LA INTELIGENCIA DEL PULPO: UN MISTERIO DE LA EVOLUCIÓN

El pulpo es un animal invertebrado que pertenece al grupo de los moluscos, dentro del cual se encuentra la clase de los cefalópodos, que incluye también a los calamares, las sepias y los nautilos. Los cefalópodos se caracterizan por tener un cuerpo blando, sin esqueleto ni concha, y por poseer una cabeza grande con ojos complejos y una boca rodeada de tentáculos. 

Los pulpos son los cefalópodos más diversos y abundantes, con más de 300 especies conocidas, que habitan en todos los océanos del mundo, desde la superficie hasta las profundidades.

Animales extraordinarios

Los pulpos son animales extraordinarios, que han desarrollado una serie de adaptaciones morfológicas, fisiológicas y comportamentales que les permiten sobrevivir y prosperar en ambientes marinos muy variados y desafiantes. Algunas de estas adaptaciones son:

• El cambio de color y textura, que consiste en la capacidad de modificar el aspecto de su piel mediante el control de unas células especializadas llamadas cromatóforos, que contienen pigmentos de diferentes colores. Los pulpos usan esta capacidad para camuflarse con el entorno, para comunicarse con otros individuos o para intimidar a sus depredadores o presas.

• La expulsión de tinta, que consiste en la liberación de un líquido oscuro y viscoso por parte de una glándula situada cerca del ano. Los pulpos usan esta capacidad para crear una nube que les sirve para escapar o confundir a sus enemigos, o para marcar su territorio o su pareja.
• La regeneración de tentáculos, que consiste en la capacidad de reemplazar los tentáculos perdidos por amputación o autotomía (la separación voluntaria de una parte del cuerpo). Los pulpos usan esta capacidad para compensar las heridas sufridas por ataques o accidentes, o para liberarse de situaciones peligrosas.

• 6La propulsión a chorro, que consiste en la capacidad de desplazarse rápidamente mediante la expulsión de agua por un orificio llamado sifón. Los pulpos usan esta capacidad para huir o perseguir a sus rivales o presas, o para explorar nuevos lugares.

• La manipulación de objetos, que consiste en la capacidad de usar sus tentáculos como herramientas para interactuar con el medio. Los pulpos usan esta capacidad para abrir conchas o botes, construir refugios o juguetes, transportar objetos o resolver problemas.

Pero sin duda, la adaptación más sorprendente y misteriosa del pulpo es su inteligencia, que se define como la capacidad de adquirir, almacenar y utilizar información para resolver problemas nuevos y complejos. Los pulpos han demostrado tener una inteligencia comparable a la de algunos vertebrados, como los mamíferos o las aves, e incluso superior a la de algunos reptiles o anfibios. 

Sin embargo, lo más intrigante es que los pulpos han evolucionado su inteligencia de forma independiente a los vertebrados, ya que su último antepasado común se remonta a más de 500 millones de años atrás. Esto significa que los pulpos son un ejemplo claro de evolución convergente, es decir, el proceso por el cual organismos diferentes desarrollan características similares como respuesta a presiones selectivas parecidas.

La anatomía y la fisiología del cerebro del pulpo

El cerebro del pulpo es el órgano responsable de procesar y coordinar toda la información sensorial, motora y cognitiva que recibe y genera el animal. El cerebro del pulpo tiene una estructura muy diferente a la del cerebro humano u otros vertebrados, ya que está formado por tres partes principales:

• El cerebro central, que es la parte más grande y compleja, y que se encarga de las funciones superiores, como el aprendizaje, la memoria, la toma de decisiones o la personalidad. El cerebro central está dividido en dos lóbulos ópticos, que procesan la información visual; dos lóbulos olfatorios, que procesan la información olfativa; y dos lóbulos basales, que integran la información sensorial y motora.

• El cerebro periférico, que es la parte más pequeña y simple, y que se encarga de las funciones básicas, como el control de los órganos internos, el equilibrio o los reflejos. El cerebro periférico está formado por un anillo nervioso que rodea el esófago y que se conecta con los nervios de los tentáculos.

• El cerebro de los tentáculos, que es la parte más singular y original, y que se encarga de las funciones específicas de los tentáculos, como la manipulación, el tacto o el gusto. El cerebro de los tentáculos está formado por unos ganglios nerviosos situados en la base de cada tentáculo, que se comunican con el cerebro central y con el cerebro periférico.

El cerebro del pulpo tiene un tamaño relativamente grande en comparación con su cuerpo, ya que representa alrededor del 3% de su peso total. Esto le otorga un alto grado de encefalización, es decir, la relación entre el tamaño del cerebro y el tamaño del cuerpo. 

El grado de encefalización se considera un indicador de la inteligencia de un organismo, ya que implica una mayor capacidad para procesar información. El pulpo tiene un grado de encefalización similar al de algunos mamíferos o aves, y muy superior al de otros invertebrados.

El cerebro del pulpo tiene una gran capacidad plástica, es decir, la capacidad de modificar su estructura y su función en respuesta a los estímulos externos o internos. Esto le permite adaptarse a las condiciones cambiantes del medio marino y a las demandas cognitivas que enfrenta. El cerebro del pulpo también tiene una gran capacidad regenerativa, es decir, la capacidad de reparar o reemplazar las células nerviosas dañadas o perdidas. Esto le permite recuperarse de las lesiones o enfermedades que afectan a su sistema nervioso.

Las habilidades cognitivas y conductuales del pulpo

El pulpo ha demostrado tener una serie de habilidades cognitivas y conductuales que lo sitúan entre los animales más inteligentes del planeta. Algunas de estas habilidades son:

• El aprendizaje, que consiste en la capacidad de adquirir nuevos conocimientos o habilidades mediante la experiencia o la observación. Los pulpos han demostrado ser capaces de aprender por ensayo y error, por imitación o por inferencia. Por ejemplo, pueden aprender a abrir un frasco con comida dentro, a copiar el comportamiento de otro pulpo o a resolver un laberinto.

• La memoria, que consiste en la capacidad de almacenar y recuperar información adquirida previamente. Los pulpos han demostrado tener varios tipos de memoria, como la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo o la memoria espacial. Por ejemplo, pueden recordar dónde se encuentran sus refugios, sus presas o sus depredadores.
• La resolución de problemas, que consiste en la capacidad de encontrar soluciones creativas y eficaces a situaciones nuevas y complejas. Los pulpos han demostrado ser capaces de resolver problemas lógicos, matemáticos o físicos. Por ejemplo, pueden elegir entre varias opciones según criterios numéricos o cualitativos, pueden contar objetos o pueden usar herramientas.
• La comunicación, que consiste en la capacidad de transmitir e interpretar información mediante señales verbales o no verbales. Los pulpos han demostrado ser capaces de comunicarse con otros individuos mediante el cambio de color o textura de su piel, mediante gestos con sus tentáculos o mediante sonidos. Por ejemplo, pueden expresar sus emociones, sus intenciones o sus estados fisiológicos.

• La personalidad, que consiste en el conjunto de rasgos psicológicos que caracterizan a un individuo y que determinan su forma de pensar, sentir y actuar. Los pulpos han demostrado tener una personalidad propia y diferenciada, que se manifiesta en sus preferencias, sus actitudes o sus reacciones. Por ejemplo, algunos pulpos son más curiosos, más sociables o más agresivos que otros.

Estas habilidades cognitivas y conductuales del pulpo son el resultado de una larga y compleja evolución, que ha sido favorecida por la presión selectiva del medio marino y por la ventaja adaptativa que supone tener una mayor capacidad para resolver problemas y aprovechar oportunidades. Sin embargo, estas habilidades también plantean una serie de interrogantes y desafíos para la biología y la ética, que se refieren a la naturaleza y el valor de la inteligencia del pulpo.

Las implicaciones de la inteligencia del pulpo

La inteligencia del pulpo es un fenómeno fascinante y misterioso, que nos obliga a replantearnos algunas de las cuestiones más fundamentales de la ciencia y la sociedad. Algunas de estas cuestiones son:

• ¿Qué es la inteligencia? La inteligencia es un concepto difícil de definir y medir, ya que implica múltiples dimensiones y niveles. La inteligencia no es una propiedad exclusiva de los humanos, sino que se distribuye de forma diversa y variable entre los animales. La inteligencia no es una cualidad fija e invariable, sino que depende del contexto y del objetivo. La inteligencia no es una función aislada e independiente, sino que está integrada con otras funciones biológicas y psicológicas.
• ¿Cómo se origina la inteligencia? La inteligencia es el producto de un proceso evolutivo, que implica cambios genéticos y epigenéticos, así como interacciones con el ambiente y con otros individuos. La inteligencia puede surgir de forma convergente o divergente, es decir, mediante el desarrollo de características similares o diferentes entre organismos distintos. La inteligencia puede ser el resultado de una selección natural o de una selección sexual, es decir, mediante la adaptación al entorno o al apareamiento.

• ¿Para qué sirve la inteligencia? La inteligencia tiene una función adaptativa, ya que permite a los organismos sobrevivir y reproducirse en condiciones cambiantes y desafiantes. La inteligencia también tiene una función creativa, ya que permite a los organismos explorar y modificar su entorno y su comportamiento. La inteligencia también tiene una función social, ya que permite a los organismos comunicarse y cooperar con otros individuos.

• ¿Qué valor tiene la inteligencia? La inteligencia tiene un valor intrínseco, ya que representa una manifestación de la complejidad y la diversidad de la vida. La inteligencia también tiene un valor instrumental, ya que representa una fuente de conocimiento y de innovación para la ciencia y la tecnología. La inteligencia también tiene un valor ético, ya que implica una responsabilidad y un respeto hacia los seres vivos.

Estas cuestiones nos muestran que la inteligencia del pulpo no solo es un tema científico, sino también filosófico y moral. Nos invitan a reflexionar sobre el origen, el sentido y el destino de la vida en el planeta. Nos retan a ampliar nuestra visión y nuestra comprensión del mundo natural. Nos exigen a reconocer y a proteger la dignidad y los derechos de todos los seres vivos.

El pulpo es un animal increíble, que ha desarrollado una inteligencia sorprendente e independiente a la de los vertebrados. El pulpo nos muestra que hay muchas formas de ser inteligente, y que todas ellas merecen nuestro respeto y nuestra admiración.