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CRISTIANOS EN ORIENTE: RESILENCIA EN ESTADO PURO

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El cristianismo en Oriente Próximo, Oriente Medio y Extremo Oriente tiene una larga y rica historia que se remonta a los primeros siglos de la era cristiana. A pesar de ser la cuna de esta fe, la presencia de los cristianos en estas regiones ha disminuido considerablemente con el tiempo debido a las migraciones, la persecución, la guerra y la inestabilidad política. Aun así, las comunidades cristianas en estas áreas mantienen una importante relevancia cultural y religiosa, aunque enfrentan desafíos significativos en su lucha por la supervivencia. El Cristianismo en Oriente Próximo y Medio: Cuna de la Fe El Oriente Próximo es el lugar donde surgió el cristianismo, una región que abarca los actuales territorios de Israel, Palestina, Líbano, Siria, Jordania, Egipto e Irak. Esta zona fue testigo de la vida de Jesús y de los primeros apóstoles, siendo Jerusalén, Antioquía y Alejandría importantes centros del cristianismo temprano. 1. Las Comunidades Cristianas Históricas Iglesia Ortodoxa Co...

EL SÁHARA VERDE: HISTORIA, CULTURA Y TRANSFORMACIÓN DEL DESIERTO MÁS GRANDE DEL MUNDO

El Sáhara es el mayor desierto cálido del mundo, con una superficie de unos 9 millones de kilómetros cuadrados, que abarca casi todo el norte de África. 

El Sáhara es un lugar árido, caliente e inhóspito, donde la precipitación anual es de apenas entre 35 y 100 milímetros, y donde la temperatura puede superar los 50 grados centígrados. 


Desierto del Sáhara


Un lugar difícil

El Sáhara es un lugar donde la vida humana es difícil y escasa, donde solo unos pocos millones de personas habitan en oasis, ciudades o nómadas. Sin embargo, el Sáhara no siempre fue así.

Hace unos 10.000 años, el Sáhara era una región de sabanas y praderas frondosas con algunos bosques y lagos, donde la precipitación anual podía alcanzar los 2.000 milímetros, y donde la temperatura era más suave y variada. El Sáhara era un lugar donde la vida humana era abundante y diversa, donde decenas de millones de personas habitaban en aldeas, ciudades o nómadas.




Este período se conoce como el “Sáhara verde” o “Sáhara húmedo”, y duró desde hace unos 10.000 años hasta hace unos 5.000 años. Durante este período, el Sáhara fue el escenario de una gran variedad de culturas que se desarrollaron y se relacionaron entre sí, dejando un rico legado de arte, lengua, religión y tradición. Estas culturas fueron testigos y protagonistas de los cambios climáticos y sociales que transformaron el Sáhara en el desierto que conocemos hoy.


Sahel


¿Cómo era el Sáhara verde?

El Sáhara verde fue el resultado de una serie de cambios climáticos globales que afectaron al planeta desde el final de la última glaciación, hace unos 12.000 años. Estos cambios provocaron un aumento de las temperaturas y del nivel del mar, así como una alteración de los patrones de viento y lluvia.

Uno de estos cambios fue el desplazamiento hacia el norte del cinturón intertropical de convergencia (CIT), una zona donde se encuentran los vientos alisios del hemisferio norte y del hemisferio sur, que traen humedad desde los océanos. El CIT determina la ubicación de las zonas áridas y húmedas del planeta, ya que genera lluvias en las regiones ecuatoriales y subtropicales, y sequías en las regiones tropicales y templadas.

Hace unos 10.000 años, el CIT se movió hacia el norte debido al aumento de la radiación solar en el hemisferio norte durante el verano boreal. Esto provocó que los vientos monzones, que son vientos estacionales que cambian de dirección según la estación, trajeran lluvias cíclicas al norte de África desde el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Estas lluvias fertilizaron la tierra e hicieron crecer la vegetación, que a su vez atrajo más lluvias al reflejar menos luz solar.


Sabana sudanesa


Así se formó un ciclo positivo de retroalimentación entre la vegetación y las lluvias, que mantuvo al Sáhara verde durante unos 5.000 años. Durante este período, el Sáhara tuvo una vegetación similar a la del actual Sahel, un cinturón ecoclimático y biogeográfico de transición entre el desierto del Sahara en el norte y la sabana sudanesa en el sur, que atraviesa el continente africano de costa a costa.

El Sáhara verde tenía sabanas con árboles dispersos, como acacias, baobabs o palmeras, y praderas con hierbas y flores. El Sáhara verde también tenía algunos bosques, como los de cipreses o de olivos, y algunos lagos permanentes o estacionales, como el lago Chad o el lago Mega-Fezzan. El Sáhara verde albergaba una gran diversidad de animales, como elefantes, jirafas, leones, leopardos, rinocerontes, hipopótamos, cocodrilos, antílopes, cebras, avestruces o tortugas.

¿Qué culturas habitaron el Sáhara verde?

El Sáhara verde fue el hogar de una gran variedad de culturas que se desarrollaron y se relacionaron entre sí. Estas culturas se pueden clasificar en cuatro grandes grupos: los cazadores-recolectores, los pastores nómadas, los agricultores sedentarios y los comerciantes urbanos.


Oasis


-- Los cazadores-recolectores fueron los primeros habitantes del Sáhara verde. Eran grupos pequeños y móviles que vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos, semillas y raíces. Los cazadores-recolectores se adaptaban al medio ambiente y a los recursos disponibles, y tenían una cultura basada en el animismo, el arte rupestre y la música. 


Los cazadores-recolectores dejaron numerosas evidencias de su presencia en el Sáhara verde, como pinturas y grabados en las rocas, que representaban animales, personas y escenas cotidianas. Estas manifestaciones artísticas reflejaban su visión del mundo, sus creencias y sus emociones. Algunos de los lugares más destacados donde se pueden apreciar estas obras son Tassili n´aAijer, en Argelia; o Tibesti e Ennedi en Chad. 

Los cazadores- recolectores también fabricaron herramientas de piedra con una técnica llamada microlítica que consistía en producir pequeñas hojas afiladas que se insertaban en mangos de madera o hueso. Estas herramientas les servían para cortar, raspar o perforar. Algunos ejemplos de estas herramientas son las puntas de flecha, los cuchillos o las agujas.


Ruta caravanera


Los cazadores-recolectores vivieron en el Sáhara verde desde hace unos 12.000 años hasta hace unos 8.000 años, cuando el clima empezó a cambiar y el desierto comenzó a expandirse. Algunos de ellos se desplazaron hacia el sur, siguiendo las lluvias y la vegetación, y se mezclaron con otros pueblos africanos. Otros se quedaron en el Sáhara, adaptándose a las nuevas condiciones y adoptando nuevas formas de vida.

Uno de los pueblos más conocidos dentro de esta cultura fueron los capseses.

-- Los pastores nómadas fueron los sucesores de los cazadores-recolectores. Eran grupos más grandes y organizados que vivían del pastoreo de animales domésticos, como cabras, ovejas, vacas o camellos. Los pastores nómadas se desplazaban según las estaciones y las lluvias, y tenían una cultura basada en el clan, la oralidad y la poesía.

Los pastores nómadas fueron los primeros en domesticar animales en el Sáhara verde, hace unos 8.000 años. Los animales les proporcionaban carne, leche, piel, lana y transporte. Los pastores nómadas también cultivaban algunos cereales, como el mijo o el sorgo, en zonas húmedas o cerca de los oasis. Los pastores nómadas construían tiendas de piel o lana para alojarse temporalmente.


Pastores nómadas


Los pastores nómadas también dejaron huellas de su paso por el Sáhara verde, como pinturas y grabados en las rocas, que representaban animales domésticos, personas y escenas pastoriles. Estas expresiones artísticas mostraban su relación con los animales, sus actividades y sus ritos. Algunos de los lugares más importantes donde se pueden observar estas obras son Uweinat, en Egipto; Messak, en Libia; o Aïr, en Níger.

Los pastores nómadas vivieron en el Sáhara verde desde hace unos 8.000 años hasta hace unos 4.000 años, cuando el clima se volvió más seco y el desierto se hizo más extenso. Algunos de ellos se trasladaron hacia el sur o hacia el este, buscando zonas más favorables para sus rebaños, y entraron en contacto con otras culturas africanas. Otros se quedaron en el Sáhara, adaptándose a las nuevas condiciones y adoptando nuevas formas de vida.

Uno de los pueblos más conocidos dentro de esta cultura fueron los garamantes y los tuaregs.

-- Los agricultores sedentarios fueron los innovadores del Sáhara verde. Eran grupos más numerosos y complejos que vivían del cultivo de plantas, como cereales, legumbres o frutas. Los agricultores sedentarios se establecían en aldeas o ciudades junto a los ríos o los lagos, y tenían una cultura basada en la escritura, la religión y la arquitectura.

Los agricultores sedentarios fueron los primeros en cultivar plantas en el Sáhara verde, hace unos 7.000 años. Las plantas les proporcionaban alimento, fibra, aceite y medicina. Los agricultores sedentarios también criaban algunos animales, como cerdos, perros o gatos. Los agricultores sedentarios construían casas de adobe o piedra para alojarse permanentemente.


Recreación de Cartago

Los agricultores sedentarios también dejaron testimonios de su presencia en el Sáhara verde, como cerámicas, estatuillas, joyas y sellos, que reflejaban su arte, su comercio y su organización social. Estos objetos se encontraban en los restos de sus asentamientos, que mostraban su urbanismo, su ingeniería y su religión. Algunos de los sitios más destacados donde se pueden hallar estos restos son Kerma, en Sudán; Napata, en Sudán; o Garama, en Libia.

Los agricultores sedentarios vivieron en el Sáhara verde desde hace unos 7.000 años hasta hace unos 3.000 años, cuando el clima se hizo más árido y el desierto se hizo más inhóspito. Algunos de ellos se mudaron hacia el sur o hacia el norte, buscando zonas más propicias para sus cultivos, y formaron parte de otras civilizaciones africanas. Otros se quedaron en el Sáhara, adaptándose a las nuevas condiciones y adoptando nuevas formas de vida.

Uno de los pueblos más conocidos dentro de esta cultura fueron los kushitas y los nubios.

-- Los comerciantes urbanos fueron los integradores del Sáhara verde. Eran grupos más ricos y poderosos que vivían del comercio de productos, como metales, telas o especias. Los comerciantes urbanos se conectaban con otras regiones y civilizaciones a través de rutas comerciales por tierra o por mar, y tenían una cultura basada en la moneda, el derecho y la ciencia.


Bereberes

Los comerciantes urbanos fueron los primeros en establecer redes comerciales entre el Sáhara verde y otras zonas del mundo, hace unos 3.000 años. Los productos que intercambiaban incluían oro, sal, marfil, esclavos, cobre, hierro, estaño o pimienta. Los comerciantes urbanos también difundían ideas, creencias y conocimientos entre las diferentes culturas que contactaban.

Los comerciantes urbanos también dejaron evidencia de su actividad en el Sáhara verde, como monedas, pesas, medidas o documentos escritos, que mostraban su economía, su derecho y su administración. Estos documentos se han hallado en lugares como Awdaghust, en Mauritania; Sijilmassa, en Marruecos; o Tadmekka, en Malí.

Los comerciantes urbanos fundaron algunas de las ciudades más importantes del Sáhara verde, como Cartago, en Túnez; Leptis Magna, en Libia; o Tombuctú, en Malí. Estas ciudades se distinguieron por su arquitectura urbana y religiosa, su escritura alfabética o silábica, su religión politeísta o monoteísta, y sus relaciones con otras potencias del Mediterráneo o del África subsahariana.


Tuaregs


Los comerciantes urbanos vivieron en el Sáhara verde desde hace unos 3.000 años hasta hace unos 1.000 años, cuando el clima se hizo más seco y el desierto se hizo más inhóspito. Algunos de ellos se trasladaron hacia el norte o hacia el sur, buscando zonas más prósperas y seguras para sus negocios. Otros se quedaron en el Sáhara, adaptándose a las nuevas condiciones y adoptando nuevas formas de vida.

Uno de los pueblos más conocidos dentro de esta cultura fueron los fenicios, los cartagineses y los bereberes.

Estas son algunas de las culturas que habitaron el Sáhara verde antes de que se convirtiera en uno de los mayores desiertos del planeta. 





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