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EL TESORO DE GUARRAZAR: UNA JOYA DE LA ORFEBRERÍA VISIGODA
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El tesoro de Guarrazar es uno de los conjuntos de orfebrería más importantes y valiosos de la historia de España.
Se trata de un conjunto de coronas y cruces de oro, adornadas con piedras preciosas y perlas, que fueron ofrecidas como exvotos por varios reyes del reino visigodo de Toledo entre los siglos VI y VII.
El tesoro de Guarrazar fue descubierto entre los años 1858 y 1861 por varios vecinos de Guadamur, que encontraron por azar una arqueta de obra llena de objetos preciosos enterrados en una huerta llamada Guarrazar. Los primeros en hallar el tesoro fueron Francisco Morales y María Pérez, un matrimonio que regresaba desde Toledo a su pueblo y que hizo una parada junto a un manantial cercano al camino. Allí vieron una losa que había quedado al descubierto tras una fuerte tormenta, y al moverla encontraron la arqueta con las joyas. Aquella misma noche volvieron al lugar y extrajeron todos los objetos que pudieron, lavándolos en los charcos del manantial.
Los Morales no fueron los únicos que encontraron parte del tesoro. Otros vecinos del pueblo también hallaron más piezas en las proximidades, e incluso algunos niños se llevaron algunas joyas para jugar con ellas. El tesoro pronto se hizo famoso en la zona, y muchos plateros y anticuarios se interesaron por comprar las piezas a los descubridores o a sus intermediarios. Así, el tesoro se fue dispersando por diferentes manos, sin que hubiera ningún control ni registro oficial.
La composición del tesoro
El tesoro de Guarrazar está compuesto por unas treinta piezas de orfebrería visigoda, entre las que destacan once coronas votivas, cinco cruces votivas y una arqueta o relicario. Las coronas votivas son coronas circulares o poligonales, abiertas por detrás, que tienen colgantes con letras o piedras engastadas. Las cruces votivas son cruces latinas o griegas, con brazos iguales o desiguales, que también tienen colgantes con letras o piedras engastadas. La arqueta es un cofre rectangular de madera revestido de láminas de oro repujado con motivos vegetales y animales.
Las piezas del tesoro están realizadas en oro, y adornadas con piedras preciosas (zafiros, amatistas, granates) y perlas. El oro se trabajó mediante diversas técnicas, como el repujado, el cincelado, el granulado, el filigranado o el alveolado. Las piedras se tallaron en cabujón o en forma de lágrima, y se engastaron en alvéolos o en garras. Las perlas se perforaron y se ensartaron en hilos de oro. El conjunto muestra una gran maestría y refinamiento artístico.
Las piezas del tesoro no eran para ser usadas como adornos personales, sino para ser colgadas en el interior de la iglesia como signos de devoción y de prestigio. Las coronas votivas imitan la forma de las coronas reales, pero son más ligeras y abiertas, y tienen unos ganchos en la parte superior para poder ser suspendidas del techo o de las paredes. Las cruces votivas también tienen unos ganchos para poder ser colgadas. La arqueta servía para guardar reliquias de santos o de mártires, que eran objetos venerados por su supuesta conexión con lo divino.
El significado del tesoro
El tesoro de Guarrazar nos revela varios aspectos del arte, la cultura y la religión de los visigodos. Por un lado, nos muestra la influencia que tuvieron las civilizaciones romana, bizantina y oriental en el arte visigodo. Las coronas votivas tienen su origen en las coronas triunfales romanas, que se colgaban en los templos como trofeos de guerra. Las cruces votivas tienen su origen en las cruces procesionales bizantinas, que se llevaban en las ceremonias religiosas. La arqueta tiene su origen en los cofres orientales, que se usaban para guardar objetos preciosos. Los motivos vegetales y animales que decoran las piezas también tienen una clara influencia romana, bizantina y oriental.
Por último, nos muestra la importancia que tuvo el cristianismo para los visigodos, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista espiritual. Los visigodos se convirtieron al cristianismo a finales del siglo VI, adoptando la doctrina católica frente a la arriana que profesaban anteriormente. El cristianismo les permitió integrarse mejor en la sociedad hispanorromana, que era mayoritariamente católica, y legitimar su poder frente a sus rivales internos y externos. El cristianismo también les permitió expresar su fe y su devoción a Dios y a los santos, así como su esperanza en la salvación eterna.
El tesoro de Guarrazar es, en definitiva, una joya de la orfebrería visigoda, que nos permite conocer y admirar de forma excepcional el arte, la cultura y la religión de los visigodos, el pueblo germánico que gobernó la península ibérica durante tres siglos, del V al VIII d.C.
El tesoro de Guarrazar es también un testimonio de la historia, que nos habla de los avatares y las vicisitudes que sufrieron los visigodos, desde su esplendor hasta su decadencia dado que los visigodos fueron los herederos del Imperio romano en Hispania, y supieron asimilar y transformar muchos elementos de la civilización romana, así como del cristianismo, el judaísmo y el arte oriental. El tesoro de Guarrazar refleja esta rica fusión cultural, así como el esplendor y la devoción de los monarcas visigodos.
El tesoro de Guarrazar ha sido objeto de varias investigaciones arqueológicas y científicas, que han aportado valiosa información sobre las técnicas de orfebrería visigoda, las fuentes de las materias primas, las inscripciones y los símbolos de las piezas, o el contexto histórico y religioso del tesoro. El tesoro también ha sido objeto de varias exposiciones y publicaciones, que han difundido su valor artístico y cultural entre el público. El tesoro ha sido declarado Bien de Interés Cultural por el Estado español, y forma parte del Patrimonio Histórico Español.
El tesoro de Guarrazar es, en suma, una joya de la orfebrería visigoda, que nos deslumbra con su belleza y nos fascina con su historia. El tesoro es una muestra del genio y la sensibilidad de los orfebres visigodos, que supieron crear obras maestras con oro y piedras preciosas.
El tesoro es también una muestra del espíritu y la fe de los reyes visigodos, que ofrecieron sus coronas y sus cruces como signo de su devoción y de su esperanza. El tesoro es, en fin, una muestra del patrimonio y la memoria de los visigodos, que nos legaron un tesoro único e irrepetible.
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Comentarios
cm41.es
ResponderEliminarLas esmeraldas son joyas excepcionales que simbolizan la belleza y la riqueza. Su color verde intenso y su rareza las hacen aún más valiosas, siendo tesoros que trascienden generaciones.