OPERACIÓN OGRO: EL ATENTADO CONTRA CARRERO BLANCO, ENTRE LA HISTORIA OFICIAL Y LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS
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La Operación Ogro es el nombre con el que la organización separatista vasca ETA (Euskadi Ta Askatasuna) bautizó una de las acciones más trascendentales de su lucha armada: el atentado que acabó con la vida de Luis Carrero Blanco, el entonces presidente del gobierno de España y hombre de confianza del dictador Francisco Franco. El 20 de diciembre de 1973, un coche bomba fue detonado en pleno centro de Madrid, lanzando el vehículo de Carrero Blanco varios metros por los aires y provocando la muerte instantánea del político.
El atentado no solo fue uno de los más espectaculares y notorios de la historia del terrorismo en España, sino que también tuvo profundas consecuencias políticas en un país que atravesaba un momento crítico, al final del franquismo.
Contexto Político: España en la Agonía del Franquismo
Para comprender la magnitud y el impacto de la Operación Ogro, es importante situar el atentado en su contexto histórico. A inicios de la década de 1970, España estaba gobernada por Francisco Franco, que mantenía un régimen dictatorial desde el final de la Guerra Civil en 1939. Sin embargo, Franco, ya anciano y enfermo, comenzaba a delegar más responsabilidades en personas de confianza dentro de su círculo de poder. Uno de los hombres que se perfilaba como su sucesor era Luis Carrero Blanco, un militar ultraconservador que se había mantenido fiel al régimen durante toda su vida.
En junio de 1973, Franco nombró a Carrero Blanco como presidente del gobierno, un cargo equivalente al de primer ministro. Con esta decisión, Franco quería garantizar la continuidad del franquismo tras su muerte. Carrero Blanco representaba la lealtad absoluta a los principios del régimen, y su cercanía a Franco lo convertía en una figura clave en los planes de sucesión del dictador.
Sin embargo, su nombramiento también generó fuertes tensiones dentro del país, especialmente entre aquellos que buscaban un cambio hacia la democracia. España estaba inmersa en un clima de creciente oposición política, con movimientos de izquierdas, demócratas y nacionalistas, entre ellos ETA, que veían en Carrero Blanco un obstáculo para cualquier tipo de transición hacia un sistema más abierto y plural.
ETA y la Decisión de Atentar Contra Carrero Blanco
ETA surgió a finales de la década de 1950 como un movimiento nacionalista vasco que defendía la independencia de Euskadi (País Vasco) respecto de España. En sus primeros años, ETA se centró en acciones culturales y reivindicaciones políticas, pero a medida que avanzaba la década de 1960, la organización adoptó una estrategia violenta y comenzó a realizar atentados y acciones armadas contra el régimen franquista.
Franco y Carrero Blanco |
A principios de los años 70, ETA decidió que una de las formas más efectivas de debilitar el régimen sería eliminar a uno de sus pilares fundamentales: Luis Carrero Blanco. En 1973, la dirección de ETA aprobó la planificación de lo que sería conocido como la Operación Ogro, cuyo objetivo era asesinar al presidente del gobierno.
El atentado no solo buscaba acabar con Carrero Blanco, sino que también pretendía enviar un mensaje a Franco y a las élites del franquismo: ETA estaba dispuesta a llevar a cabo acciones extremas para desestabilizar el régimen y promover la independencia del País Vasco.
Planificación y Ejecución de la Operación Ogro
La planificación de la Operación Ogro fue meticulosa y requirió varios meses de preparación. El comando de ETA encargado de llevar a cabo el atentado estaba formado por cuatro miembros: José Miguel Beñarán (Argala), Ignacio Aracama Mendia (Makario), José Antonio Urrutikoetxea (Josu Ternera) y Javier María Larreategui (Atxulo). Todos ellos participaron en la operación de manera activa, desde la logística hasta la ejecución.
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentaba el comando era la gran seguridad que rodeaba a Carrero Blanco. El presidente del gobierno tenía una rutina diaria muy rígida, lo que ayudaba a los terroristas a prever sus movimientos. Todos los días asistía a misa en la iglesia de San Francisco de Borja, en el centro de Madrid, y luego regresaba a su residencia oficial. ETA decidió que el momento ideal para el atentado sería durante su trayecto habitual.
Comando de ETA |
El comando de ETA alquiló un local en la calle Claudio Coello, por donde pasaba el coche oficial de Carrero Blanco, y desde allí cavaron un túnel bajo la calzada. Trabajaron en el túnel durante varios meses, bajo la apariencia de ser obreros. Finalmente, colocaron una gran cantidad de explosivos en el túnel, que sería detonado al paso del coche de Carrero Blanco.
El Atentado del 20 de diciembre de 1973
El 20 de diciembre de 1973, como cada mañana, Carrero Blanco asistió a misa en la iglesia de San Francisco de Borja. Al salir, subió a su coche oficial, un Dodge Dart, acompañado por su chófer y un escolta. Mientras el vehículo avanzaba por la calle Claudio Coello, los miembros del comando activaron los explosivos colocados bajo el pavimento.
La explosión fue devastadora. El coche de Carrero Blanco fue lanzado por los aires, sobrepasando el tejado de un edificio de cinco pisos antes de caer en el patio interior de un convento cercano. El impacto fue tan brutal que el presidente del gobierno y sus acompañantes murieron en el acto.
La operación fue un éxito desde el punto de vista de ETA, pero su impacto fue mucho más amplio de lo que cualquiera podría haber imaginado.
Las Consecuencias del Atentado
La muerte de Carrero Blanco fue un golpe devastador para el régimen franquista. Franco, que ya tenía una salud debilitada, perdió a su hombre de confianza y a la figura clave para garantizar la continuidad de su régimen tras su muerte. Aunque el dictador continuó gobernando hasta su fallecimiento en 1975, el vacío de poder dejado por Carrero Blanco generó tensiones dentro del régimen y abrió el camino para una transición política tras la muerte de Franco.
En un primer momento, el régimen respondió con un endurecimiento de la represión. El gobierno decretó el estado de excepción, y las fuerzas de seguridad intensificaron su persecución de los grupos opositores, incluido ETA. Sin embargo, a largo plazo, el atentado aceleró los debates internos sobre la necesidad de una transición hacia una forma de gobierno más democrática.
Después de la muerte de Franco en 1975, España inició un proceso de transición democrática, que culminó con la aprobación de la Constitución de 1978. Aunque ETA continuó su lucha armada durante varias décadas, el atentado contra Carrero Blanco marcó un punto de inflexión en la historia de España, acelerando el fin del franquismo y la llegada de la democracia.
Implicación de la CIA
Hasta aquí la narrativa oficial, sin embargo, hay una hipótesis que ha ganado fuerza desde hace algunos años que sostiene que la Operación Ogro fue orquestada por la CIA por los intereses geopolíticos de Estados Unidos y el temor a la continuidad del franquismo tras la muerte de Franco que habrían llevado a la inteligencia estadounidense a intervenir en la eliminación de Carrero Blanco, quien era visto como un obstáculo para una transición política en España que garantizara la estabilidad de la región y los intereses de Occidente.
Contexto Geopolítico: España, la Guerra Fría y los Estados Unidos
En los años 70, España seguía siendo una dictadura bajo el liderazgo de Francisco Franco, un régimen autoritario en un contexto europeo donde muchas naciones estaban adoptando modelos democráticos. Estados Unidos, aunque no simpatizaba con las dictaduras, mantenía una relación pragmática con el régimen franquista, principalmente debido a la importancia geoestratégica de España en la Guerra Fría. Las bases militares estadounidenses en España, como la de Rota y Torrejón de Ardoz, eran cruciales para el control militar de la región y para la defensa contra la Unión Soviética.
Sin embargo, con la avanzada edad de Franco y su frágil salud, los norteamericanos estaban preocupados por lo que sucedería tras su muerte. Luis Carrero Blanco, un militar ultraconservador y defensor férreo del régimen franquista, fue designado presidente del gobierno en 1973, y su cercanía a Franco le posicionaba como el hombre destinado a continuar el legado del dictador. Para la CIA y algunos sectores occidentales, esto era visto como un problema, ya que Carrero Blanco representaba una continuidad del autoritarismo, lo que podría complicar una transición pacífica y democrática en España.
La teoría apunta a que, para Estados Unidos, una transición democrática que alineara a España con el modelo de Europa Occidental era preferible a una perpetuación del régimen franquista. En este contexto, la eliminación de Carrero Blanco podría facilitar el ascenso de figuras más moderadas, como el príncipe Juan Carlos de Borbón, quien era visto como un candidato más abierto a la reforma política.
El Papel de la CIA en el Atentado: Evidencias y Especulaciones
Los defensores de esta teoría señalan varios elementos que, según ellos, apuntan a la posible participación de la CIA en la planificación o ejecución del atentado:
Conocimiento previo del atentado: Algunos informes y testimonios han sugerido que la CIA tenía conocimiento previo de que se iba a llevar a cabo un atentado contra Carrero Blanco. El periodista Manuel Cerdán, en su libro La CIA en España, argumenta que agentes estadounidenses habrían advertido a ciertas autoridades españolas sobre un ataque inminente contra el presidente del gobierno, pero que estas advertencias no fueron tomadas en serio o no se actuó en consecuencia.
Acciones diplomáticas y de inteligencia sospechosas: Según algunos investigadores, la retirada del personal de la embajada estadounidense en Madrid el día del atentado y otros movimientos diplomáticos previos han sido interpretados como indicios de que la CIA sabía lo que iba a ocurrir. Aunque este tipo de movimientos pueden explicarse de diversas maneras, para los defensores de esta teoría resultan especialmente significativos.
Contrapuntos a la Teoría de la CIA
Si bien la idea de una conspiración internacional ha capturado la imaginación de algunos investigadores y escritores, los que no la respaldan dicen que la evidencia que respalda la participación directa de la CIA sigue siendo limitada y mayormente especulativa y que hay varios puntos a tener en cuenta para poner en contexto esta teoría:
ETA asumió la responsabilidad del atentado: Desde el principio, ETA se adjudicó la autoría del atentado, y sus miembros describieron con detalle cómo llevaron a cabo la operación. El comando que perpetró el ataque cavó un túnel bajo la calle Claudio Coello en Madrid, colocó explosivos y llevó a cabo el plan tal como lo habían previsto. No existen pruebas directas que impliquen a la CIA en esta operación.
La dificultad de mantener un encubrimiento a largo plazo: Una operación de esta magnitud, de haber sido ejecutada por la CIA, habría involucrado a muchos actores y complicidad a niveles altos dentro de las instituciones españolas y extranjeras. Hasta la fecha, no ha emergido una cantidad significativa de documentación o testimonios que confirmen esta implicación, lo que sugiere que, si bien la CIA pudo haber estado al tanto del atentado, su participación directa es difícil de probar.
Carrero Blanco y Kissinger |
Entre la Historia Oficial y las Teorías Conspirativas
A día de hoy, la teoría de que la CIA orquestó el atentado contra Carrero Blanco sigue siendo aún parte de las especulaciones que surgen cuando se estudian eventos históricos complejos y con múltiples actores en juego. Aunque existen elementos que han llevado a algunos a creer en esta hipótesis, como el contexto geopolítico de la Guerra Fría y el papel de Estados Unidos en la política global, las pruebas concretas que respalden una implicación directa de la CIA en la Operación Ogro son escasas y siguen siendo objeto de debate.
En última instancia, la Operación Ogro, sea un acto de terrorismo por parte de ETA o una conspiración internacional más amplia con la implicación de la CIA, fue un punto de inflexión en la historia de España, que contribuyó a acelerar el fin del franquismo y a moldear el proceso de transición democrática que vino después.
Libros sobre la implicación de la CIA
La teoría de la implicación de la CIA en el atentado contra Luis Carrero Blanco ha sido tratada en varios libros, aunque sigue siendo una hipótesis más especulativa que basada en pruebas concluyentes. A continuación te menciono algunos libros que abordan esta teoría, ya sea de manera central o tangencial, ofreciendo diferentes perspectivas sobre la posible participación de la inteligencia estadounidense en este hecho histórico:
"La CIA en España" de Manuel Cerdán (2006): Este es uno de los libros más destacados que explora la relación de la CIA con la política española, especialmente durante el franquismo y la transición. En este libro, Cerdán sugiere que la CIA tenía conocimiento previo del atentado contra Carrero Blanco y que, aunque no lo ejecutó directamente, pudo haberlo facilitado al no actuar sobre la información que tenían. La obra detalla el contexto de la Guerra Fría y el interés de Estados Unidos en influir en la política española.
"Carrero: La eminencia gris del régimen de Franco" de Carlos Fernández Santander (2001): En este libro, el autor explora la figura de Carrero Blanco y los eventos que llevaron a su asesinato. Aunque no se centra exclusivamente en la teoría de la CIA, el libro toca algunos de los elementos que han dado lugar a especulaciones sobre la posible participación de la inteligencia estadounidense en su muerte. Se examina la relación de Carrero con Estados Unidos y los intereses geopolíticos en juego.
"Carrero: Biografía de un general franquista" de José Luis de Vilallonga (1976): Este libro es una biografía del almirante Luis Carrero Blanco y aborda en detalle el contexto político de la época. Si bien el enfoque principal no es la teoría de la CIA, se mencionan las tensiones políticas internacionales y los intereses de Estados Unidos en la situación española. La obra, escrita en un periodo cercano al atentado, da una perspectiva interesante sobre el clima político de aquellos años.
"Operación Ogro: Cómo y por qué ejecutamos a Carrero Blanco" de Julen Agirre (seudónimo de Eva Forest) (1974): Este libro fue escrito por Eva Forest bajo el seudónimo de Julen Agirre, y es una de las fuentes clave sobre el atentado desde la perspectiva de ETA. Aunque defiende la autoría del atentado por parte de la organización separatista, algunos lectores han utilizado ciertos detalles del relato para especular sobre la posible implicación de actores internacionales, incluida la CIA, en los eventos.
"El hombre que estaba allí" de Luis Gonzalo Segura (2019): Este libro, aunque no es puramente histórico sino una novela con elementos de ficción, juega con la idea de conspiraciones alrededor de la figura de Carrero Blanco. Incluye referencias a teorías conspirativas y menciona la CIA y sus posibles implicaciones en varios eventos históricos, entre ellos el asesinato de Carrero Blanco.
"La CIA y el 11-M" de Manuel Cerdán (2011): Aunque este libro se centra principalmente en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, también toca el papel de la CIA en la política española a lo largo del tiempo. Cerdán examina las teorías de conspiración y la relación entre los servicios de inteligencia de Estados Unidos y algunos de los eventos políticos más importantes de España, incluyendo el atentado contra Carrero Blanco.
"Los secretos del franquismo" de Santiago Mata (2019): En este libro, Mata investiga algunos de los eventos más oscuros del franquismo, incluyendo la muerte de Carrero Blanco. Aunque no afirma rotundamente la implicación de la CIA, el autor expone las teorías y especulaciones que giran en torno a este tema, aportando contexto sobre las relaciones internacionales de la época.
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