El 26 de abril, día de mercado en la población, Guernica fue salvajemente bombardeada.
Sobre las cuatro de la tarde apareció un primer avión solitario que dejó caer algunas bombas. Empezaron a sonar las campanas en señal de alarma. Al cabo de unos quince minutos tuvo lugar la primera oleada, tres aviones en formación triangular que volaban muy bajo. El bombardeo sistemático de Gernica se prolongó durante más de tres horas.
Durante el bombardeo se lanzaron contra la población civil de Gernica un mínimo de 1.300 kilos de bombas explosivas, incendiarias y ráfagas de ametralladoras (40.000 según otras fuentes).
La localidad quedó devastada. El 85% de sus edificios completamente destruidos (271) y el resto parcialmente afectado. Los incendios no pudieron ser sofocado en varios días. Las fábricas de armamento y el puente de Errenteria, únicos objetivos estratégicos de la villa, no fueron bombardeados.
Cuando cayeron las primeras bombas la gente buscó cobijo en los lugares que consideraron más seguros o sencillamente en los sitios que estaban a su alcance. Además de los refugios municipales, también se podía acudir a las fábricas, a las bodegas y a los sótanos de los edificios. Hubo personas que prefirieron abandonar la villa y se ocultaron en el monte, entre los matorrales, en las huertas y en los caseríos, incluso en las zanjas.
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Destrucción de Guernica |
A los que huían despavoridos hacia las colinas, los cazas los persiguieron con vuelo rasante y comenzaron a disparar contra ellos, acribillándolos con ráfagas de ametralladora.
Más tarde aparecieron más bombarderos, esta vez para arrojar sobre las ruinas bombas incendiarias que propagaron el fuego y la destrucción a las zonas que aún no se habían visto golpeadas. La villa se convirtió así en masa de fuego rodeada de gigantescas nubes de humo negro.
Las tropas de Franco entraron en Gernica tres días después del bombardeo. El contingente militar franquista estaba compuesto por italianos, alemanes, moros y requetés. Mucha gente ya había huído por miedo a las represalias, especialmente aquellos que eran reconocidos como republicanos y nacionalistas.
El devastador bombardeo de Gernica ha pasado a la historia como la primera población urbana de Europa destruida sistemática y metodicamentemente, inaugurando una nueva forma de destrucción total a la que durante la II Guerra Mundial se unirían otras localidades.
¿Cuantas víctimas y por qué Guernica?
La prensa republicana cifró en centenares, incluso miles, el número de víctimas mortales. El gobierno vasco, por su parte, aseguró que los fallecidos ascendían a 1.645 personas, y los heridos, a 889.
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Legión Cóndor |
Estudios posteriores, sin embargo, calculan que los muertos fueron unos 150, una cifra muy baja respecto a la ferocidad del ataque, que explican argumentando que a muchos les había dado tiempo de huir a los bosques o guarecerse en los refugios antiaéreos. Otros opinan que los muertos fueron unos 2.000. La mayoría coincide en que el número de muertos"nunca se sabrá ya que los registros documentales desaparecieron durante la guerra.
Franco negó siempre que el ataque contra Gernika haya sido perpetrado por su ejército o por sus aliados alemanes.De hecho, durante años mantuvo que la localidad fue atacada por los propios republicanos.
Sin embargo, la opinión mayoritaria y casi unánimemente aceptada por los historiadores es que el bombardeo fue obra de la Legión Cóndor, los efectivos militares (fundamentalmente aéreos) que Hitler envió a España durante la guerra civil para que lucharan en apoyo de Franco, y de las fuerzas aéreas italianas, actuando bajo las órdenes del ejército franquista sublevado.
Hay quienes consideran que la localidad fue elegida para el bombardeo por su emplazamiento y porque su puente sobre el río tenía valor estratégico, pero también quien va más allá y asegura que lo fue por ser una ciudad abierta, sin defensa antiaérea y por tanto sin riesgos para los atacantes, y que reunía las mejores condiciones para que Hermann Goering, lugarteniente de Hitler y comandante supremo de la fuerza aérea nazi, ensayara allí los bombardeos sobre poblaciones civiles que después llevaría a cabo en otros muchos lugares durante la II Guerra Mundial.
Recuperación
La reconstrucción de la localidad se llevó a cabo durante los primeros tiempos del franquismo, durando unos cinco años. Los presos políticos fueron obligados a participar en la limpieza de calles y reconstruir edificios oficiales, pero también colaboraron asalariados y la mayoría de los vecino del pueblo.
No obstante, pese al diseño de los nuevos edificios y los jardines, nunca se llegó a reparar todo lo que se había destruido.
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El "Guernica" de Picasso |
El ambiente vecinal también se enrareció por las denuncias y los registros llevados a cabo por la Guardia Civil. Creció el miedo, la desconfianza y los recelos mutuos.
Paradójicamente, el responsable último de la destrucción de Gernica, el general Franco, fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad años después.
En Gernica hoy viven 17.000 vecinos, y el simbólico árbol de su ciudad, testigo del bombardeo, sigue en pie.
Picasso y Guernica
La prensa mundial se hizo eco inmediatamente del bombardeo de la localidad vasca.
Lo sucedido no dejó a nadie indiferente, a Pablo Picasso tampoco. El ya por aquel entonces famoso pintor, decidió plasmar aquel horror en un gigantesco óleo de 3,49 metros de anch opor 7,77 de largo, en blanco y negro.
En él no hay bombas, ni aviones de combate, ni ametralladoras, ni munición, ni ningún tipo de armamento, representa un grito desgarrador contra el horror y la barbarie de la guerra.
El “Guernica” se habría de convertir en el cuadro más famoso de los más de 45.000 que realizó en sus 91 años de vida el artista malagueño.
Este lienzo es hoy parte de la colección permanente del museo Reina Soíía de Madrid.