El golpe de Estado que llevó al general Charles de Gaulle al poder y marcó el inicio de la Quinta República Francesa ocurrió en un contexto de profunda crisis política y social en Francia en 1958.
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De Gaulle
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Militar de carrera
Charles de Gaulle comenzó su carrera política en un contexto de crisis y guerra. Antes de su entrada en la política, De Gaulle era un militar de carrera. Nacido en Lille en 1890, se graduó de la prestigiosa academia militar de Saint-Cyr y sirvió en la Primera Guerra Mundial donde fue herido y capturado.
Su verdadero salto a la política ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial. En 1940, tras la invasión alemana de Francia, De Gaulle fue nombrado subsecretario de Defensa Nacional y Guerra. Sin embargo, cuando el gobierno francés decidió rendirse a Alemania, De Gaulle se opuso firmemente. El 18 de junio de 1940, desde Londres, hizo un llamamiento por radio a los franceses para que continuaran la lucha contra los nazis, fundando así la Francia Libre.
Durante la guerra, De Gaulle se convirtió en el líder de la resistencia francesa en el exilio, ganando reconocimiento y apoyo tanto dentro como fuera de Francia. Tras la liberación de París en 1944, De Gaulle regresó y presidió el gobierno provisional de la República Francesa hasta 1946, donde trabajó para restablecer la democracia en el país.
Quinta República
En Francia en 1958, la Cuarta República estaba debilitada por la inestabilidad gubernamental y la guerra de independencia en Argelia, que había generado un fuerte descontento tanto en la metrópoli como en las colonias.
El 13 de mayo de 1958, un grupo de militares franceses en Argelia, liderados por el general Jacques Massu, tomó el control de Argel y exigió el regreso de De Gaulle al poder, amenazando con un golpe de Estado si sus demandas no eran atendidas. Este movimiento fue apoyado por los "pieds-noir" (colonos franceses en Argelia) y sectores del ejeército que se oponían a cualquier negociación con los independentistas argelinos.
Ante la amenaza de una guerra civil, el presidente de la República, René Coty, pidió a De Gaulle que asumiera el liderazgo del país. De Gaulle aceptó, pero bajo la condición de que se le otorgaran poderes extraordinarios para redactar una nueva constitución. El 1 de junio de 1958, De Gaulle fue nombrado primer ministro y, en pocos meses, presentó una nueva constitución que fue aprobada en referéndum el 28 de septiembre de 1958.
La nueva constitución estableció la Quinta República, caracterizada por un fuerte presidencialismo que otorgaba amplios poderes al presidente de la República. De Gaulle fue elegido presidente en diciembre de 1958, consolidando su liderazgo y poniendo fin a la inestabilidad política que había caracterizado a la Cuarta República.
La influencia de De Gaulle
Durante su mandato, desde 1959 hasta 1969, Charles de Gaulle implementó una serie de reformas significativas que transformaron la política y la sociedad francesa:
1. Descolonización: Durante su mandato, De Gaulle supervisó la descolonización de varios territorios franceses, incluyendo la independencia de Argelia en 1962. Este proceso fue complejo y a menudo conflictivo, pero marcó el fin del imperio colonial francés y el inicio de nuevas relaciones con las antiguas colonias. También permitió a Francia centrarse en su desarrollo interno.
2. Política exterior independiente: De Gaulle promovió una política exterior independiente, alejándose de la influencia estadounidense y de la OTAN. Abogó por una Europa unida y fuerte y fue un defensor de la reconciliación franco-alemana, lo que sentó las bases para la futura integración europea..
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Guerra en Argelia
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4. Reformas sociales: Introdujo varias reformas sociales, incluyendo mejoras en el sistema de seguridad social y en las condiciones laborales. Estas reformas buscaban mejorar la calidad de vida de los ciudadanos franceses y reducir las desigualdades sociales.
5. Reforma educativa: De Gaulle también impulsó reformas en el sistema educativo, ampliando el acceso a la educación superior y modernizando los programas de estudio para adaptarlos a las necesidades de una economía en crecimiento.
La Quinta República moldeó la Francia moderna dejando una huella indeleble en su historia política y social. Con su estructura más estable y centralizada ha perdurado hasta la actualidad, siendo uno de los sistemas políticos más longevos de la historia contemporánea de Francia.
Crisis de Mayo del 68
La presidencia de De Gaulle también enfrentó desafíos significativos, como las protestas de Mayo del 68. El Mayo Francés de 1968 fue un periodo de intensas protestas y huelgas que sacudió a Francia, especialmente en París, durante los meses de mayo y junio de ese año. Este movimiento comenzó con manifestaciones estudiantiles en la Universidad de Nanterre y se extendió rápidamente a otras universidades, incluyendo la prestigiosa Sorbona.
Los estudiantes protestaban contra la sociedad de consumo, el capitalismo, el imperialismo y el autoritarismo. Sus demandas incluían reformas educativas y cambios políticos más amplios. Las consignas de los manifestantes, como "¡La imaginación al poder!" y "¡Prohibido prohibir!", reflejaban su deseo de una transformación radical de la sociedad.
El movimiento estudiantil pronto ganó el apoyo de los trabajadores industriales y los sindicatos, lo que llevó a la mayor huelga general en la historia de Francia, con más de nueve millones de trabajadores participando. Esta alianza entre estudiantes y obreros puso al gobierno del presidente Charles De Gaulle en una situación critica, temiendo una insurrección revolucionaria.
A pesar de la magnitud de las protestas, la mayoría de los participantes no buscaban una toma del poder violenta. Finalmente, las tensiones comenzaron Finalmente, las tensiones comenzaron a disminuir cuando De Gaulle anunció elecciones anticipadas, lo que llevó a una desmovilización gradual de los manifestantes.
El Mayo Francés de 1968 dejó un legado duradero en la política y la cultura de Francia, inspirando movimientos sociales en todo el mundo y marcando un punto de inflexión en la historia contemporánea.
Las consecuencias del Mayo del 68
Las revueltas de mayo del 68 tuvieron consecuencias significativas tanto para el gabinete de Charles de Gaulle como para él mismo:
Crisis de legitimidad: Las protestas pusieron en duda la legitimidad del gobierno de De Gaulle. La magnitud de las manifestaciones y huelgas, que involucraron a estudiantes y trabajadores, mostró un profundo descontento con su administración.
Concesiones a los sindicatos: Para calmar la situación, De Gaulle y su primer ministro, Georges Pompidou, negociaron con los sindicatos y concedieron importantes mejoras laborales, incluyendo un aumento salarial del 14%, reducciones en la jornada laboral y garantías de empelo y jubilación. Estas concesiones fueron vistas como una victoria para los manifestantes y una señal de debilidad del gobierno.
3. Elecciones anticipadas: En un intento por reafirmar su autoridad, De Gaulle disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas en junio de 1968. Su partido ganó con una amplia mayoría, lo que le permitió recuperar temporalmente el control político.
4. Referéndum y dimisión: Convencido de la necesidad de reformas profundas, De Gaulle propuso un referéndum en 1969 sobre la regionalización y la reforma del Senado. Al perder el referéndum, De Gaulle cumplió su promesa de dimitir, poniendo fin a su presidencia el 28 de abril de 1969.
5. Impacto personal: Las revueltas de mayo del 68 afectaron profundamente a De Gaulle. Aunque logró superar la crisis a corto plazo, quedó claro que su estilo de liderazgo y sus políticas ya no resonaban con una parte significativa de la población francesas, especialmente con los jóvenes.
Tras su dimisión, De Gaulle se retiró a su residencia en Colombey-les-Deux-Églises, donde vivió alejado de la vida pública. Continuó escribiendo y reflexionando sobre la política y la historia. Falleció el 9 de noviembre de 1970 a causa de un aneurisma.
Las reformas de De Gaulle tuvieron un impacto duradero en la estructura política, económica y social de Francia consolidándole como uno de los líderes más influyentes de la historia contemporánea del país. Su figura sigue siendo recordado como un símbolo de resistencia y liderazgo en tiempos de crisis frente a los ataques externos.
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