CONSPIRACIÓN DE LA PÓLVORA: LA SANGRIENTA PERSECUCIÓN A LOS CATÓLICOS EN LA INGLATERRA DE LOS TUDOR
El olor a pólvora quemada aún flotaba en las calles de Londres aquel 5 de noviembre de 1605, mientras las campanas de las iglesias protestantes repicaban en señal de triunfo. La noticia corría como reguero de pólvora: un complot católico para volar el Parlamento inglés había sido desbaratado. Guy Fawkes, un mercenario convertido en mártir, yacía esposado en las mazmorras de la Torre de Londres, mientras el rey Jacobo I firmaba órdenes de ejecución. Pero esta historia no comenzó ese día. Sus raíces se hundían en décadas de persecución religiosa, intrigas políticas y una pregunta que quemaba como yesca: ¿hasta dónde llegarían los católicos ingleses por su fe?.
![]() |
I. El Telón de Fondo: Inglaterra bajo el Terror Protestante
El año es 1558. La reina Isabel I, hija de Enrique VIII y Ana Bolena, sube al trono e instaura el Anglicanismo como religión de Estado. Los católicos, que representaban aún un tercio de la población, se convierten en enemigos públicos.
Leyes draconianas:
1559: El Acta de Uniformidad prohíbe la Misa católica.
1581: Oír Misa se castiga con 200 marcos de multa (el salario de un año) y prisión.
1585: Ser sacerdote católico es alta traición, penado con ahorcamiento, arrastre y descuartizamiento.
Mártires silenciados:
Entre 1577 y 1603, 183 católicos son ejecutados, incluidos 64 sacerdotes jesuitas. Sus cuerpos, descuartizados, se exhibían en las puertas de las ciudades como advertencia.
En este infierno, un joven noble católico llamado Robert Catesby creció viendo cómo su familia perdía tierras y privilegios. Para él, como para muchos, la única salida era la resistencia.
II. La Génesis de la Conspiración (1604-1605)
1603: Muere Isabel I. Los católicos albergan esperanzas con el nuevo rey, Jacobo I, hijo de la católica María Estuardo. Pero pronto se desilusionan:
Promesas rotas: Jacobo mantiene las persecuciones. En 1604, ordena expulsar a todos los sacerdotes católicos.
El detonante: En febrero de 1605, el padre Henry Garnet, superior jesuita, recibe en confesión un rumor: un grupo de laicos planea "actos desesperados". La Iglesia lo prohíbe, pero la semilla está plantada.
Los Conspiradores
Catesby recluta a 12 hombres, entre ellos:
Guy Fawkes: Veterano de las guerras en Flandes, experto en explosivos.
Thomas Percy: Pariente del conde de Northumberland, con acceso al Parlamento.
Francis Tresham: Financiador de la trama.
Su plan era diabólicamente simple: volver el Parlamento con el rey, los lores y los obispos protestantes durante la Apertura de Sesiones, el 5 de noviembre.
III. La Noche de los Cuchillos Largos
Octubre de 1605: Alquilan un sótano bajo la Cámara de los Lores y acumulan 36 barriles de pólvora (2.500 kg), suficientes para reducir el edificio a escombros.
Pero el 26 de octubre, una carta anónima llega a William Parker, barón de Monteagle:
"Mi señor, no asista al Parlamento. Recibirá un golpe terrible...".
La carta era de Tresham, que intentaba salvar a su cuñado católico. Parker la entrega al conde de Salisbury, espía jefe del rey.
![]() |
Captura de Fawkes |
4 de noviembre, medianoche: Guy Fawkes es descubierto en el sótano con una linterna y un reloj. Llevaba botas de cuero españolas y un rosario en el bolsillo.
IV. La Caída: Torturas y Ejecuciones
Fawkes resiste dos días de tortura en la Torre de Londres antes de confesar. Los otros conspiradores huyen, pero son cazados:
Catesby muere en un tiroteo en Staffordshire, abrazado a un cuadro de la Virgen María.
Los sobrevivientes son juzgados en enero de 1606. Su castigo: ser "colgados, pero cortados vivos antes de morir, con las entrañas quemadas ante sus ojos".
Fawkes, debilitado por la tortura, logra saltar al vacío desde el cadalso y romperse el cuello, evitando el sufrimiento.
V. Las Consecuencias: Una Caza de Brujas
El fracaso de la conspiración selló el destino de los católicos ingleses:
1606: Se aprueba el Acta de Lealtad, que obliga a todos los súbditos a negar la autoridad del Papa bajo juramento.
1610: El embajador español es expulsado por "instigar rebeliones".
Leyenda negra: Se populariza el "Día de Guy Fawkes", donde se queman efigies del conspirador, mezclando anticatolicismo y nacionalismo.
VI. ¿Héroes o Terroristas?
Hoy, historiadores debaten si la conspiración fue:
Una provocación: Algunos documentos sugieren que Salisbury ya conocía el plan y lo dejó avanzar para justificar más represión.
Un acto desesperado: Catesby creía que, sin acción violenta, el catolicismo moriría en Inglaterra.
En 2017, el Vaticano beatificó a 40 mártires ingleses de esa era. Ninguno de los conspiradores fue incluido.
¿Fue Fawkes un fanático o un luchador por la libertad religiosa? La respuesta, como la pólvora, sigue encendiendo debates.
Comentarios
Publicar un comentario