Este libro era una recopilación de poemas de un erudito del siglo XI llamado Omar Jayam, astrónomo y matemático además de poeta.
Los “cuartetos” de Jayam no se parecían a nada conocido. La naturaleza inquisitiva de Jayam lo llevó a cuestionar cosas que la mayoría de sus contemporáneos daban por sentado: la fe, el más allá y el significado de la vida misma.
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Representación de Omar Jayam |
Rubaiyat
En persa rubaiyat significa “cuartetos” y es el nombre que el escritor, poetas y traductor inglés Edward FitzGerald le dio a la traducción de una colección de poemas del poeta, matemático y astrónomo iráni Omar Jayam (1048-1131).
Por extensión se llaman desde entonces así a todas las traducciones y versiones de estos poema. Su estructura es la de la rima de los dos primeros versos con el último y el tercero libre.
No obstante, los expertos discrepan en que todo lo que nos ha llegado hasta hoy de los cuartetos de Jayam sean realmente suyos ya que muchos de estos han sido en gran medida reconstruidos a partir de copias diferentes y hasta es posible que en alguna recopilación haya versos no debidos a la mano del poeta.
En sus “cuartetos” Jayam trasmite sus ideas acerca de temas tan diversos como la ciencia y el conocimiento,el amor, el erotismo, la moral y el comportamiento personal, religión y teología, cómo ser feliz, la nostalgia por lo vivido, el disfrute de la vida antes de la muerte, o de dónde venimos y adónde vamos. Para Jayam, más allá de la materia no existe nada, el mundo está hecho a partir de la unión de partículas que funcionan por mera casualidad. Percibe la naturaleza con una delicadeza y sutileza especiales, acentuadas por la belleza de su lenguaje.
Omar Jayam
Jayam es conocido sobre todo por su poesía, pero en realidad fue un gran erudito que recibió una sólida educación en ciencias y filosofía. Escribió una tesis sobre Demostraciones de Álgebra y Comparación con la que logró un gran reconocimiento y prestigio que le hizo ser llamado por el sultán Malik Shah I que le encargó la construcción de un observatorio astronómico en colaboración con otros siete astrónomos y matemáticos.
Omar Jayam realizó relevantes investigaciones en astronomía, principalmente la corrección del antiguo calendario zoroástrico. Desde entonces se adoptó una nueva era, conocida como yalalí o el Seliuk.
Fue también el primero en describir el desarrollo de la potencia de un binomio con exponente natural y en establecer la idea de que las fracciones podrían constituir un campo numérico con propiedades más amplias que el campo de los números naturales.
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Ilustraciones de Edmnd Dulac |
También escribió su famoso trabajo de álgebra Tratado sobre demostraciones de problemas de álgebra, que contiene una completa clasificación de ecuaciones cúbicas resueltas geométricamente, mediante la intersección de secciones cónicas. Y es que intentó clasificar ecuaciones cuadráticas con éxito, aunque no pudo encontrar la solución para todas las ecuaciones cúbicas, a pesar de estar seguro de que era posible hacerlo, ya que en algunos casos halló soluciones geométricas.
A Omar Jayam debemos que la incógnita de las ecuaciones se llame x. Él la llamó shay ("cosa" o "algo", en árabe). El término pasó al castellano como xay, ya que la "x" tenía este sonido ("sh") en castellano antiguo y de ahí derivó en solamente la inicial x..
Trabajó también como historiador, maestro de matemáticas, astronomía medicina y filosofía entre otros disciplinas.
Su obra poética más destacable son los Rubaiyat, recopilación de hasta un millar de cuartetos. Jayam dice en ellos que la vida exige al hombre duros sacrificios porque es esclavo de sus propios prejuicios, por eso, entre tantos absurdos, no disfruta de su efímera existencia. Jayam quiere por ello convencer al hombre de que está equivocado y lo invita a que se despoje de dogmas y doctrinas, para así aprovechar los valores tangibles de la naturaleza. Confiaba poco en las promesas de su religión y su discurso de cielo e infierno, y también expresó dudas sobre la lógica de Dios.
Edward FitzGerald
Cuando el poeta victoriano Edward FitzGerald se quedó prendado de la poesía de Omar Jayam tradujo su obra, aunque en realidad no es exactamente una traducción de los poemas persas originales sino una interpretación bastante libre aunque capturando el espíritu del Rubaiyat y la cosmovisión del poeta. Sin embargo, FitzGerald no pudo imaginar la popularidad que el pequeño, pero muy profundo volumen, pronto llegaría a tener.
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Portada de una de las traducciones |
La interpretación que FitzGerald hizo del Rubaiyat también sirvió de inspiración a artistas prerrafaelitas como William Morris, quien produjo dos manuscritos del texto, el segundo de los cuales también incluía ilustraciones del pintor Edward Burne-Jones.
Artistas como Edmund Dulac y Edmund Joseph Sullivan también ilustraron otras ediciones. De hecho, una ilustración de este último eventualmente llegó a figurar en la portada del séptimo disco de los Grateful Dead, en 1971. Incluso la novela de 1942 de Ágata Christie "El dedo en movimiento" comparte título con un poema de Jayam. También se hizo una película sobre Jayam producida en Hollywood en 1957 y Martin Luther King utilizó una cita de Jayam en un discurso antibélico en 1967.
De hecho, en la década de 1960 el Rubaiyat era tan popular que más de la mitad se podía encontrar en compendios como Las citas de Bratlett y El libro Oxfrod de citas.
El Titanic
El librero inglés Henry Sotheran quiso producir el libro más espectacular jamás visto siguiendo la tradición medieval de libros enjoyados. El texto que eligió para el interior de tal fin fue la traducción de FitzGerald de los ç”cuartetos” de Jayam. El costo no le importaba.
Para esta empresa acudió a dos importantes encuadernadores de la ciudad famosos por sus diseños opulentos y exagerados, Georges Surcliffe y Francis Sangorski
Completado en 1911, después de dos años de intenso trabajo, el libro, con ilustraciones de Elihu Vedder, pasó a ser conocido como "El Gran Omar" y "El libro maravilla", gracias a su indiscutible esplendor.
Adornando su portada dorada había tres pavo reales con colas llenas de joyas y rodeados por los intrincados patrones y motivos florales típicos de los manuscritos medievales persas, mientras que en la contraportada se podía ver un buzuki griego.
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Los cuartetos de Jayam |
Más de 1.000 piedras preciosas y semipreciosas (rubíes, turquesas, esmeraldas y otras) fueron empleadas en su fabricación, junto a casi 5.000 piezas de cuero e incrustaciones de plata, marfil y ébano, además de 600 hojas de oro de 22 quilates.
Aunque la intención de Sotheran era enviar el volumen a Nueva York, el librero no quiso pagar las tasas aduaneras estadounidenses por lo que el libro regresó a Inglaterra.
Ahí Gabriel Wells lo compró en una subasta de Sotheby's por 450 libras de la época, menos de la mitad de su precio de partida de 1.000.
Al igual que Sotheran, la intención de Wells era enviar la obra maestra a Estados Unidos. Pero por desgracia el volumen no pudo ser embarcado en la nave originalmente elegida para la tarea.El siguiente barco era el Titanic, pero le destino se empeñó en hacerlo desaparecer en el naufragio.
Pero la historia no terminó con el hundimiento del Titanic ni con la extraña muerte de Sangorski, quien murió ahogado algunas semanas más tarde. Un sobrino de Sutcliffe, Stanley Bray, estaba decidido a revivir no solo el recuero del Gran Omar, sino al libro mismo. Y usando los dibujos originales de Sangorski, después de seis años de duro trabajo logró replicar el libro, el que fue guardado en la bóveda de un banco.
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Ilustraciones de Burne´Jones |
El Gran Omar, sin embargo, parecía haber nacido con mala estrella: los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial lo hicieron añicos. ,Pero Bray no se dio por vencido, sino que se dispuso a volver a producir una nueva versión, aunque esta vez el proceso no le llevó años, sino décadas.
Completado después de 40 años de trabajo intermitente, sus esfuerzos se tradujeron en otra impresionante reproducción que fue entregada en préstamo a la Biblioteca Británica, que heredó permanentemente el volumen a la muerte de Bray. "No soy supersticioso en lo más mínimo", dijo poco antes de su fallecimiento, "aunque dicen que el pavo real es un símbolo de desastres".
Una poesía muy viva
La poesía de Jayam ha resistido sin duda el paso del tiempo. En su Irán natal es una figura imponente cuyo libro de versos es muy popular.
A pesar de todas las libertades que se tomó, la versión de FitzGerald es la traducción al inglés más conocida, además un clásico británico por derecho propio.
Mientras, en el resto del mundo, los poemas de Jayam han sido traducidos a virtualmente todos los idiomas.
Los poemas de Jayam sobreviven gracias a su atemporalidad y universalidad que trascienden a cualquier cultura, religión o época.
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