DESEMBARCO DE ALHUCEMAS (1925): EL PRIMER DESEMBARCO ANFIBIO MODERNO DE LA HISTORIA

Leonor de Aquitania fue una de las mujeres más poderosas e influyentes de la Edad Media. Heredera de un vasto territorio que abarcaba el suroeste de Francia, se convirtió en reina consorte de Francia y luego de Inglaterra por sus matrimonios con dos reyes rivales: Luis VII y Enrique II.
Fue madre de diez hijos, entre ellos dos reyes famosos: Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra. Participó en la segunda cruzada, se rebeló contra su segundo esposo, gobernó como regente en ausencia de su hijo y fue una gran mecenas de las artes y la cultura.
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Leonor de Aquitania |
Leonor nació en Poitiers en 1122, como hija y heredera de Guillermo X, duque de Aquitania y conde de Poitiers, y de Leonor de Châtellerault. Su padre le proporcionó una esmerada educación, que incluyó el aprendizaje del latín, la música, la literatura, la caza y la cetrería. A los quince años, quedó huérfana y heredó el ducado de Aquitania, uno de los más ricos y extensos de Europa, que se extendía desde el Loira hasta los Pirineos.
Su belleza, su inteligencia y su riqueza, según afirman las fuentes, la convirtieron en una novia muy deseada por los nobles europeos. El rey Luis VI de Francia vio en ella la oportunidad de ampliar sus dominios y la casó con su hijo y heredero Luis VII en 1137. Así comenzó el primer matrimonio de Leonor, que duraría quince años y que estaría marcado por las diferencias de carácter y de intereses entre los esposos.
Una cruzada frustrada
En 1147, Leonor acompañó a Luis VII a la segunda cruzada, una expedición militar para recuperar Tierra Santa del dominio musulmán. Fue la primera y única reina consorte que participó en una cruzada, lo que demuestra su espíritu aventurero y su influencia política. Sin embargo, la cruzada fue un fracaso y estuvo llena de dificultades y conflictos.
Leonor se enfrentó al abad Bernardo de Claraval, el principal predicador de la cruzada, que la acusó de inmoralidad y de entrometerse en los asuntos militares. También tuvo problemas con su esposo, que no confiaba en ella y que la celaba por su supuesta relación con su tío Raimundo de Poitiers, príncipe de Antioquía. Además, sufrió las penurias del viaje, el asedio infructuoso a Damasco y el regreso por mar a Europa.
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Luis VII de Francia |
A su vuelta a Francia en 1149, Leonor se sintió cada vez más distanciada de Luis VII, con quien solo había tenido dos hijas: María y Alix. El rey quería anular el matrimonio por consanguinidad, pero Leonor se negó a perder sus derechos sobre Aquitania. Finalmente, en 1152, el papa Eugenio III concedió la anulación por presiones políticas.
Poco después, Leonor sorprendió al mundo casándose con Enrique Plantagenet, duque de Normandía y conde de Anjou, que era once años menor que ella y que era el principal rival de Luis VII. Enrique era nieto del rey Enrique I de Inglaterra y aspiraba a recuperar el trono inglés que había usurpado Esteban de Blois. Con el apoyo de Leonor y de sus vasallos aquitanos, Enrique derrotó a Esteban y se convirtió en rey de Inglaterra en 1154. Así comenzó el segundo matrimonio de Leonor, que duraría treinta y cinco años y que estaría marcado por la ambición y la traición.
Una madre prolífica
Leonor tuvo ocho hijos con Enrique II: Guillermo, Enrique, Matilde, Ricardo, Godofredo, Leonor, Juana y Juan. Su hija Leonor de Plantagenet fue reina consorte de Castilla por su matrimonio con Alfonso VIII.
Todos ellos fueron educados por su madre, que les transmitió su amor por la cultura y su sentido de la independencia. Leonor se ocupó también de gestionar sus dominios en Aquitania y de intervenir en la política de su esposo, que gobernaba un vasto imperio que abarcaba Inglaterra, Normandía, Anjou, Maine, Turena y Aquitania.
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Enrique II de Inglaterra |
Leonor recuperó su libertad en 1189, cuando murió Enrique II y subió al trono su hijo Ricardo Corazón de León. Ricardo tenía una gran estima por su madre, a la que nombró regente de Inglaterra durante su ausencia por la tercera cruzada. Leonor demostró su capacidad de gobierno al hacer frente a las amenazas externas y a las intrigas internas del reino. También negoció el rescate de su hijo, que había sido hecho prisionero por el emperador Enrique VI de Alemania.
Cuando Ricardo murió en 1199, Leonor apoyó la sucesión de su hijo menor Juan sin Tierra, frente a las pretensiones de su nieto Arturo de Bretaña. Leonor viajó por Francia para asegurar la lealtad de los nobles aquitanos a Juan y para defender sus territorios de las agresiones del rey Felipe II de Francia. También intervino en el conflicto entre Juan y el papa Inocencio III por el nombramiento del arzobispo de Canterbury.
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Ricardo "corazón de león" |
Leonor no solo fue una gran política, sino también una gran amante de las artes y la cultura. Fue una de las impulsoras del amor cortés y del trovadorismo, dos movimientos literarios que exaltaban el amor idealizado y refinado entre un caballero y una dama. Protegió a varios poetas y músicos que cantaron sus alabanzas y las de sus hijos. También fomentó el arte románico y gótico en sus reinos, patrocinando la construcción y la decoración de iglesias, monasterios y palacios.
Leonor murió en 1204 en el monasterio de Fontevrault, donde se retiró tras la muerte de su hijo Ricardo. Fue enterrada junto a él y a su esposo Enrique II en la abadía. Su tumba muestra una escultura yacente que representa a Leonor con un libro abierto en las manos, símbolo de su sabiduría y su cultura. Su vida fue una fuente de inspiración para numerosos escritores, artistas e historiadores, que han retratado a Leonor como una reina excepcional que desafió a dos coronas.
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