SÁHARA OCCIDENTAL: UN TERRITORIO EN DISPUTA CON GRANDES RECURSOS NATURALES

 El Sáhara Occidental es un territorio situado en el noroeste de África, que limita con Marruecos, Argelia, Mauritania y el océano Atlántico. El Sáhara Occidental tiene una superficie de unos 266.000 km² y una población estimada de unos 600.000 habitantes, la mayoría de ellos de origen bereber y árabe, y de religión musulmana. 

El Sáhara Occidental es también un territorio en disputa, que enfrenta las reivindicaciones de Marruecos, que lo considera parte de su soberanía, y del Frente Polisario, que lo considera una nación independiente.

A través de la historia

El Sáhara Occidental tiene una historia compleja y turbulenta, que se puede resumir de la siguiente manera:

• Antes del siglo XIX, el Sáhara Occidental era una zona poco poblada y poco explorada, que estaba habitada por tribus nómadas que se dedicaban al pastoreo, al comercio y a las incursiones. El Sáhara Occidental no formaba parte de ningún Estado, sino que estaba bajo la influencia de los imperios marroquí, otomano y saadí, que ejercían un control nominal y esporádico sobre el territorio.

• A finales del siglo XIX y principios del XX, el Sáhara Occidental fue objeto de la colonización europea, que se inició con la Conferencia de Berlín de 1884, que repartió África entre las potencias europeas. España reclamó el Sáhara Occidental como parte de su imperio colonial, y lo dividió en dos zonas: el Sáhara Español, que abarcaba la mayor parte del territorio, y el Río de Oro, que correspondía a la franja costera. España estableció una administración colonial, que se enfrentó a la resistencia de las tribus locales, especialmente de la confederación de los saharauis, que se opusieron al dominio español y al pago de impuestos.
• A mediados del siglo XX, el Sáhara Occidental fue escenario de la descolonización y la guerra fría, que se iniciaron con el fin de la Segunda Guerra Mundial y la creación de la ONU, que promovieron el derecho de los pueblos a la autodeterminación y la independencia. España se vio obligada a conceder cierta autonomía al Sáhara Occidental, y a organizar un referéndum de autodeterminación, que nunca se llegó a celebrar. Mientras tanto, Marruecos y Mauritania reclamaron el Sáhara Occidental como parte de su territorio histórico, y contaron con el apoyo de Francia y Estados Unidos, que buscaban contrarrestar la influencia de Argelia y la Unión Soviética en la región. Asimismo, surgió el Frente Polisario, un movimiento de liberación nacional que defendía la independencia del Sáhara Occidental, y que contó con el apoyo de Argelia y la Unión Soviética, que buscaban debilitar a Marruecos y a Francia en la región.

Frente Polisario

• A finales del siglo XX y principios del XXI, el Sáhara Occidental fue escenario del conflicto y el estancamiento, que se iniciaron con la Marcha Verde de 1975, una movilización masiva de civiles marroquíes que entraron en el Sáhara Occidental para reclamar su anexión a Marruecos, y que presionaron a España para que abandonara el territorio. España firmó los Acuerdos de Madrid, por los que cedía la administración del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania, sin consultar a la población saharaui. Esto provocó el inicio de una guerra entre el Frente Polisario y Marruecos y Mauritania, que duró hasta 1991, cuando se firmó un alto el fuego auspiciado por la ONU, que preveía la celebración de un referéndum de autodeterminación, que tampoco se ha llegado a celebrar. 

Desde entonces, el Sáhara Occidental se encuentra dividido por un muro de unos 2.700 km, que separa la zona controlada por Marruecos, que abarca el 80% del territorio y la mayor parte de la población y los recursos, de la zona controlada por el Frente Polisario, que abarca el 20% del territorio y una minoría de la población y los recursos. La situación del Sáhara Occidental es una de las más prolongadas y olvidadas del mundo, que afecta a los derechos humanos, la seguridad, el desarrollo y la estabilidad de la región.

Resoluciones de la ONU y Tribunal de La Haya

La situación del Sáhara Occidental y el pueblo saharaui ha sido objeto de numerosas resoluciones de la ONU a lo largo de los años. Aquí tienes un resumen de las más relevantes:

• Resolución del 22 de octubre de 1975: la ONU instó a Marruecos a retirar inmediatamente a todos los participantes de la Marcha Verde del territorio de Sáhara Occidental.
• Resolución 690 de 29 de abril de 1991: Reconoce el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación y establece un periodo de transición para que el pueblo del Sáhara Occidental elija entre la independencia o la integración en Marruecos.

• Plan de arreglo de la ONU: Aprobado en 1991, contemplaba la celebración de un referéndum sobre la posible autodeterminación del territorio saharaui. Para facilitar esto, es creó la Misión de la Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara (MINURSO).Resolución de 1995: el Consejo de Seguridad expresó su preocupación por los escasos avances del plan de arreglo y reafirmó su empeño en que se celebre un referéndum libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental. 

A pesar de estas resoluciones, el referéndum de autodeterminación aún no se ha llevado a cabo, y la situación sigue siendo un tema de disputa y negociación internacional. Recientemente, el Gobierno de España ha cambiado su postura respecto al Sáhara Occidental apoyando la propuesta de Marruecos de que la excolonia española sea un territorio con autonomía bajo soberanía marroquí. 

La postura del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya con respecto al Sáhara Occidental es un elemento clave en el conflicto. Según la Opinión Consultiva emitida el 16 de octubre de 1975, el TIJ concluyó que no existían vínculos jurídicos de soberanía territorial entre el Sáhara Occidental y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano.

El Tribunal determinó que los elementos e informaciones disponibles no demostraban la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial que pudiera afectar la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la ONU en lo que respecta a la descolonización del Sáhara Occidental y en particular a la aplicación del principio de libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio.

Esta decisión refuerza la interpretación de que la descolonización del Sáhara Occidental debe llevarse a cabo a través de la aplicación del principio de la libre determinación de los pueblos, tal como se establece en las resoluciones de la Asamblea General de la ONU. A pesar de esta clara postura, el conflicto sigue sin resolverse y la situación continúa siendo un tema de disputa internacional.

Minas de fosfato

Recursos naturales

El Sáhara Occidental es rico en recursos naturales, lo que ha sido un factor importante en el conflicto territorial y en la aplicación de las resoluciones de la ONU y del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. Los recursos incluyen:

• Fosfatos: El Sáhara Occidental posee uno de los mayores yacimientos de fosfatos del mundo.

• Pesca: Sus aguas son ricas en bancos de pesca, con una gran diversidad de especies marinas.
• Petróleo y gas: Hay potencial para la explotación de petróleo y gas, aunque la exploración y explotación han sido objeto de controversia legal y ética.
• Arena: La arena del Sáhara es utilizada en la construcción y en la producción de cemento.
• Minerales raros: Además de fosfatos, hay presencia de minerales como la circonita.

La explotación de estos recursos por parte de Marruecos ha sido criticada por no respetar el derecho internacional ya que se considera que debería beneficiar al pueblo saharaui y no a la potencia ocupante. La legalidad de la explotación de los recursos naturales del territorio ha sido cuestionada en varias ocasiones y las sentencias de los tribunales europeas han reafirmado que el representante legítimo del pueblo saharaui es el Frente Polisario.

En cuanto a la influencia de estos recursos en la aplicación de las resoluciones, hay argumentos que sugieren que los intereses económicos en los recursos naturales pueden ser un factor que complica la resolución del conflicto. Las resoluciones de la ONU y del Tribunal de La Haya han establecido claramente el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y la ilegalidad de la ocupación marroquí, pero la presencia de recursos valiosos puede influir en la voluntad política de los estados y en la dinámica de las negociaciones internacionales.

Comunidades locales

La explotación de los recursos naturales en el Sáhara Occidental ha tenido un impacto significativo en las comunidades locales, especialmente en términos de derechos económicos y sociales. Los informes indican que:

• Desplazamientos y marginación: la explotación de recursos ha llevado al desplazamiento de comunidades saharauis y a su marginación económica, ya que los beneficios de dicha explotación raramente revierten en la población local.
• Impacto ambiental: la actividad minera y la pesca excesiva han causado daños ambientales afectando los ecosistemas locales y la sostenibilidad de los recursos para futuras generaciones.
• Violaciones de derechos humanos: hay denuncias de violaciones de derechos humanos asociadas con la explotación de recursos incluyendo la represión de activistas que defienden los derechos del pueblo saharaui sobre sus recursos naturales.

• Legalidad cuestionada: la explotación se realiza en un contexto de legalidad internacional cuestionada ya que el Sáhara Occidental es considerado un territorio no autónomo y según el derecho internacional cualquier explotación de sus recursos debería beneficiar a sus habitantes.

Estos factores contribuyen a una situación de tensión y conflicto, y plantean serios desafíos para el desarrollo sostenible y el respeto de los derechos humanos en la región. La comunidad internacional sigue debatiendo y buscando soluciones que respeten los derechos del pueblo saharaui y permitan una explotación responsable de los recursos naturales del territorio.

En definitiva, el Sáhara Occidental es un territorio con una historia y una cultura propias, que se encuentra en una situación de conflicto y de incertidumbre, que enfrenta las reivindicaciones de Marruecos, que lo considera parte de su soberanía, y del Frente Polisario, que lo considera una nación independiente, y que espera una solución justa y pacífica, que respete el derecho de su pueblo a la autodeterminación y a la independencia.