Entrada destacada

CRISTIANOS EN ORIENTE: RESILENCIA EN ESTADO PURO

Imagen
El cristianismo en Oriente Próximo, Oriente Medio y Extremo Oriente tiene una larga y rica historia que se remonta a los primeros siglos de la era cristiana. A pesar de ser la cuna de esta fe, la presencia de los cristianos en estas regiones ha disminuido considerablemente con el tiempo debido a las migraciones, la persecución, la guerra y la inestabilidad política. Aun así, las comunidades cristianas en estas áreas mantienen una importante relevancia cultural y religiosa, aunque enfrentan desafíos significativos en su lucha por la supervivencia. El Cristianismo en Oriente Próximo y Medio: Cuna de la Fe El Oriente Próximo es el lugar donde surgió el cristianismo, una región que abarca los actuales territorios de Israel, Palestina, Líbano, Siria, Jordania, Egipto e Irak. Esta zona fue testigo de la vida de Jesús y de los primeros apóstoles, siendo Jerusalén, Antioquía y Alejandría importantes centros del cristianismo temprano. 1. Las Comunidades Cristianas Históricas Iglesia Ortodoxa Co...

JUAN DE LA COSA: NAVEGANTE, DESCUBRIDOR Y CARTÓGRAFO

Juan de la Cosa fue un marino español que participó en siete de los primeros viajes a América y que dibujó el mapa más antiguo conservado en el que aparece el continente americano. 

Su vida y su obra son un testimonio de la aventura y la ciencia del descubrimiento del Nuevo Mundo.

Juan de la Cosa


Origen y juventud

No se sabe con exactitud dónde ni cuándo nació Juan de la Cosa, pero la hipótesis más aceptada es que fue en Santoña (Cantabria), entre 1450 y 1460. Su nombre se debe a que pertenecía a una de las familias más notorias de uno de los cinco barrios históricos de Santoña. Algunos cronistas del siglo XVI le llamaron El Vizcaíno, término generalizador que incluía en la época a los cántabros.

Se supone que de joven debió tomar parte en navegaciones por el mar Cantábrico y, posteriormente, en dirección a las islas Canarias y al África occidental. Las primeras referencias fundadas provienen de 1488, cuando estaba en Portugal. En ese entonces, el navegante Bartolomé Díaz acababa de llegar a Lisboa, tras haber alcanzado el cabo de Buena Esperanza.

Viajes con Colón a las Indias

Con anterioridad a su primer contacto con Cristóbal Colón, con el que Juan de la Cosa entra en la historia, se sabe muy poco de su persona y lo que se conoce está basado en conjeturas mejor o peor fundadas. Su condición de comerciante encaja perfectamente con la propiedad de una nao del norte de porte medio y con su avecinamiento en El Puerto de Santa María, de lo que la mayoría de los autores han deducido la existencia de una compañía marítima de importación y exportación de géneros —intercambio de cereales por salazones— entre Andalucía y Cantabria, dirigida por él.





Cristobal Colón


Como consecuencia del incumplimiento por parte de los vecinos de Palos, de proporcionar las naves precisas para el descubrimiento, Cristóbal Colón se vio obligado a fletar otro barco más, y no tan apropiado como las carabelas en opinión del propio almirante, estableciendo contacto con el armador Juan de la Cosa. Convencido e ilusionado con el proyecto, éste aceptó la participación de su nao La Gallega, que sería rebautizada como Santa María para la empresa, armándola y enrolando en ella el duque de Medinaceli a buen número de “vizcaínos” como tripulación y ofreciéndose La Cosa como su maestre o capitán técnico.

Nunca tuvo, pues, la consideración de socio en la empresa colombina, a diferencia de los hermanos Pinzón. Durante el viaje, La Cosa se convirtió en interlocutor y discípulo de Colón en cosmografía, navegación y cartografía.

En el segundo viaje colombino (1493-1496), Juan de la Cosa volvió a participar como maestre y piloto mayor. En esta ocasión se exploraron las Antillas Menores y se fundaron los primeros asentamientos españoles en La Española. La Cosa tuvo un papel destacado en las relaciones con los indígenas y en las operaciones militares contra los rebeldes.

No hay certeza sobre si Juan de la Cosa acompañó a Colón en su tercer viaje (1498-1500), aunque algunos autores lo dan por seguro. En este viaje se llegó por primera vez al continente sudamericano, tocando las costas de Venezuela y Trinidad.


Expedición de Ojeda

En 1499, Juan de la Cosa se unió como piloto mayor a la expedición de Alonso de Ojeda, que contaba con el permiso real para explorar las tierras descubiertas por Colón. Junto con ellos iba también el cosmógrafo Américo Vespucio, que daría nombre al Nuevo Mundo.

La expedición recorrió las costas de Venezuela, Colombia y el golfo de Maracaibo, donde tuvieron varios enfrentamientos con los indígenas. También avistaron las islas de Aruba, Curazao y Bonaire. A su regreso a España, Juan de la Cosa dibujó su famoso mapamundi.

El mapamundi

El mapamundi de Juan de la Cosa es el documento cartográfico más antiguo conservado en el que aparece el continente americano. Fue realizado en 1500, en pergamino y con colores vivos, y mide 96 x 183 cm. Se conserva en el Museo Naval de Madrid.

El mapa muestra el mundo conocido hasta entonces, incluyendo Europa, África y Asia, pero también las tierras descubiertas por los españoles y los portugueses en el Atlántico y el Índico. Se aprecia la forma alargada de las Antillas y la costa norte de Sudamérica, así como algunas islas del Caribe y del Brasil. También se representa la línea del Tratado de Tordesillas que dividía las zonas de influencia entre España y Portugal.

Mapa Mundi de Juan de la Cosa


El mapa tiene un gran valor histórico y artístico, pues refleja el estado del conocimiento geográfico a principios del siglo XVI y la habilidad de Juan de la Cosa como cartógrafo. Además, contiene elementos simbólicos e iconográficos, como escudos, banderas, animales, barcos y figuras humanas.

Expedición de Bastidas

En 1501, Juan de la Cosa volvió a embarcarse hacia las Indias, esta vez con Rodrigo de Bastidas. El objetivo era explorar las costas del continente sudamericano desde el cabo de la Vela hasta el golfo de Urabá. La expedición fue pacífica y comercial, estableciendo contactos amistosos con los indígenas y obteniendo perlas y oro.

Sin embargo, al regresar a La Española, fueron acusados por el gobernador Francisco de Bobadilla de haber violado las capitulaciones y fueron confiscados sus bienes. Juan de la Cosa tuvo que viajar a España para defenderse ante los Reyes Católicos, quienes le restituyeron sus derechos y le concedieron una merced.

Viajes propios y misiones especiales

En 1502, Juan de la Cosa fue enviado por los Reyes Católicos a Portugal con una misión secreta: espiar los preparativos de una expedición portuguesa al océano Índico. La Cosa se infiltró en Lisboa como comerciante y consiguió información sobre las naves, los pilotos y los objetivos de la expedición. Sin embargo, fue descubierto por los portugueses y tuvo que huir.


Bastidas


En 1504, Juan de la Cosa obtuvo una licencia real para realizar su primer viaje a las Indias bajo su propio mando. Partió con tres carabelas desde Sanlúcar de Barrameda hacia el golfo de Urabá, donde pretendía fundar una colonia. Sin embargo, al llegar allí se encontró con la resistencia de los indígenas y con la falta de provisiones. Además, una tormenta le destrozó dos carabelas y tuvo que regresar a La Española con la tercera.

En 1506, Juan de la Cosa volvió a intentar establecer una colonia en el golfo de Urabá. Esta vez partió con cuatro carabelas desde Santo Domingo hacia el cabo Tiburón. Allí construyó un fuerte llamado Santa María la Antigua del Darién y dejó una guarnición bajo el mando de Diego de Nicuesa. Sin embargo, al poco tiempo tuvo que volver a Santo Domingo por problemas con los indígenas y con los colonos.

Junta de Burgos

En 1508, Juan de la Cosa participó en la Junta de pilotos convocada por los Reyes Católicos en Burgos, junto con otros marinos destacados como Vicente Yáñez Pinzón, Juan Díaz de Solís y Américo Vespucio. El objetivo de la junta era discutir sobre la política de descubrimientos en América y, en concreto, sobre la búsqueda del paso a la especiería, promesa colombina aún no cumplida.

En la junta se tomaron una serie de acuerdos importantes, entre ellos:

  • Suspender una expedición a la especiería, prevista desde hacía dos años, y que debería haber llevado a cabo Vespucio.
  • Crear el cargo de piloto mayor de la Casa de la Contratación y otorgárselo a Vespucio.
  • Organizar una nueva armada para encontrar el paso a la especiería, que capitanearía Vicente Yáñez Pinzón, acompañado por Juan de la Cosa como piloto mayor.

Vespucio


Como consecuencia de la junta, Juan de la Cosa firmó una capitulación con Vicente Yáñez Pinzón para realizar el viaje a la especiería. El documento se fechó en Burgos el 23 de marzo de 1508 y se otorgó a ambos conjuntamente. En él se establecían las condiciones del viaje, las obligaciones y los beneficios de los capitanes y los derechos de la Corona.

Último viaje y muerte

En 1509, Juan de la Cosa emprendió su último viaje a las Indias, de nuevo junto con Alonso de Ojeda. El objetivo era tomar posesión de las tierras del golfo de Urabá y fundar una colonia. Juan de la Cosa había sido nombrado alguacil mayor de Urabá por los Reyes Católicos.

La expedición partió con cuatro carabelas desde Santo Domingo hacia el cabo Tiburón. Allí se separaron Ojeda y La Cosa, cada uno con dos carabelas. Ojeda se dirigió al golfo de Urabá y La Cosa a la bahía de Calamar.

En la bahía de Calamar, La Cosa desembarcó con unos setenta hombres para explorar el territorio y buscar un lugar adecuado para fundar un poblado. Sin embargo, fueron atacados por sorpresa por un numeroso grupo de indígenas armados con arcos y flechas envenenadas. La Cosa y casi todos sus hombres murieron en el combate.

Los pocos supervivientes lograron regresar a las carabelas y avisar a Ojeda, que acudió en su auxilio. Ojeda recogió los cadáveres de La Cosa y sus hombres y los enterró en una fosa común cerca del mar.

Homenaje a Juan de la Cosa en Santoña


Así terminó la vida y la obra de Juan de la Cosa, uno de los protagonistas del descubrimiento y exploración del Nuevo Mundo.

Legado

El principal legado de Juan de la Cosa es su mapa del mundo, que representa el primer testimonio gráfico del continente americano. El mapa es una obra maestra de la cartografía renacentista, que combina el conocimiento científico con el arte y la simbología.

El mapa muestra el avance del descubrimiento y la conquista española en América, así como el reparto del mundo entre España y Portugal según el Tratado de Tordesillas. También refleja la influencia de otras fuentes cartográficas anteriores o contemporáneas, como las portulanos medievales, los mapas portugueses o el planisferio de Toscanelli.

El mapa tiene un gran valor histórico y cultural, pues testimonia el encuentro entre dos mundos y el inicio de una nueva era. El mapa es también un documento político y religioso, pues muestra el poder y la fe de los Reyes Católicos y su proyecto imperial.

Reconocimiento

Juan de la Cosa es reconocido como uno de los grandes marinos y cartógrafos españoles de todos los tiempos. Su nombre y su obra han sido homenajeados y difundidos de diversas formas en la actualidad, como por ejemplo:


  • El Museo Naval de Madrid, que conserva el original del mapa de Juan de la Cosa y lo exhibe al público.
  • El Centro Cultural Juan de la Cosa, que se encuentra en Santoña (Cantabria) y que alberga una exposición permanente sobre el navegante y cartógrafo.

Buque Hospital Juan de la Cosa
  • El buque escuela Juan de la Cosa, que es un velero que pertenece a la Armada Española y que realiza viajes de instrucción por todo el mundo.
  • El aeropuerto internacional Juan de la Cosa, que se ubica en Riohacha (Colombia) y que recibe vuelos nacionales e internacionales.
  • El premio Juan de la Cosa, que se otorga anualmente a personas o instituciones que hayan destacado por su labor en el ámbito de la cartografía.

Así pues, Juan de la Cosa es una figura histórica relevante y actual, que merece ser recordada y valorada por su contribución al conocimiento y al desarrollo del mundo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA REVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL: BENEFICIOS, DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS

MARGARET KEANE: LA PINTORA DE LOS OJOS GIGANTES

¿QUIÉNES FUERON LOS ESCRIBAS?