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CRISTIANOS EN ORIENTE: RESILENCIA EN ESTADO PURO

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El cristianismo en Oriente Próximo, Oriente Medio y Extremo Oriente tiene una larga y rica historia que se remonta a los primeros siglos de la era cristiana. A pesar de ser la cuna de esta fe, la presencia de los cristianos en estas regiones ha disminuido considerablemente con el tiempo debido a las migraciones, la persecución, la guerra y la inestabilidad política. Aun así, las comunidades cristianas en estas áreas mantienen una importante relevancia cultural y religiosa, aunque enfrentan desafíos significativos en su lucha por la supervivencia. El Cristianismo en Oriente Próximo y Medio: Cuna de la Fe El Oriente Próximo es el lugar donde surgió el cristianismo, una región que abarca los actuales territorios de Israel, Palestina, Líbano, Siria, Jordania, Egipto e Irak. Esta zona fue testigo de la vida de Jesús y de los primeros apóstoles, siendo Jerusalén, Antioquía y Alejandría importantes centros del cristianismo temprano. 1. Las Comunidades Cristianas Históricas Iglesia Ortodoxa Co...

"OPERACIÓN CAOS": O CÓMO ACABAR CON EL ROCK AND ROLL

La “Operación caos” es uno de los proyectos más oscuros y secretos en los que estuvieron envueltos tanto la CIA como el FBI en aras de una estabilidad social mal entendida. 

Se trataba de descabezar y anular a los líderes de la contracultura americana, de la paz, del amor y de las flores: al movimiento hippie.

C.I.A.
 “Operation Chaos” y COINTELPRO 

Eran los años de la Guerra Fría, la Guerra de Vietnam, los bloques antagónicos de oriente y occidente o la carrera armamentística, cosas con las que no estaban de acuerdo y que querían cambiar unos jóvenes melenudos antibelicistas mediante sus manifestaciones políticas, sus canciones, su arte, su actitud, etc.  




Esta “rebeldía”, iniciada en los años 50, les había convertido ante los gobiernos de los Estados Unidos de la época, no en un problema de cultura, sino en un problema de seguridad nacional, e intentaron resolver esto cortándolo de raíz, llegando incluso al asesinato.

Como en esos primeros años no pudieron con ellos “por las buenas”, decidieron ser más expeditivos y crearon la “Operación Caos” hacia 1964. 

Durante los años que duró esta operación, los 60 y los 70, la CIA y el FBI tramitaron el expediente de más de 7.000 personas cuyas actividades seguían muy de cerca.  

Pero los años más activos de esta operación fueron sin duda los del mandato del presidente norteamericano Richard Nixon (1969-1974). 

Parece ser que Nixon, al cual se le ha calificado de paranoico (véase su obsesión de espionaje en el caso “Watergate”), se rodeó durante su presidencia de un pequeño “escuadrón de la muerte”, una banda de fieles (cuyo “modus operandi” era el asesinato) formada por algunos antiguos agentes de la CIA (como Howard Hunt implicado en la muerte de John Kennedy aunque finalmente nada se pudo probar y en el “Watergate”) o Richard Helm, que le hacían el juego sucio llevando a cabo todo tipo de actividades irregulares incluido quitar de en medio a personalidades que podían ser molestas para ellos. 

La gestión de Nixon fue tan siniestra que cuando uno de sus vicepresidentes, Gerald Ford, le sustituyó en la Casa Blanca, una de sus primeras medidas al ocupar el cargo fue dictar un indulto incondicional hacia su persona pues las responsabilidades penales del ex presidente iban mucho más allá de lo que la opinión pública conocía, que ya era mucho, dando también por concluida la “Operación Caos”.

Richard Nixon
Para los trabajos más delicados Hunt (1918-2007) contrató a su vez a Gordon Liddy —otro de los implicados del caso Watergate— y al doctor Edward Gunn, un experto en toxinas y director de la división de servicios médicos de la CIA. 

Richard Helms (1913-2002), el cerebro de la “Operación Caos”, y en ese momento director de la CIA, desarrolló en este proyecto los más altos límites del sentido de justicia y patriotismo intentando neutralizar a toda esa juventud que no estaba a favor del belicismo, a todas esas estrellas del rock que se habían convertido no sólo en números 1 de las listas de éxito sino en los líderes de las reivindicaciones por los derechos civiles, incluidos los de la raza negra, etc, la convulsión era tremenda.  

El brazo armado de la “Operación Caos”era la temida COINTELPRO un grupo del departamento de operaciones clandestinas del FBI, que todo el mundo sabe que existen pero que oficialmente se niega su existencia. Es decir, cuando el FBI quiere hacer algo ilegal o inmoral recurre a los hombres de COINTELRPO.  

El objetivo fundamental de esta siniestra organización es mantener el orden, la paz, el sistema de vida americano, tal como está establecido, inalterable. Así que cosas como el clamor por la igualdad de la comunidad negra en los años 60 era inasumible para el sistema americano de esa época.   

LSD, estrellas espiadas y algo más 

La desclasificación de un gran número de archivos del FBI durante la década de los ochenta demostró que las principales figuras musicales de la época de los 60 y los 70 habían sido sometidas a estricta vigilancia por parte de las autoridades debido a su potencial «subversivo».

Según esto, en tiempos de una rígida mentalidad conservadora irrespetuosa con los derechos humanos, y lejos de la leyenda negra del rock —vive rápido, muere joven y harás un bonito cadáver—, existen dudas más que razonables para pensar en la intervención de agentes externo en la desaparición de importantes figuras de la música de esa época.

Todo valía en la “Operación Caos” para frenar el avance de la contracultura: atentados contra estrellas de rock, el sabotaje de festivales multitudinarios, las «sobredosis» de drogas, los «suicidios» y los repentinos ataques al corazón, entre otras cosas.

En este orden de cosas, la CIA se interesó en saber sobre la influencia del consumo de LSD en la población y, más concretamente, en la posibilidad de que el consumo de alucinógenos pudiera favorecer la inactividad política de ciertos “elementos” especialmente molestos.

Elvis Presley

Esta idea fue recogida en última instancia por los técnicos del Instituto Hudson, quienes propusieron utilizar el LSD como arma contra el movimiento juvenil que en los años sesenta amenazaba con socavar la estabilidad política estadounidense. El director del instituto —muy interesado en todo lo referente al control social— siguió muy de cerca el tema, estudiando con detenimiento la cultura hippie y su relación con el mundo de las drogas.

A raíz de estas investigaciones, considerables cantidades de LSD aparecieron en 1965 en las universidades, ambientes bohemios y radicales de Estados Unidos. La «cultura del ácido» pronto se convirtió en una de las señas de identidad de la rebeldía juvenil de la época.

Lo que aquellos jóvenes no sabían era que aquello no era un fenómeno espontáneo sino fraguado por la CIA que estaba utilizando esa sustancia como un arma más en sus planes de manipulación social. 

Tampoco podían imaginar que siguiendo las consignas de la CIA, la mafia instaló en diversos enclaves del país laboratorios clandestinos para abastecer el mercado de las drogas.y que el mayor abastecedor de LSD en el mercado negro de Estados Unidos era un hombre de la Agencia, Ronald Stark, que como tapadera lideraba un grupo radical hippie denominado «La hermandad del amor eterno» y cuya consigna era socavar el movimiento juvenil de la contra cultura a golpe de alucinógenos.

John Lennon

El espionaje de los famosos también estaba a la orden del día, sobre todo los rockeros y los cantautores-protesta. La mayoría de ellos eran conscientes de que estaban en el ojo del huracán, de que eran espiados. De hecho, muchas de las víctimas sufrieron sorprendentes episodios de paranoia antes de sus sospechosas muertes como Elvis Presley, Jimmi Hendrix, Jim Morrison o John Lennon entre otros muchos.

Elvis Presley (1935-1977)

En los documentos desclasificados el expediente que atañe a Elvis Presley tiene 663 páginas de información sobre su persona.

Este expediente data de los anales de la «Operación Caos». Comienza en los años cincuenta, cuando el propio J. Edgard Hoover plantea la necesidad de «hacer algo» para detener este decadente ejemplo, Elvis, para la juventud norteamericana. De hecho, en alguna parte de esos informes se refieren a él como “un peligro definido para la seguridad de los Estados Unidos».

Sin embargo, Presley acabó siendo el joven ejemplar norteamericano, hizo la mili, llevaba el pelo corto, se casó...., pero a decir de muchos, incluso con pruebas fehacientes, este cambio se debió a que Elvis se terminó convirtiendo en un confidente de la CIA y “chivatillo” de Nixón que acusaba a sus compañeros músicos. 

Jimmy Hendrix

No obstante, algo pasó. El día siguiente al 16 de agosto de 1977, que es cuando murió Elvis, este empezaba una gira y se dice que Elvis tenía miedo de que alguien le matara en directo, quizás alguien a quien él había denunciado al FBI. 

Esto encajaría con la teoría que habla de que ante tal amenaza el FBI le metió en el programa de protección de testigos y fingió una muerte que oficialmente se declaró como infarto agudo de miocardio.   

Se cuenta que hay pruebas obvias: el cadáver pesaba muy poco (y eso que por entonces estaba bastante gordo); una semana después de la muerte robaron el féretro del cementerio y ni su hija Lisa Marie ni Priscilla hicieron nada por recuperar el cadáver robado; había una segunda cuenta corriente que sólo conocía Elvis y que empezó a tener movimiento después de esa muerte; también se habla de una cinta con la voz que según los expertos decían que pertenecía a Elvis, no a un imitador, y que decía cosas que sucedieron después de ese día 16 de agosto. 

Jimi Hendrix (1942-1970)

En los documentos desclasificados había un informe dedicado en exclusiva a Jimi Hendrix.

Hendrix, considerado el “Elvis negro de los 60”, Hendrix, era un guitarrista muy conocido e influyente en la época, y más tarde una leyenda de la música. 

Después de las cercanas y violentas muertes deMartin Luther King y Malcom X, los “Panteras Negras”, grupo radical por los derechos de las personas de color, consideraron a Hendrix como su lider, y parece que iba destinado a convertirse en su estandarte. 

Jim Morrison

Por lógica, el poder establecido consideró, pues, que la influencia de Hendrix para esa generación era una clara amenaza para el sistema. El FBI vigilaba estrechamente todos sus movimientos y observaba con preocupación cómo en sus declaraciones, sus posturas políticas y sus manifestaciones públicas se iban radicalizando cada vez más, acercándose a los sectores más revolucionarios del movimiento por los derechos civiles, en especial a los “Panteras Negras”. 

La versión oficial sobre la muerte de Jimi Hendrix en Londres fue la de  muerte por sobredosis de droga, ya habitual y consabida en las estrellas del rock and roll de la época, y ahogado en su propio vómito. 

Sin embargo, está plagada de incógnitas y datos poco claros. La autopsia realizada por el doctor John Bannister dice que la causa de la muerte fue por ahogamiento en vino tinto (con una enorme gran cantidad de ese líquido ello en esófago y pulmones), que una toalla, también impregnada en es bebida, estaba anudada a su cuello y que presentaba evidentes señales de lucha. 

Pero el informe de la autopsia misteriosamente desaparece de repente. Tampoco hay un sumario oficial, y el fallecimiento de Hendrix se da por muerte accidental. Los datos de la autopsia de Bannister fueron dados a conocer muchos años después. 

¿Alguien aprovechó que estaba drogado para asesinarle a la edad de 27 años?.  

Janis Joplin

Jim Morrison (1943-1971)

También había un grueso expediente de 89 páginas en la “Operación Caos” y en la COINTELPRO del FBI sobre las andanzas de Jim Morrison, el cantante del grupo “The Doors”, al que se le considera todo un provocador. Morrison ocupaba una innegable posición de liderazgo en el ámbito de la nueva izquierda.

Las circunstancias de su muerte, también a los 27 años, son, si cabe, aún más extrañas que las de Hendrix. Sus amigos y compañeros de grupo siempre indicaron que Morrison, mucho antes de morir, adquirió una inquietante consparanoia (como otros muchos personajes en su misma situación) porque decía sentirse vigilado y amenazado. Está convencido de que le quieren asesinar. Desconfiaba de todo y de todos.

Cuando muere, en la bañera de su piso de París, nadie ve el cadáver de Morrison (sólo el forense y su pareja), su cuerpo es levantado antes de la llegada del juez, y no se hace autopsia (en contra incluso de la legislación francesa, ya que muere en Paris). Todo muy irregular y sospechoso. Causa oficial de la muerte: infarto agudo de miocardio. 

A raíz de esa muerte empiezan a pasar cosas extrañísimas, como si alguien intentase desviar la atención. Empieza a surgir, como en el caso de Elvis, el mito de que sigue vivo. Alguien se dedica a mantener el pasaporte de Morrison activo, una cuenta corriente, e incluso años después aparece una novela firmada por Jim Morrison cuyo autor es anónimo y no cobra por las ventas., e incluso un disco post-mortem. Salen a la luz grabaciones con su voz e incluso gente que afirma rotundamente haberle visto dos años después de su muerte. 

Joan Baez

Su pareja en el momento del fallecimiento, Pamela Courson, devorada posteriormente por la heroína, confesó que esperaba una llamada de él porque, ella creía que estaba vivo. 

Sobre su muerte hay muchas teorías. Se vio tan inmediatamente rodeada de un velo de misterio que hizo pensar que tras ella existe mucho más de lo que contó la prensa. 

Una de las teorías es la que afirma que Morrison murió asesinado víctima de la “Operación Caos”. Otros en cambio afirman que acosado por esta amenaza, o simplemente harto de la vida bohemia, Morrison decidió escenificar su propia muerte.  

Todo esto no dejaría de ser más que una leyenda urbana de no ser porque parece que esta fue difundida y mantenida por los propios servicios de inteligencia estadounidenses tal vez para alejar las sospechas de asesinato. 

Estos rumores hicieron que se multiplicasen las peticiones para que se exhumara el cadáver de Morrison. Sin embargo, el gobierno francés jamás ha otorgado el permiso preceptivo para que se realice este exhumación. 

Bob Marley

John Lennon (1940-1980)

Uno de los artistas más perseguidos por las autoridades norteamericanas fue sin duda John Lennon.  

Nixon no quiso nunca que Lennon estuviese en Estados Unidos, de hecho intentó no renovarle el contrato que tenía para seguir allí y de hecho se lo negó pero como hubo reacción de bastantes artistas y miembros del partido demócrata, a Nixon no le quedó más remedio que renovarle el permiso. Pero siempre estuvo vigilado puesto que este podía influir mucho en la opinión pública, sobre todo en los jóvenes.  

Se hicieron más de 1.000 expedientes sobre John Lennon . No en vano, tenía hasta una operación propia: el “Proyecto Morsa”. En esos memorandos se califica a Lennon como “una amenaza flagrante para la seguridad nacional de los Estados Unidos”. 

El 8 de diciembre de 1980, a las puertas del edificio Dakota, su casa en Nueva York, Lennon recibe 5 disparos por la espalda de Mark David Chapman, su asesino. 

Rolling Stone

La vida de Chapman es singular. Cuando ya tiene edad de ingresar en el ejército, pasa una temporada en un campo de entrenamiento de la CIA en Beirut. Más tarde es ingresado en un hospital psiquiátrico de Hawai, aunque nadie sabe qué médico lo atiende aunque sí se sabe que por aquella época la CIA hacía experimentos sobre el control de la mente y los cambios de la personalidad (MKULTRA). 

A raíz de su estancia en el psiquiátrico empieza a oír unas voces en su cabeza, unas voces que le dicen que tiene que matar a Lennon. Se hace lector obsesivo de “El guardián en el centeno” una novela que parece ser que ha obsesionado a más de un asesino de personalidades en Estados Unidos. Eso ha inducido a pensar que ese libro era una especie de clave o detonante para algún tipo de proceso hipnótico a través del cual se despertara una orden de asesinato a alguien que en ese momento puede no ser consciente de ello. 

Frank Zappa

Chapman, el día que mató a Lennon fue a pedirle un autógrafo, pero cuando le mata no huye, se queda sentado cerca del cadáver y espera pacientemente a la policía como haciendo ver que era una misión que tenía que llevar a cabo. No ofrece resistencia, como ocurre con los otros casos paralelos de “perturbados” asesinos de famosos, y cuyo acto ellos mismo no logran explicar delante del juez cuando son detenidos y se les interroga. 

La CIA tenía claro que Lennon significaba la identidad histórica e ideológica de la contracultura. Por ello, los responsables de la “Operación Caos” no se conformaron sólo con su muerte, sino que tras esta llevaron a cabo una intensa campaña de descrédito destinada a acabar con su imagen pública.

Y muchos más 

Pero hubo más personajes que aparecieron en esos documentos desclasificados de la CIA y el FBI. Los más influyentes de aquella generación que decía “no a la guerra” fueron misteriosamente desapareciendo: Buddy Holly, Janis Joplin, Brian Jones, Marvin Gaye, Bob Marley, Phil Ochs, Mama Cass Elito, Bon Scott, Frank Zappa.... 

Tupac

Algunos tuvieron más suerte, pero nunca quisieron hablar. La cantante folk Joan Baez, una de las más activas opositoras a la participación norteamericana en Vietnam, fue objetivo de la operación pero, tras algunas amenazas, y quizás por la intervención directa de su padre, el científico Albert Baez, implicado en todo tipo de investigaciones secretas para el gobierno, fue dejada en paz. 

Bob Dylan también tuvo una segunda oportunidad. Tras un oportuno accidente de moto, que estuvo a punto de costarle la vida, decidió abandonar cualquier tipo de activismo político, se hizo un “buen chico” y hasta se convirtió al cristianismo.

Los Rolling Stones, en el Reino Unido, fueron los mayores enemigos para la moral y las buenas costumbres. Por ello, el grupo fue sometido a un incesante acoso por parte de las autoridades, que culminó en una trampa tendida por un confidente. Todos ingresaron en prisión por posesión de narcóticos. 

Puff Daddy

Bob Marley, Peter Tosh y otras tantas estrellas del reggae en el Caribe hacían estragos y se habían convertido en los líderes por los derechos civiles de una población empobrecida y sin ninguna salida honrosa por cual de sus dirigentes.

Cuando en 1972 salió victorioso en las urnas Michael Manley prometiendo un “socialismo democrático”, el gobierno norteamericano se alarmó profundamente pues no quería que Jamaica fuese una segunda Cuba y decidió “intervenir”, incluyendo a sus influyentes músicos.

En los años 90 se habló de músicos de gran popularidad con extrañas muertes por suicidio como Michael Hutchance, líder del grupo INXS y activista en movimientos como Greenpeace y Amnistía Internacional, o de Kurt Cobain, alma del grupo Nirvana.

Hoy, los perseguidos serían las estrellas de color del rap y del hip hop quienes amenazan de “forma peligrosa” la estabilidad del país. Muchos de ellos ya han caído  acribillados a balazos por toda Norteamérica como Tupac Shakur o The Notorious BIG. 

Está tan candente el clima que incluso hay apuestas por internet para descifrar quién será la próxima víctima. Muchos señalan a Puff Daddy, que se ha convertido en el heredero musical de Tupac y Notorious.


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