El Desembarco de Alhucemas , llevado a cabo el 8 de septiembre de 1925 , fue una operación militar decisiva en la Guerra del Rif (1911-1927) y un hito en la historia militar española. Fue la primera operación anfibia combinada (tierra, mar y aire) moderna, y marcó el principio del fin de la resistencia liderada por Abd el-Krim . Antecedentes: La Guerra del Rif y el Desastre de Annual La presencia española en el norte de Marruecos, establecida por el Tratado de Fez (1912) , se enfrentó a una feroz resistencia de las tribus rifeñas. En 1921 , el ejército español sufrió una de sus peores derrotas en Annual , donde más de 10,000 soldados murieron a manos de las fuerzas de Abd el-Krim. Esta catástrofe llevó a una reestructuración militar y política en España, culminando en la dictadura de Primo de Rivera (1923) y la decisión de lanzar una ofensiva definitiva. Los Protagonistas España : Bajo el mando del Gener...
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CONSTITUCIONALISMO ESPAÑOL: HISTORIA, CONSTITUCIONES Y EVOLUCIÓN POLÍTICA
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El constitucionalismo es el movimiento político y jurídico que defiende la existencia y el respeto de una constitución, que es la norma suprema que regula la organización y el funcionamiento de un Estado, y que reconoce y garantiza los derechos y las libertades de los ciudadanos.
El constitucionalismo español es el proceso histórico y social que ha dado lugar a la elaboración y a la aprobación de diversas constituciones en España, desde el siglo XIX hasta la actualidad.
Escudo de España
Desarrollo
El constitucionalismo español ha estado marcado por la influencia y la alternancia de dos modelos políticos: el liberalismo y el absolutismo, que han representado dos visiones opuestas y enfrentadas sobre el origen y el ejercicio del poder, y sobre la relación entre el Estado y la sociedad. El constitucionalismo español ha sido también el resultado y el reflejo de los cambios y los conflictos que ha vivido España, tanto a nivel interno como externo, y que han afectado a su unidad, a su identidad y a su progreso.
El desarrollo del constitucionalismo español se puede dividir en cinco etapas, que corresponden a los periodos históricos en los que se han promulgado y se han aplicado las distintas constituciones españolas. Estas son las etapas y las constituciones del constitucionalismo español:
Primera etapa: el constitucionalismo liberal (1812-1876): Es la etapa en la que se inicia y se consolida el constitucionalismo español, y en la que se elaboran y se aprueban las primeras constituciones liberales, que se inspiran en los principios de la Ilustración y de la Revolución Francesa, y que se oponen al absolutismo monárquico y al Antiguo Régimen. Las constituciones liberales son las siguientes:
La Constitución de 1812, también conocida como La Pepa, que fue la primera constitución española, y que se promulgó en Cádiz, durante la Guerra de la Independencia contra los franceses. La Constitución de 1812 establecía la soberanía nacional, la división de poderes, el sufragio universal masculino, la monarquía constitucional y el catolicismo como religión oficial. La Constitución de 1812 fue derogada por el rey Fernando VII, que restauró el absolutismo, y fue recuperada por los liberales en los periodos del Trienio Liberal (1820-1823) y de la Regencia de María Cristina (1833-1840).
Cortes de Cádiz
La Constitución de 1837, que fue la segunda constitución española, y que se promulgó durante la Regencia de María Cristina, en el contexto de la Primera Guerra Carlista, que enfrentó a los partidarios de la reina Isabel II y a los partidarios de su tío Carlos María Isidro. La Constitución de 1837 moderaba algunos aspectos de la Constitución de 1812, como el sufragio censitario, la ampliación de los poderes del rey y la tolerancia religiosa. La Constitución de 1837 fue sustituida por la Constitución de 1845, que fue más conservadora y centralista, y que se mantuvo durante el reinado de Isabel II (1843-1868).
La Constitución de 1869, que fue la tercera constitución española, y que se promulgó durante el Sexenio Democrático (1868-1874), que fue el periodo en el que se produjo la Revolución de 1868, que destronó a Isabel II, y se instauró el régimen democrático, que tuvo como rey a Amadeo de Saboya y como presidente a Estanislao Figueras. La Constitución de 1869 recuperaba algunos aspectos de la Constitución de 1812, como el sufragio universal masculino, la soberanía nacional y la monarquía constitucional, y añadía otros aspectos novedosos, como el federalismo, el reconocimiento de los derechos individuales y la libertad de culto. La Constitución de 1869 fue derogada por el golpe de Estado del general Pavía, que disolvió las Cortes y dio paso a la dictadura de Serrano.
La Constitución de 1876, que fue la cuarta constitución española, y que se promulgó durante la Restauración (1874-1931), que fue el periodo en el que se restauró la monarquía borbónica, con Alfonso XII y Alfonso XIII, y se estableció el sistema de la alternancia pacífica entre los partidos liberal y conservador, dirigidos por Sagasta y Cánovas. La Constitución de 1876 era una síntesis de las constituciones anteriores, y combinaba elementos liberales y conservadores, como la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, el sufragio censitario, la monarquía constitucional y el catolicismo como religión oficial. La Constitución de 1876 fue reformada en varias ocasiones, y se mantuvo hasta la proclamación de la Segunda República en 1931.
Segunda etapa: el constitucionalismo republicano (1931-1939): Es la etapa en la que se produce un cambio radical y una ruptura con el constitucionalismo anterior, y en la que se elabora y se aprueba la primera y única constitución republicana, que se inspira en los principios de la democracia, el laicismo y el progresismo, y que se enfrenta al conservadurismo, al clericalismo y al fascismo. La constitución republicana es la siguiente:
La Constitución de 1931, que fue la quinta constitución española, y que se promulgó durante la Segunda República (1931-1939), que fue el periodo en el que se proclamó la república, tras las elecciones municipales de 1931, que dieron la victoria a los partidos republicanos y socialistas, y se exilió al rey Alfonso XIII. La Constitución de 1931 establecía la soberanía popular, el sufragio universal masculino y femenino, la república como forma de Estado, la separación de la Iglesia y el Estado, el reconocimiento de los derechos sociales y políticos, y la autonomía de las regiones. La Constitución de 1931 fue suspendida por el golpe de Estado del general Franco, que inició la Guerra Civil Española (1936-1939), y que acabó con la derrota de la república y el establecimiento de la dictadura franquista.
Constitución de 1931
Tercera etapa: el constitucionalismo autoritario (1939-1978): Es la etapa en la que se produce una involución y una negación del constitucionalismo, y en la que se elaboran y se aprueban unas leyes fundamentales, que se presentan como una constitución, pero que son una imposición y una legitimación del régimen dictatorial, que se basa en los principios del nacionalismo, el catolicismo y el corporativismo, y que se opone a la democracia, al pluralismo y al liberalismo. Las leyes fundamentales son las siguientes:
Las Leyes Fundamentales del Reino, que fueron un conjunto de ocho leyes, que se promulgaron entre 1938 y 1977, y que regulaban los aspectos políticos, sociales y económicos del Estado franquista. Las Leyes Fundamentales del Reino establecían la soberanía del caudillo, el partido único, la unidad de la patria, la confesionalidad católica, el sindicalismo vertical y la representación orgánica. Las Leyes Fundamentales del Reino fueron derogadas por la Ley para la Reforma Política de 1977, que inició la transición a la democracia, tras la muerte de Franco en 1975.
Cuarta etapa: el constitucionalismo democrático (1978-actualidad): Es la etapa en la que se produce una recuperación y una consolidación del constitucionalismo, y en la que se elabora y se aprueba la constitución actual, que se inspira en los principios de la democracia, el Estado de derecho y el Estado social, y que se basa en el consenso y el pacto entre las diferentes fuerzas políticas, sociales y territoriales. La constitución democrática es la siguiente:
Constitución de 1978
La Constitución de 1978, que es la sexta y última constitución española, y que se promulgó durante la Transición (1975-1982), que fue el periodo en el que se restauró la democracia, con el rey Juan Carlos I y el presidente Adolfo Suárez, y se estableció el régimen actual, que ha tenido como presidentes a Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. La Constitución de 1978 establece la soberanía popular, el sufragio universal, la monarquía parlamentaria, la aconfesionalidad del Estado, el reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales, y el Estado autonómico. La Constitución de 1978 ha sido reformada en dos ocasiones, en 1992 y en 2011, y ha sido objeto de debate y de propuesta de reforma por parte de diversos sectores y actores políticos, sociales y territoriales.
La historia del constitucionalismo español es una historia de avances y retrocesos, de luces y sombras, de consensos y conflictos, que refleja la evolución y la diversidad de la política y la sociedad españolas. El constitucionalismo español es un proceso histórico y social que ha dado lugar a la elaboración y a la aprobación de diversas constituciones, que han representado y regulado la organización y el funcionamiento del Estado, y que han reconocido y garantizado los derechos y las libertades de los ciudadanos.
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