DESEMBARCO DE ALHUCEMAS (1925): EL PRIMER DESEMBARCO ANFIBIO MODERNO DE LA HISTORIA

La década de 1960 fue una época tumultuosa en Estados Unidos, marcada por la lucha por los derechos civiles, la oposición a la guerra de Vietnam, y la creciente concienciación sobre las injusticias sociales y raciales. En este contexto, los atletas afroamericanos enfrentaban discriminación y desigualdad, tanto dentro como fuera del ámbito deportivo.
Los Juegos Olímpicos de 1968 se celebraron en un año particularmente convulso. Martin Luther King Jr. había sido asesinado en abril, y Robert F. Kennedy en junio. Las protestas por los derechos civiles y contra la guerra se intensificaban, y los afroamericanos seguían luchando por la igualdad de derechos y oportunidades.
Tommie Smith y John Carlos, ambos velocistas afroamericanos, decidieron aprovechar la visibilidad de los Juegos Olímpicos para hacer una declaración política. Inspirados por el movimiento "Black Power", que promovía el orgullo racial, la autodefensa y la lucha contra la opresión, planearon un gesto que capturara la atención del mundo.
El gesto del puño levantado con guantes negros realizado por Tommie Smith y John Carlos en el podio de los Juegos Olímpicos de México en 1968 fue un acto cuidadosamente planeado para simbolizar la lucha por los derechos civiles y la justicia racial.
El gesto de Smith y Carlos tuvo repercusiones inmediatas y a largo plazo. El Comité Olímpico Internacional (COI), liderado por Avery Brundage, consideró el acto como una violación de las reglas que prohibían las manifestaciones políticas en los Juegos. Smith y Carlos fueron expulsados de la Villa Olímpica y suspendidos del equipo olímpico estadounidense.
Smith y Carlos enfrentaron graves repercusiones personales por su acto de valentía. A su regreso a Estados Unidos, fueron objeto de críticas y amenazas de muerte, y encontraron dificultades para continuar sus carreras deportivas. Ambos, sin embargo, continuaron su lucha por la igualdad y los derechos civiles, utilizando su notoriedad para abogar por el cambio. Además, su valentía inspiró a otros a alzar la voz.
Peter Norman también sufrió consecuencias por su apoyo. A pesar de ser el mejor velocista de Australia, fue marginado por las autoridades deportivas de su país y no fue seleccionado para los siguientes Juegos Olímpicos, a pesar de haberse clasificado.
Sin embargo, con el tiempo algo cambió. En 2005, la Universidad Estatal de San José, donde ambos atletas estadounidenses estudiaron, erigió una estatua en su honor, reconociendo su contribución a la lucha por los derechos civiles.
En 2008 a Smith le concedieron el premio Arthur Ashe al coraje. En 2019 Smith y Carlos fueron incluidos en el Salón de la Fama Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos como reconocimiento a su valentía y contribución a la lucha por la igualdad racial.
Norman, por su parte, a pesar de haber ganado la medalla de plata en los 200 metros en los Juegos de México con un tiempo de 20.06 segundos, que sigue siendo el récord de Oceanía en esa distancia, y campeón nacional en los 200 metros en cinco ocasiones, sufrió ostracismo público en su país y tuvo dificultades para encontrar empleo debido a su apoyo a Smith y Carlos en el podio mejicano llevando en su ropa el distintivo del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos. No obstante, se mantuvo firme en su apoyo a la igualdad racial. En 1985, sufrió gangrena tras una lesión en el tendón de Aquiles, lo que casi le hace perder una pierna, y además tuvo que lidiar con la depresión, abuso de alcohol y analgésicos.![]() |
Legado Duradero
A pesar de las consecuencias negativas para los atletas, el icónico saludo del "Black Power" de Smith y Carlos se interpretó como un acto heroico y valiente de desafío contra la injusticia, resonando más allá del ámbito deportivo. Se convirtió en un símbolo de resistencia y de lucha por los derechos civiles y la justicia social a nivel internacional. Inspiró a muchos activistas y grupos oprimidos y demostró el poder del deporte como plataforma para promover el cambio social.
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